
A lo largo de mi vida he probado toda clase de roguelite, desde Hades hasta Vampire Survivors pasando por Dead Cells, Darkest Dungeon y muchos otros. Algunos de ellos los recuerdo con especial cariño, como Slay the Spire. Es por esto mismo que uno de los primeros nombres que me vinieron a la cabeza cuando probé el acceso anticipado de Lost Eidolons: Veil of the Witch para traeros mis primeras impresiones.
No obstante, tras dedicarle unas cuantas horas, me di cuenta de que estaba siendo realmente injusto con él. Sí, utiliza el clásico sistema de mapas de Slay the Spire y otros muchos roguelite famosos, pero es algo ‘completamente’ distinto.
Para empezar, si tuviese que definir Lost Eidolons: Veil of the Witch, los conceptos de «RPG por turnos», «escenario por casillas» y «táctico» son obligatorios. De hecho, en cierto modo las batallas me recuerdan más a FireEmblen que a casi cualquier otro roguelite.
Así pues, si tuviese que compararlo —todavía siendo bastante injusto con él— con otros títulos del mercado sería algo así como un ménage à trois de Fire Emblen, Slay the Spire y King Arthur. Mezclando un poco de aquí y de allá tendríamos algo parecido al juego de Ocean Drive Studio.
Al menos en la superficie, pues Lost Eidolons: Veil of the Witch es más que un homenaje a otros grandes videojuegos. Sobre todo porque estamos ante un juego que sabe ofrecer algo con sentido propio. No demasiado innovador, cierto es, pero con personalidad.
Análisis de Lost Eidolons: Veil of the Witch

Hoy por hoy no puedo decir que Lost Eidolons: Veil of the Witch sea un juego que logre romper nuestros esquemas, pues no lo hace. Tampoco lo pretende, y es que a veces no es necesario. Está bien ser original y salirte de lo establecido, pero también es correcto buscar fórmulas que han funcionado con anterioridad y darles una vuelta.
Esto es precisamente lo que hacen en Ocean Drive Studio. Y con mucho tino, la verdad, ya que la base de su acceso anticipado es bastante buena. Su mayor defecto en estos momentos es que le falta contenido, pues apenas disponemos de una run con tres secciones dividías en puntos de ruta.
Cuando lo superas por primera vez, el juego te invita volver, ya que la historia está lejos de acabar. No obstante, como dispone de muy pocos jefes finales, al final se acaba sintiendo un poco repetitivo. Especialmente cuando le dedicas un par de horas durante varios días consecutivos.

Le falta algo de variedad, y personalmente creo que crecería muchísimo si agregasen nuevas zonas para no repetir siempre el mismo proceso. Yo solo he visto tres —diría que no hay más— y me gustaría que hubiese al menos 9.
Con este número cada run se sentiría mucho más diferente dentro de la repetición. Le daría un toque extra que, personalmente, considero que le sentaría muy bien. Curiosamente, en su página oficial de Steam ya nos avisan de que lo más cambiará entre el early access y la versión definitiva será el contenido.
Hablan de nuevas clases, más batallas, nuevos eventos de viaje aleatorios, jefes adicionales que solo aparecen bajo ciertas condiciones, una nueva clase de equipo e, inclusive, mejoras en la narrativa y el guion.
En resumidas cuentas: Lost Eidolons: Veil of the Witch ganará en variedad a medida que el acceso anticipado avance. Y si bien es cierto que no dicen nada de nuevos escenarios, todas estas mejoras —si finalmente se incluyen— le darán mucha vida a la experiencia.
Un roguelite con capa de RPG

Ahora bien, ¿qué es exactamente Lost Eidolons: Veil of the Witch? A grandes rasgos, un RPG por turnos en donde podremos controlar a un escuadrón de hasta cinco unidades, cada uno con su propia clase, habilidades y especialidades.
El gameplay se resume en disputar diferentes batallas en un escenario dividido en cuadrículas. El funcionamiento es bastante simple: te mueves, utilizas un ataque o una habilidad, intentas acabar con todos los enemigos y sigues adelante.
Por supuesto, cuando agregas el componente táctico, se complica un poco. Las habilidades tienen coldown, hay armas que van mejor contra un tipo u otro de armadura y el sistema de niveles tiene un carácter aleatorio.
Así pues, cuando adquiramos experiencia suficiente y ganemos un nivel (máximo 20), nos darán a elegir entre dos opciones. Si nos toca aprender una habilidad, elegiremos entre la que más nos guste. Si es una estadística, escogeremos la que mejor se adapte a nosotros.

Lo curioso es que estas opciones tienen rareza, desde común a épica, por lo que la suerte también juega un papel en la construcción de builds. Si no nos gusta ninguna opción, podemos gastar oro para actualizar las elecciones. Además, hay reliquias que amplían el número de opciones de 2 a 3.
No obstante, estas reliquias desaparecen al finalizar una run. Como buen roguelite, Lost Eidolons: Veil of the Witch incluye mecánicas permanentes y temporales. Por ejemplo, cuando terminemos una run, se reinicia el nivel de los personajes, perdemos las reliquias y las mejoras de armas/armaduras, las habilidades, etc.
Lost Eidolons: Veil of the Witch, un viaje entre la vida y la muerte
Las reliquias nos ofrecen mejoras y capacidades temporales, las armas obtienen nuevas virtudes al mejorarlas y la subida de nivel nos hace más fuertes a corto plazo. Por supuesto, también obtendremos mejoras que no se irán con el tiempo.

A medida que avanzamos en cada run obtenemos recursos y estos los podemos utilizar para ascender de clase a nuestros personajes o progresar en un árbol de habilidades general para todas las unidades. NO obstante, esto no hace que el juego sea cada vez más fácil.
En mis tres primeras runs, morí en la primera, gané la segunda y perdí la tercera. ¿Cómo? Lo mismo me equivoco, pero sentí que en la tercera mis rivales eran más fuertes, por lo que tengo la sensación de que la dificultad progresa junto a nosotros para que no se convierta en un farmeo y gano.
Personalmente, creo que me habría gustado más que cada personaje tuviese su propio árbol, pues le daría un toque extra a la táctica, pero es una cuestión personal. El caso es que al final nuestro objetivo es repetir el mismo camino una y otra vez.
Y no, no es un defecto: es una cualidad inherente del género. Tanto es así que os puedo decir sin miedo a arrepentirme que Lost Eidolons: Veil of the Witch me ha gustado. Llevo varios días jugando, echándome una run de cuando en cuando.

Y no vayáis a pensar que las runs son cortas. Completar las tres zonas completas te puede llevar unas tres o cuatro horas, fácilmente, en tus primeros intentos. Eso me gusta. Ahora bien, ¿cómo se justifica toda esta dinámica?
Fácil: nuestro personaje no puede morir. Bueno, en realidad sí. De hecho, todo empieza después de nuestra muerte. Pero ya sabéis lo que dice el dicho: «la muerte solo es el principio», y en nuestro caso es más real que nunca.
El ciclo de la vida tiene forma de RPG
Cuando morimos, revivimos. Y nuestros enemigos también. Así pues, Lost Eidolons: Veil of the Witch nos introduce en una guerra eterna en donde no sabemos cómo llegar al final de todo este asunto. La victoria y la derrota son poco más que una muesca en nuestro honor.

Y sí, se inspira en el mundo de Lost Eidolons, aunque no necesitas haberlo jugado anteriormente para entender qué está pasando. Yo ni lo conocía y no he tenido problema alguno en adaptarme a su guion, lore o narrativa.
Tampoco es que la trama sea muy compleja: somos un naufrago que ha perdido sus recuerdos cuya única memoria es que está buscando a alguien: su hermano. Cuando morimos, una bruja nos convierte en su adalid para frenar el avance de un oscuro ejército compuesto por no muertos, soldados y nigromantes.
Mientras nos enfrentamos a ellos, iremos recuperando nuestros recuerdos, construyendo una historia que se define poco a poco entre el presente y el pasado. No es demasiado rompedora, pero funciona. Nos da la excusa perfecta para seguir jugando y, hasta cierto punto, genera algo de curiosidad.
A nuestro viaje se unirán otros guerreros, a cada cual con su propio objetivo, pudiendo reclutar unos poquitos más a medida que avanzamos y desbloqueamos diferentes funciones en nuestro campamento base. Los iremos conociendo poco a poco, mediante un sistema de relaciones, al tiempo en que nos develan sus secretos.
Lost Eidolons: Veil of the Witch, conclusiones: un buen acceso anticipado con vistas al futuro

En resumen, Lost Eidolons: Veil of the Witch es un buen juego si lo valoramos como lo que es: un acceso anticipado que necesita seguir trabajando en ciertos apartados (el doblaje al inglés no está terminado, por ejemplo) y agregar contenidos para desarrollar todo su potencial.
La base es buena, tiene potencial y no sé demasiado caro. Su precio sin oferta es de 19,99 €, por lo que la relación calidad-horas-precio es buena. Aún tiene trabajo por delante, algo normal si tenemos en cuenta que lleva poco menos de un año como acceso anticipado.
Si te gustan los RPG tácticos y los roguelite, te recomendaría que —al menos— le echases un ojo. A mí, personalmente, me ha gustado, y considero que puede ser un juego bastante llamativo una vez esté terminado.


- Las batallas son intensas y ofrecen un buen desafío.
- Las clases y el equilibrio es adecuado.
- La base es buena aunque sea un acceso anticipado.

- La narrativa flojea en ciertos momentos y necesita algo más de variedad.