¡Un nuevo estreno de invierno!
¡Hola, muy buenas a todos! ¿Qué tal las fiestas? ¿Bien? Espero que así sea. Hoy, y continuando algunos de nuestros últimos artículos, quiero hablaros de un nuevo estreno: Masamune-kun no Revenge. Es, tal y como muchos ya sabréis, una de las novedades de esta temporada de invierno. Ayer tuve el placer, o quizás la desdicha, de comenzar con el último proyecto de Silver Link. Los precedentes del susodicho estudio, ciertamente, son… cuestionables. Pese a contar con alguna serie de posible interés, como Baka to Test to Shōkanjū: Ni!, bien es cierto que algo falla. De hecho, si uno revisa sus últimos trabajos, podrá observar su escasa experiencia. Dato aparte, hay que destacar su minoría de edad, pues fue fundada hace, tan solo, 10 años. Por lo tanto, la primera impresión sería, simplemente, mala.
Decidí, empero, darle una pequeña oportunidad. Aunque siempre me he mostrado muy contrario al ecchi, nunca he sentido tal apatía por las comedias románticas. Es más, es un género que siempre me ha gustado bastante. Soy un fan acérrimo de la comedia, y he de decir que las comedias románticas japonesas (animadas) son… curiosas, y divertidas. Uno de los principales problemas de la animación japonesa, volviendo al tema, de los últimos años es la incipiente cantidad de animes ligados al ecchi por puro afán comercial o, lo que es lo mismo, fanservice. He hablado en numerosas ocasiones del tema, pero nunca es mal momento para recordarlo. Por desgracia, las comedias románticas y/o los harén, desde hace varios años, son puro ecchi. El argumento se ha convertido en peso muerto.
Masamune-kun no Revenge y las comedias románticas
Masamune-kun no Revenge, empero, puede ser, pues aún no es seguro, una serie que escape del tópico. No espero una serie con 0 % de fanservice, pues sé que eso es imposible, mas puede ser algo diferente. El primer capítulo, el cual ojeé por mero capricho, despertó una pequeña chispa de emoción en mi ser. Ciertamente, me sorprendí al comprender que, al menos de buenas a primera, se presentaba una premisa muy interesante. Sus personajes, aunque no escapan del manido esquema de todo personaje del mencionado género, eran distintos a lo que esperaba. Masamune Makabe y Aki Adagaki presentan una serie de rasgos que los alejan de lo común.
Anteriormente, ya os hablé de la estética y la evolución del anime. En la segunda parte de «El oscuro devenir del anime», además, profundicé mucho en el tema. Es por ello que no quiero extenderme demasiado, pero me resulta imposible no hacer una breve mención al tema. Masamune-kun no Revenge es, sinceramente, una clara muestra de lo que sucede en el anime. Los personajes son cada vez más perfectos y atractivos, y en este caso se ha intentado llevar al extremo. Lo interesante de Masamune-kun no Revenge es el aire narcisista que rodea a su personajes principal. La presunta transformación de Masamune, a lo largo de los años, han forjado una personalidad… rara. Resulta tremendamente divertido observar como el muchacho liga toda su suerte a su nueva condición de «chico guapo».
¿Sutil ironía o simple casualidad?
Masamune-kun no Revenge me parece una elección muy interesante de invierno por esta misma razón. Tal vez sea yo, iluso de mí, quien ve más de lo que ha en realidad, pero… ¿No os parece, en cierto modo, una ironía de lo más divertida? Masamune es un chico inteligente, bueno en los deportes, amable, muy guapo, etc. Se nos está presentando a un personaje ideal, a un príncipe encantador sin defecto aparente. Así mismo, Masamune, en sus introspecciones más sutiles y cómicas, está, en realidad, podrido, pero en un sentido muy peculiar: narcisismo nacido del miedo. Masamune es un chico dolido y engañado, mas el mundo parece haber cambiado. Ahora que es guapo, ya no parece tan malo cuando hace lo que no debería hacer. Resulta curioso, pues la misma serie parece criticar este hecho.
Primeras impresiones
Volviendo al tema que hoy nos acontece: ¿Qué me ha parecido el primer episodio de Masamune-kun no Revenge? Interesante, divertido y de buena calidad. Bien es cierto, y soy perfectamente consciente de ello, de que estamos, simplemente, ante el primer capítulo de la serie. Es por eso que, ciertamente, que no puedo dar una opinión firme y sólida, pero sí mis primeras impresiones.
En cuestiones de argumento y guion, considero que podemos estar ante una serie divertida, diferente y profunda. No sé como evolucionarán sus diversas premisas, mas es un tema que promete. La historia se centra en Masamune y su venganza. Aki Adagaki, su amor de infancia, le rechazó brutalmente por su sobrepeso; el apodo que le puso al momento de rechazarle, «cerdito», le marcó tan profundamente que planeó su venganza casi desde aquel mismo momento. Tras años de ejercicio, esfuerzo y entrega, el joven se convirtió en lo que hoy día es: un «chico guapo y perfecto». Ahora, su objetivo es enamorar a la joven para luego destrozarle el corazón. Parece cruel, y lo es, pero… Bueno, ya veremos qué sucede.
La animación y el diseño, por otro lado, no me parecieron nada del otro mundo, pero me gustó. Con un estilo humilde y sencillo, se encontró un estilo muy personal. No es, ciertamente, una serie realmente innovadora, pero no desentona; la calidad de animación es buena. Análogamente, Silver Link, pese a su escueta experiencia, presenta un precedente que, personalmente, me encanta: Baka to Test to Shōkanjū: Ni!. Esta serie de comedia me encantó. Masamune-kun no Revenge… Tal vez no llegue a su nivel, pero tiene buena pinta. Sus personajes no están nada mal, y la banda sonora promete, pues Tatsuya Kato (compositor) es un compositor de gran experiencia y habilidad.
Sinopsis
De joven, Masamune Makabe era un joven de familia y con sobrepeso. Un día, mientras unos chicos le molestaban, apareció Aki Adagaki, quien ahuyentó a los abusones y salvó al muchacho. Tiempo después, decidió confesarle su amor, pero recibió un humillante rechazo por parte de la dama. Tras recibir el apodo de cerdito, y ver como su autoestima era pisoteada, decidió idear una cruel venganza. Pasaron años, pero Masamune logró perder peso convirtiéndose, en el proceso, en un apuesto joven que, además, sacaba grandes notas y era genial en los deportes. Ahora, sin olvidar el pasado, por fin podrá cumplir su venganza: enamorar a Aki Adagaki para, posteriormente, humillarla y romperle el corazón.
P. D. ¿No había una película de Ryan Reynolds muy parecida? Vale, sí, no era Amy Smart quien le humillaba, sino los demás, pero…