El pasado 9 de agosto salió lo último de Crate Entertainment: Farthest Frontier. Este nuevo videojuego que nos lleva a la época medieval para fundar nuestra propia ciudad. Aunque no todo será tan fácil como parece.
Farthest Frontier promete mucho
¡Hola gente! Como comentaba, ya he podido disfrutar de Farthest Frontier en Steam. El nuevo juego de Crate Entertainment salió a la venta en acceso anticipado el pasado 9 de agosto. Como bien nos explican en el menú principal, el juego seguirá desarrollándose de forma paralela e incluyendo nuevo contenido. Así pues, en estas primeras impresiones me centraré de forma resumida en los aspectos generales del lanzamiento.
A propósito, para quien no sepa de qué trata este Farthest Frontier, nos encontramos en la Edad Media. No obstante, las condiciones de vida tan duras de nuestra ciudad de origen nos obliga a emigrar. Como consecuencia, tendremos que fundar un nuevo poblado donde comenzar una nueva vida. A medida que crezca y ampliemos nuestros servicios, la ciudad irá ganando prestigio. Esto atraerá nuevos inmigrantes que busquen su porvenir contigo… y también saqueadores que quieran robarte. Con esta premisa, este city builder que mezcla elementos de supervivencia promete ser un nuevo hito en los juegos del género.
La jugabilidad, su gran baza
La fortaleza de Furthest Frontier es su gran jugabilidad (y rejugabilidad). Como comentaba anteriormente, tendremos que formar nuestra propia ciudad. Para ello, tendremos diferentes opciones de mapa donde cada uno nos presenta una localización geográfica distinta con características propias. Esto es el primer paso y es fundamental porque justo después habrá que decidir donde ubicar el centro de nuestro pueblo (algo similar al ayuntamiento).
El propio desarrollo del juego nos obliga a planificar muy cuidadosamente las construcciones que queramos llevar a cabo. Los recursos (más o menos abundantes en función de cómo hayamos ajustado nuestra partida) son cruciales. Que no te engañe la falsa apariencia de abundancia de recursos, pues la mano de obra puede que no sea abundante en el inicio o que ande muy ocupada después. Esto implica que tendremos que gestionar en qué dedicamos nuestro esfuerzo para producir lo que necesitemos.
Además, el paso del tiempo y, por ende, de las estaciones, también afecta. La comida producida hasta el invierno será la que tendremos disponibles, pero habrá que procurar no malgastarla porque si no se cuida se echará a perder. Suma las olas de calor, heladas, enfermedades derivadas de todo ello y las propias necesidades de tus conciudadanos. Muchos frentes abiertos que te obligan a permanecer atento continuamente.
La dificultad como punto diferenciador
Más allá de la dificultad intrínseca en la propia gestión de la ciudad, el juego cuenta con un pequeño componente de supervivencia. A medida que avancemos y ganemos prosperidad, los saboteadores y demás enemigos se unirán para desafiarnos. Por lo que será usual cada cierto tiempo ver bandas de saqueadores atacar a nuestros edificios y robarnos la comida almacenada para el invierno. La solución vendrá por poner torres de vigía, cuarteles y todos los muros posibles (teniendo en cuenta lo que puede limitar la expansión urbanística). De ahí que la selección de ubicación inicial tome tanta importancia. No será lo mismo una ciudad junto a la costa, que entre montañas o en llanura.
El tutorial es prácticamente inexistente, lo que hace que sea un avance a ciegas. Las primeras horas pueden se pueden hacer muy cuesta arriba (de hecho ya hay gente enseñando lo básico en YouTube). Aunque en cierto modo, tampoco me parece mal porque es algo que busca representar, la dificultad intrínseca de la gestión de una ciudad. Así pues, no es de extrañar que os lleve varios intentos dominar completamente todas las mecánicas.
Gráficamente, Farthest Frontier luce muy bien
El motor gráfico que monta es espectacular para ser un city builder. Sorprende muy gratamente ver los quehaceres de nuestros habitantes a una calidad de detalle notable. Así mismo, las actividades de los edificios nunca paran y el entorno cambiante por las estaciones anuales es dinámico. Evidentemente, para cargar todo esto al inicio lleva un pequeño rato al inicio, pero luego no he sufrido ningún enganchón o tirón.
Lo mejor de todo es que el hecho de cada escenario sea generado en el momento de iniciar partida permite que no haya dos iguales. Si le sumamos a esta diversidad la viveza que refleja cada uno, encontramos un juego muy completo. Se han anunciado que habrá algún DLC en un futuro, aunque la línea general serán actualizaciones gratuitas que permitan incluir novedades que incrementen la calidad de la jugabilidad.
Conclusiones
En general, como podéis comprobar, las primeras impresiones de este Farthest Frontier no podrían ser mejor. Es un juego que, pese a la dificultad que puede llegar a alcanzar, es ajustable al máximo. Tendrá contenido adicional que actualizarán de forma gratuita a una base que ya de por sí es amplia y asegura una buena dosis de horas jugables. Y, encima, gráficamente entra por los ojos desde el primer minuto.
Lo único mejorable o, más bien, echo en falta, es una pequeña historia. El propio equipo desarrollador ha asegurado que pese a la ambientación medieval, no buscaban tratar ninguna época ni lugar histórico concreto. Aun así, creo que hubiera sido un añadido interesante, aunque fuera una ciudad ficticia, que sirviera de premisa para conocer aspectos de la vida cotidiana de entonces. Reconozco que es deformación profesional, pero cuanto más azúcar, más dulce.
