Mucho se ha estado hablando de las políticas de monetización de algunos de los videojuegos más actuales. Desde hace tiempo, las empresas han establecido los micropagos como principal fuente de ingreso en detrimento de las ventas iniciales. Al menos así lo hemos creído ver durante los últimos años.
Otrora, la gran mayoría de grandes productoras y desarrolladoras ejemplificaban sus políticas de venta basándonos en el número de unidades vendidas. Hoy día, esto ha quedado en un segundo plano, pues poco a poco ha cambiado el paradigma. Esto destaca especialmente en dos modelos: multijugador y F2P.
En ambos casos, o al menos así parece ser, se establece una política de ventas en la que se busca el beneficio a medio y largo plazo. Véase, por ejemplo, el caso de los sobres de FIFA. Hay quienes lo han comparado largamente con los casinos online por su sistema de juego. Son, a grandes rasgos, algo así como apuestas.
La comparativa entre dos mundos
Hubo un tiempo en que esta fue una gran polémica. Es más, hoy día lo sigue siendo, aunque hay quienes consideran que es un mal necesario. Uno de los más criticados, en ese sentido, fue 2K, otro videojuego que emplea mecánicas similares a la hora de obtener un mayor rédito económico a lo largo del tiempo.
Esto nos hace preguntarnos si, en efecto, estos nuevos sistemas se han adecuado a las necesidades de la industria o si, por el lado contrario, son un recurso que las compañías se han sacado de la manga. Durante muchos años, diversos insiders y desarrolladores han explicado que esta es la mejor manera que tienen las grandes empresas de mantener los precios.
Es decir, que esa especie de ruleta online de la suerte que nos encontramos en los sobres de FIFA, NBA 2K o juegos similares es la forma en la que intentan no subir más el precio. Esto genera cierto sentimiento de empatía para con las empresas. Al menos desde la posición de diversos jugadores. Otros, siendo este un debate sin una respuesta especialmente clara, no saben bien a qué lado hacer caso.
¿Son lo mismo o son algo diferente?
¿Lados? En efecto. Por una parte, los hay quienes defienden este sistema, pues no obligan a nadie a participar en ellos. Del otro lado, existen los usuarios que critican este tipo de prácticas, pues consideran que son algo como un casino online, pero dentro de un videojuego. Es un enfoque algo complicado de entender.
¿Cómo debemos interpretar toda esta situación? Lo cierto es que es complicado, aunque depende de la empresa. Es decir, entendemos que este sea un mal necesario para mantener el juego a un precio reducido, pero… ¿Entonces por qué los juegos son cada vez más caros? Este es un detalle que no termina de cuadrar dentro de todo este análisis
Sobre todo si tenemos en cuenta que algunas de estas compañías han comenzado a interesarse en el mundo de los NFT y los juegos blockchain. Lo curioso es que, en realidad, la teoría alaba estos conceptos, pues permitiría desarrollar un universo verdaderamente interesante dentro de los videojuegos. El problema es que, por desgracia, en la mayoría de casos no se está planteando de la manera adecuada.
Una conclusión que no llega a dirimir la cuestión
Es todo esto lo que nos hace plantearnos cuáles son las diferencias reales entre los juegos que ofrecen sobres, o contenidos similares, en un sistema de loterías. Es como el gachapon, aunque parece que esté está algo más aceptado a nivel social. Es algo extraño si valoramos la importancia que suelen tener estos últimos en el desarrollo interno de los videojuegos, siendo el único sistema disponible —o uno de los pocos— que nos permite conseguir armas o personajes nuevos.
Llegados a este punto, cabe preguntarse cómo evolucionará el mundo de los F2p y los títulos multijugador. En muchos casos, la mayoría de los usuarios han alabado a aquellas desarrolladoras que han sustentado su política de pagos en aspectos meramente estéticos, como skins o elementos cosméticos. No obstante, parece complicado que esto se dé en los juegos deportivos o los shooters, por ejemplo.