Tiempo ha, los juegos de rol eran considerados una actividad reservada, según las convenciones sociales, para los freaks. En aquellos tiempos, por desgracia, era un comentario despectivo cuyo objetivo no era otro más que el de rechazar una idea que no terminaban de comprender.
Por suerte, con el devenir de los tiempos, todo eso ha cambiado, y los jugadores de rol, como yo, ya no tenemos que sufrir ese tipo de prejuicios. Es más, hoy día, y desde hace tiempo, ha surgido toda una nueva remesa de jugadores que se están preguntando cómo pueden iniciarse en estos juegos de rol.
Por suerte, actualmente es mucho más fácil iniciarse en este mundo. Es más, cada vez hay más gente interesada, pues la proliferación de diversas estrellas de Hollywood y famosos afines a este tipo de actividades han permitido que el estigma se desintegre cuasi por completo.
Sigue habiendo esquejes y malas miradas en algunos ambientes, pero la cosa ha cambiado mucho. Este cambio, de hecho, ha venido acompañado de nuevos proyectos e ideas maravillosas. Una de ellas, por ejemplo, es la de Grapas y Mapas.
Primeros pasos
Y diréis… ¿Pero qué tiene qué ver todo esto con la iniciación a los juegos de rol? Pues es muy sencillo: hay que saber elegir bien nuestro primer juego de rol. Es muy probable que, de buenas a primeras, os llame la atención Dragones y Mazmorras. A fin de cuentas, es uno de los juegos más famosos.
Tal vez hayáis escuchado hablar de Cthulhu e, inclusive, de Mundo de Tinieblas. Son algunos de los más reconocidos, pero tienen un problema: son bastante complejos. Uno de los errores más frecuentes —aunque no siempre sale mal— de los narradores y jugadores novatos es que buscan el juego más reconocido por todos. Siendo sincero, creo que esto es un error.
Para montar una buena primera partida de rol es indispensable dominar el tema. Y seamos sinceros, si nunca has jugado, es muy complicado (que no imposible, pues conozco casos) que te leas todos y cada uno de los manuales necesarios de ese primer juego.
Llegados a este punto, cabría preguntarse cuál es la mejor opción. Voy a ser sincero con vosotros: no hay una mejor opción. Al menos no una para todo el mundo. Lo más importante, cuando elijáis vuestra primera partida de rol, es que optéis por un tema y una ambientación que os llame mucho la atención.
Las grandes obras, si bien es cierto que son muy llamativas, pueden ser demasiado complejas, pues sus sistemas de juego son muy profundos y detallados.
Cómo iniciarse en los juegos de rol; consejos básicos
Personalmente, soy partidario de arrancar con un juego pequeñito y menos conocido, aunque también hay otras opciones. Por ejemplo, las llamadas Cajas de Inicio. Si bien es cierto que su contenido es más parco, están muy bien diseñadas. Tal y como indica su propio nombre, son cajas concebidas para nuevos jugadores; son una gran manera de iniciarse en el mundo de rol sin perderse demasiado en él.
Esto es especialmente relevante en el DM, Narrador o Dungeon Master. Llámese como quiera, pero su función es más importante durante estas primeras partidas. A fin de cuentas, es la persona que mejor tiene que entender el mundo y sus reglas, pues será quien se encargue de guiar la historia.
Ojo, esto no significa que los jugadores no tengan que hacer nada. Se ha extendido el dicho de que los jugadores solo tienen que crear a sus personajes y sentarse a jugar, pero es fundamental que ellos también entiendan las normas básicas del juego.
Dicho esto, quiero cerrar con un pequeño listado. Entendedlo, pues, como un breve resumen de todo lo que hemos visto anteriormente. ¿Cómo podemos iniciarnos en los juegos de rol?
- Empieza por un juego sencillo. Las Cajas de Inicio son una gran opción.
- Busca un grupo de jugadores afines a tus gustos.
- Elegid entre todos (que no sea cosa de uno) una temática.
- Antes de lanzaros al mundo, aseguraos de que el DM está cómodo con el sistema.
- Leed entre todos las normas. No le dejéis todo el trabajo al narrador.
- Planteaos la opción de probar primero con una partida autoconclusiva e id ampliando la duración de vuestras sesiones poco a poco. Lanzarse a una campaña larga de buenas a primeras puede salir muy mal.
- Es más fácil empezar con personajes simples; ya tendréis tiempo de crear una identidad alternativa compleja.
