Voy a ser completamente sincero: escribir la introducción de la reseña de As the Gods Will n.º 3 ha sido algo realmente complicado. De una u otra manera, no he sido capaz de encontrar las palabras adecuadas para transmitiros todo lo que este manga quiere ofrecernos. Entonces me he dado cuenta de que ha sido porque me estaba yendo por las ramas.
Siempre que hablamos del lado oscuro del ser humano, aflora en nuestro interior la necesidad de recrearnos en los detalles. Por una u otra razón, nos genera morbo. Esto es, precisamente, lo que me estaba pasando con Kamisama no Iutoori. Siendo una historia que explora la psique del ser humano desde una perspectiva lóbrega y funesta, te invita a reflexionar.
No obstante, sigue siendo un manga. O lo que es lo mismo, una obra concebida para el disfrute y el entretenimiento. Así pues, detenerse en todo aquello que subyace detrás de la idea primigenia es irse por las ramas. Es por esto y mucho más que en la presentación de esta nueva review solo os diré una cosa: me encanta.
Me encanta porque sus autores han logrado extraer el morbo que se esconde tras la muerte y el gore sin llegar a ser asquerosos. Son explícitos y brutales, pero marcando bien los límites. Manejan bien el tempo y dosifican la ferocidad del dibujo y el guion para ofrecernos un buen relato. Sus ideas son feroces, pero nunca repulsivas. Contemporizan, miden y actúan. He ahí la gracia de todo.
Reseña de As the Gods Will n.º 3 | Portada, sinopsis y edición
Tras superar los macabros juegos del daruma y del gato, varios alumnos supervivientes de los institutos de la zona han acabado en el mismo hospital. Sin embargo, cuando pensaban que todo había terminado, da comienzo a otra de las pruebas. Esta vez se trata de un juego llevado a cabo por unas muñecas kokeshi en el que los reflejos y la rapidez de reacción serán la clave para salir con vida. Tras lo que parece una masacre sin tregua, solo Shun y seis estudiantes logran sobrevivir. Pero los juegos aún no han acabado y se teletransportan a una especie de cubo alienígena donde les espera otra prueba mortal…
Autoría | Muneyuki Kaneshiro y Akeji Fujimura |
Volúmenes | 3 de 5 |
Género | Shônen |
N.º páginas | 192 |
Precio | 8,95 € |
Lanzamiento | 01/12/2022 |
Reseña | Reseñas de los primeros volúmenes |
Sin embargo, esto no serviría para nada si el producto final no estuviese a la altura del guion o el dibujo. Por suerte, Distrito Manga sigue haciendo un gran trabajo en ese sentido. La editorial ha sabido adaptarse perfectamente a la idiosincrasia del tebeo japonés. Es decir, que el salto de Penguin Random House al País del Sol Naciente ha sido sobresaliente.
Gran parte de la ‘culpa’ de que las cosas hayan ido tan bien es que han sabido escoger con gran sapiencia sus licencias, por supuesto, pero también porque están contando con el apoyo de algunos de los mejores profesionales del sector. Tanto es así que cuando hablamos de la maquetación y la traducción debemos citar a DARUMA.
Más concretamente, a Guillermo Bonnin y Drac Studio, por un lado, y a Marta Moya, por el otro. Ambos han realizado un gran trabajo junto con el resto de componentes del equipo. Como resultado, este tercer tomo de As the Gods Will ha mantenido los estándares de calidad de los volúmenes anteriores. O lo que es lo mismo: más allá de algún corte exterior, es un producto sobresaliente.
Morbo y mortalidad
Vale, ¿pero y de qué nos sirve una gran edición si el manga no está a la altura? Como ya hemos comentado con anterioridad, esto no sucede de dicha forma. As the Gods Will, con sus más y con sus menos, podría ser uno de los mangas revelación de 2022 si no fuese una obra con más de 10 años de antigüedad.
A fin de cuentas, la serie original se publicó por primera vez en 2011. Duro tan solo un año, ya que en 2012 ya se habían publicado los cinco volúmenes que componen la serie original, aunque no tardó mucho tiempo en regresar con una secuela compuesta por hasta 21 tomos recopilatorios.
Y aunque esto pueda parecer una tontería, dice mucho de la acogida que tuvo a pesar de ser una serie tan particular. Recordemos, pues, que la premisa se construye sobre un grupo de adolescentes que deben sobrevivir a una serie de pruebas mortales sin saber por qué tienen que hacerlo.
De un día para otro, una serie de extraños objetos animados les imponen toda clase de juegos infantiles con consecuencias fatales por los caprichos de alguna entidad exterior de la que no sabemos nada. Bueno, casi nada, porque en este tercer volumen por fin podemos ver al «hombre» que se encuentra detrás de todo esto.
Todos contra todos y trabajo en equipo
Dejando eso a un lado, puesto que todavía no tiene toda la importancia que cabría esperar, nuestros personajes han seguido mostrando una evolución cuando menos singular. Se nota, siendo este uno de sus principales defectos, que el plan original era crear una serie corta, lo que se traduce en un ritmo a veces demasiado rápido y en una serie de eventos con menos profundidad de la que nos gustaría.
Consecuentemente, la narrativa flaquea cuando hablamos de ritmo y desarrollo, pero se hace fuerte en cuestión de entretenimiento. Como va muy al grano, As the Gods Will triunfa gracias al frenetismo. Sin más, no te da tiempo a aburrirte en ningún momento, pues siempre está pasando algo. Impone su ritmo con puño de hierro en guante de seda y te atrapa para no dejarte marchar.
Podríamos decir que esto es gracias al carisma de sus personajes, pero estaríamos mintiendo. El gran protagonista de la obra, ahora sí, son las pruebas mortales, la brutalidad del dibujo y el concepto de grupo. As the Gods Will juega muchísimo con el lado oscuro de las personas y aunque Shun y Amaya (un psicópata sin remedio) son los grandes baluartes de la serie, no son el eje de la historia.
Reseña de As the Gods Will n.º 3 | Conclusiones
Lo cierto es que la grandeza del manga recae, precisamente, en no saber si seguirán vivos el día de la mañana. Es la incertidumbre y la curiosidad las que nos siguen empujando a querer saber más. Y sí, Shun es un buen protagonista con cierto deje de oscuridad oculta bajo una máscara de amabilidad social con un buen trasfondo, pero al final lo qué queremos saber es cómo morirá el siguiente participante.
Sumidos en esa dinámica, terminamos muy enganchados a cada juego y cada pasaje, disfrutando enormemente de la lectura. Además, ese deje de misterio que envuelve a los juegos también te mantiene en tensión. Nosotros ya conocemos la respuesta, pero esto no nos impide seguir disfrutando de la lectura. O lo que es lo mismo, es una de esas obras que puedes releer perfectamente aunque ya conozcas el final.
El paso del tiempo no le ha sentado mal y, en realidad, es una de esas historias que acabas disfrutando por la evolución natural de los eventos y por la progresión psicológica de la humanidad en general. Así, como concepto. Bueno, y porque Shun y Amaya todavía tienen mucho que decir. En un par de meses las cosas van a cambiar, pero por el momento nos quedamos así.
- Una trama brillante, un guion trepidante y una premisa muy original.
- Una historia de luces y sombras en donde la psique humana está en jaque.
- Un dibujo con gran expresividad facial y un trazo limpio.
- Es llamativo y único si te gusta el gore y el drama.
- No hay nada parecido.
- Se sigue notando la falta de experiencia en el dibujo. Mejora el orden, pero tiene que seguir progresando. Los escenarios sí que han ganado algo más de peso.