
Tenemos el anuncio de Frostpunk 1886, una experiencia que nos trae de nuevo al excelente primer juego de este universo.
En 2018 se lanzaba en PC Frostpunk, un juego que poco a poco fue ganando adeptos en PC y que, posteriormente, llegó a consolas. De hecho, su éxito fue tal que hace poco tuvimos Frostpunk 2, mejorando lo inicial y dándole aún otra vuelta de tuerca. Pero aun así, hay muchos jugadores que estuvieron más encantados con su primera parte. Y esta noticia les alegrará: se ha presentado Frostpunk 1886.
Con el breve teaser que os dejamos arriba, 11 bit studios nos presenta un nuevo título de la franquicia Frostpunk; un proyecto que revisa y amplía la querida experiencia de construcción de ciudades y supervivencia en sociedad del Frostpunk original, ahora totalmente reimaginada en Unreal Engine.
Frostpunk 1886 es oficial
Lo que más llama la atención es que gracias al Unreal Engine el juego se convierte en una plataforma viva y ampliable, trayendo consigo el tan esperado soporte para mods -una petición de la comunidad que antes era imposible de realizar debido a las limitaciones técnicas del motor original-, así como la posibilidad de añadir futuros contenidos DLC.
Eso sí, nos deberemos armar de paciencia, ya que no llegará hasta 2027. De lo que no cabe duda es que este proyecto recién anunciado supone un regreso a las raíces de la franquicia, ofreciendo tanto a los recién llegados como a los ciudadanos de New London de toda la vida una visión evolucionada de la dura y moralmente desafiante experiencia de supervivencia que lo inició todo.

Recordad que aquí os trajimos nuestro análisis de Frostpunk 2, en el que concluíamos que: «La base es muy buena, el desarrollo de cada ciudad es interesante y la combinación de constructor de ciudades, estrategia y supervivencia es genial. A grandes rasgos, podría deciros que es un muy buen juego con grandes ideas y un desarrollo tremendo en el que de verdad nos acabamos convirtiendo en el gestor de una ciudad que se enfrenta día a día al apocalipsis. Además, siempre estamos en peligro».