El próximo viernes 12 de abril llegará a nuestras pantallas El día que vendrá, protagonizada por Keira Knightley, Jason Clarke y Alexander Skarsgrd. FreakeliteX ha podido asistir a un pase exclusivo por cortesía de Fox España y en esta entrada os contamos qué nos ha parecido.
Sinopsis
Año 1946, Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. Rachael Morgan (Keira Knightley) llega a Hamburgo para reunirse con su marido, Lewis (Jason Clarke). La ciudad está en ruinas y es pleno invierno. Este coronel británico recibe la misión de reconstruir la destruida ciudad. Al mudarse a su nueva casa, Lewis toma una inusual decisión: compartirán esta gran casa con sus antiguos propietarios, a los que se les había requisado su propiedad. Ellos son Stephen Lubert (Alexander Skarsgård), un viudo alemán y su atormentada hija. En esta atmósfera cargada, la hostilidad y el dolor dan paso a la pasión y la traición.
Fraternidad en la guerra
Si algo nos han enseñado los conflictos armados es que no hay diálogo que pueda evitar una buena trifulca y que los bandos, sean cuales sean, no escatiman en maldad cuando del arte de la guerra se trata. ¿Por qué digo esto? Porque tendemos a discernir entre buenos y malos, entre héroes y villanos, pero lo cierto es que en la guerra todos los participantes son asesinos sin miramientos.
El nazismo quizá sea una de las ideologías más tratadas en pantalla desde que el cine es cine. Quizá por ello, si los estudios quieren seguir indagando en el tema, haya que mostrar puntos de vista distintos, algo que El día que vendrá (James Kent, 2019) realiza sin demasiado acierto. Y no lo digo porque la película sea un fiasco total -en absoluto-, sino porque el tema está ya demasiado trillado y sólo pequeñas genialidades pueden mantener el interés del espectador.
Vayamos por partes. El film se esfuerza en mostrar a los aliados -centrados en las tropas británicas-, una vez ganada la guerra, como monstruos al nivel de aquellos que combatieran en las tropas de Hitler. Algo que consigue pero que sepulta bajo una trama amorosa que ya hemos visto en infinidad de ocasiones.
‘El día que vendrá’: amor en tiempos de postguerra
Sin ningún tipo de pudor, El día que vendrá lo apuesta todo al relato amoroso que implica a su terna protagonista. Estamos ante la típica propuesta que indaga en los recovecos de la postguerra, agudizando las sensaciones vividas por los supervivientes cuando el conflicto se mide por vencedores y vencidos, potenciando además esa dualidad entre británicos (Knightley y Clarke) y alemanes (Skarsgård y Thiemann).
En ese sentido, puede decirse que la cinta consigue lo que pretende, hacer entender al respetable que no todo es blanco o negro. No obstante, esa intención de retratar el conflicto palidece ante el romance a tres bandas que hace avanzar la trama -tan dulce como predecible-. Algo realmente incomprensible, más aún cuando la atmósfera está tan cuidada y rebosa un aroma elegante y refinado; como oír el Claro de Luna sonando en las teclas de un Steinway.
Debo decir que, aunque previsible, el romance planteado sigue funcionando gracias al buen hacer de sus protagonistas. Aunque la que más despunta es Keira Knightley, en ocasiones algo más impostada y en otras absolutamente entregada a la emotividad, su química con Alexander Skarsgård es innegable. Tampoco se queda atrás Jason Clarke, cumpliendo cada vez que su rol se ajusta a lo secundario. Cierran unos correctos Flora Thiemann y Martin Compston.
Veredicto
El día que vendrá es una película de contrastes; todo lo que gana en la parcela romántica lo pierde en interés frente al momento histórico. Un intento incompleto por recuperar la emotividad de un conflicto que se resiste a abandonar las salas de cine.