Reseña de Chicho Terremoto n.º 7: una lección de cómo ser irreverente (bien)

¿Qué sucede cuando nuestro prota 'deja' el baloncesto y se mete al tenis de mesa? Os lo contamos en nuestra reseña de Chicho Terremoto 7

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Ha pasado poco menos de un año desde que empezamos con una de las series más emblemáticas de los años 80. Desgraciadamente, esto significa que nos acercamos al final, pero también tiene su lado bonito. Porque en nuestra reseña de Chicho Terremoto n.º 7 no solo hemos superado el ecuador de la serie, sino que estamos rozando el término de la misma.

A fin de cuentas, el manga completo se compone de 10 volúmenes en formato kazenban. En lugar de presentar los 17 tomos originales, la editorial ha preferido unificar gran parte de estos en libretos más altos, anchos y extensos de lo normal. Esta es una decisión que siempre nos ha parecido más que adecuada en productos de tales características.

A fin de cuentas, no solo lucen mejor en la estantería, sino que recogen mejor ese aire nostálgico que tan importante nos parece. Y si bien es cierto que esto no tiene lógica alguna, es la sensación que a nosotros nos trasmite cada vez que abrimos cualquiera de sus tomos y nos dejamos llevar por la magia de sus primeras páginas.

Sobre todo en las que se lucen con ese coloreado tan clásico y único que solo las obras más antiguas tienen. Es más, esto es algo que valoramos muy por encima de otros aspectos. Es algo diferente, único y con mucha morriña. Nos recuerda que, en efecto, Chicho Terremoto —o Dash Kappei— es una serie cuyo origen se remonta a los años 80.

Reseña de Chicho Terremoto n.º 7 | Portada, sinopsis y edición

Chicho Terremoto n.º 7

Si Kappei Sakamoto ya revolucionó el mundo del baloncesto, atentos todos, porque ahora se ha pasado al tenis de mesa. Empezó como una apuesta personal para conseguir unas hamburguesas, unos viajes en montaña rusa y unas revistas gratis, lo típico, vamos. Todo cambia cuando Honda, el capitán del club de tenis de mesa, pone sus ojos sobre su querida Akane, además de recibir el desprecio de todos los miembros del club. Esto no pueden quedar así y Kappei retará a todo el equipo a una competición. Por cierto, ¿qué habilidades tiene Kappei con una raqueta de ping-pong? Ninguna. ¿Es esto algo que importe?

Uno de los personajes más divertidos y recordados vuelve en una nueva edición completa con una traducción fiel al manga original que mantiene el estilo gamberro del anime que lo popularizó en España. Con extras y páginas a color.

Colección10 volúmenes
GéneroHumor, deportes, aventuras
FormatoRústica con sobrecubierta
Páginas312 en b/n. con integradas a color
Tamaño15 x 21 cm
Precio14,50 €
MaquetaciónJuan Medina Manrique
TraducciónCarlos Mingo e Irene Tellería
ReseñasReseñas volúmenes anteriores

Lo curioso es que esa misma esencia de los ochenta se mantiene perfectamente a través de su edición. Aunque esta responde perfectamente a las cualidades del presente, tiene un aire muy nostálgico. ¿Cómo? Pues a través de unas portadas sencillas, muy al estilo de aquellos años, y de una impresión que no pretende actualizar la paleta de colores ni las tonalidades de las páginas que vienen —válgase la redundancia— a color.

También lo consigue gracias a la buena traducción de Carlos Mingo e Irene Tellería; ambos están haciendo un buen trabajo en la adaptación idiomática, hecho que valoramos muy positivamente. Por su parte, Juan Medina Manrique también ha sabido hacer lo propio con la maquetación. El resultado que nos encontramos, pues, es el de un producto que responde a nuestras expectativas.

Y aunque hayamos podido detectar alguna pequeña errata en ciertos cortes laterales y detalles del estilo, lo cierto es que estamos ante un manga con un gran acabado del que solo podemos tener buenas palabras. Sin más, Kimmo Editorial está haciendo muy bien las cosas en su ‘estreno’ en el mundo del tebeo japonés.

Adiós, baloncesto. ¿Hola, tenis de mesa?

Reseña de Chicho Terremoto n.º 7
Reseña de Chicho Terremoto n.º 7

Dicho esto… Pues lo cierto es que, probablemente, esta sea una de las reseñas más singulares de Dash Kappei, puesto que nos olvidamos por completo del baloncesto para sumergirnos en el mundo del tenis de mesa. Por diversas cuestiones, nuestro protagonista ‘pasa’ del equipo de basket y se enzarza en una particular riña con el club deportivo de tenis de mesa de su instituto. Así pues, el manga se vuelve todavía más inverosímil que antes.

Dejándose llevar casi por completo, el mangaka, decide hacer caso omiso de la idiosincrasia habitual del spokon para contarnos nada más y nada menos que lo que a él le apetece. Porque siendo sinceros, más allá de ciertos detalles, este séptimo volumen apenas aporta nada relevante para la historia. No obstante, sigue siendo igualmente divertido, siendo esta una de las grandes bazas de Chicho Terremoto.

Así pues, se sacrifica parte de la integridad del guion en favor de una pequeña saga cuyo eje principal es la diversión. Si nos guiamos por este dogma, pues lo cierto es que tampoco podemos decir que la decisión de Noboru Rokuda sea errónea. Simplemente, es rara, pues no estamos acostumbrados a cosa así. En cierto modo, podríamos decir que es algo así como una comedia de situación en donde el protagonista lo mueve todo.

De hecho, este carácter ‘estúpido’ tanto de la trama como de Sakamoto son lo que mantienen vivo al manga. De otra forma, Chicho Terremoto sería una historia más. No obstante, es la conjunción de su humor absurdo e irreverente, su valor nostálgico y su falta de rigor lo que hacen que sea, precisamente, una historia entretenida. Aquí no hemos venido a ver un manga deportivo en donde la seriedad, el compañerismo y la victoria lo sean todo. No. Aquí tenemos algo muy diferente.

El humor como eje central

Reseña de Chicho Terremoto n.º 7
Reseña de Chicho Terremoto n.º 7

Tanto para lo bueno como para lo malo, Dash Kappei es así. No le podemos pedir otra cosa y, ciertamente, ya sabíamos a lo que veníamos. Este séptimo volumen lo expresa a la perfección con ese cambio tan drástico en la dinámica. Lo ‘peor’ de todo es que le sienta hasta bien, pues no solo es entretenido, sino que te mantiene enganchado con cierto deje de curiosidad. Al menos durante gran parte de la lectura.

Porque al igual que alabamos su sentido del humor, también es verdad que el hilo pierde fuerza. La trama del torneo no es lo suficientemente consistente como para mantenernos en vilo. Tampoco las tramas románticas, el crecimiento del equipo, los rivales, etc. No tenemos esos ganchos habituales tan propios del spokon, siendo esta una de sus debilidades. Por consiguiente, Dask Kappei se sostiene por su sentido del humor.

Si buscáis algo diferente, es muy probable que os deis de bruces con una obra que no está hecha para vosotros. Aquí lo que prima son las carcajadas… aunque a veces sean más ‘verdes’ de lo que nos gustaría, la verdad. Pese a todo, somos capaces de apreciar la escritura de su autor, quien no deja de esforzarse por crear un producto que sea entretenido. Esa es su principal ‘obsesión’.

Reseña de Chicho Terremoto n.º 7: conclusiones finales

Reseña de Chicho Terremoto n.º 7
Reseña de Chicho Terremoto n.º 7

Lo bueno es que lo consigue, por lo que no podemos decir que se equivoque. En consecuencia, lo que Chicho Terremoto nos da, Chicho Terremoto nos lo quita. Y viceversa. Es una historia errática y que se pierde a sí misma. Carece de sentido o rigor. El guion no sigue una línea clara. Todo eso es cierto, pero también es verdad que tiene el don de hacernos reír. Es puro humor, pero contado a través del deporte y de un personaje muy singular.

Molesto por momentos, Sakamoto es tal y como lo recordamos. La serie de animación, de hecho, no le hace ‘justicia’ a la locura de este singular personaje, puesto que en el manga va todavía más allá. Y aunque ofrece manerismos de los ochenta que han envejecido muy mal, no debemos olvidarnos de su contexto histórico. Es por eso que, hoy día, seguimos pensando que puede ser una compra muy interesante.

Sobre todo para aquellos que se dejen llevar por su valor nostálgico y/o de coleccionista, siendo las dos áreas en las que más destaca. A fin de cuentas, hablamos de un auténtico clásico y de uno de los primeros mangas y animes que logró romper las barreras entre países para aterrizar en Occidente y, más concretamente, en España. Aquí, le pese a quien le pese, o le guste a quien le guste, es historia de la televisión.

Reseña de Chicho Terremoto n.º 2
  • Es nostalgia pura y dura.
  • Los personajes progresan mejor de lo que recordaba.
  • Las páginas a color y la edición son muy buenas.
  • Destaca como manga de humor; es original cuando se trata de hacer tonterías.
  • La traducción y las notas a pie de página son de calidad.
  • El sentimiento spokon no destaca tanto.
  • Se nota (aunque esto gustará a muchos) que es un manga antiguo.
  • Tiene un sentido del humor un tanto verde que puede no gustar a todo el mundo.

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