Muy buenas a todos, se acabó el invierno y con ello las series que nos han acompañado durante estos 3 meses. Entre ellas se encuentra la serie anime de la que vamos a hablar hoy en esta reseña: Dr. Stone 2. También conocida como Dr. Stone: Stone Wars, es la temporada 2 de Dr. Stone, serie que se estrenó el pasado 2019 y fue todo un éxito. Adapta el manga homónimo del dúo formado por Riichiro Inagaki y Boichi de la Shōnen Jump. El manga llega a España gracias a Ivrea y las dos temporadas del anime se encuentran disponibles en la plataforma Crunchyroll.
Antes de empezar, hay que dejar claro que las siguientes líneas cuentan con algunos spoilers sobre la trama. En caso de no querer ningún destripe argumental, recomendamos ver la serie o leer el manga. ¡Vamos allá!
Senku es un joven extremadamente inteligente con un gran don para la ciencia y una ácida personalidad, y su mejor amigo es Taiju, que es muy buena persona pero más apto para usar los músculos que para pensar. Cuando tras cierto incidente toda la humanidad acaba convertida en piedra, ellos logran despertarse en un mundo miles de años después, con la civilización humana completamente desaparecida y con toda la humanidad congelada en piedra como ellos estuvieron. Ahora es su obligación rescatar a la gente y crear un nuevo mundo.
Dr. Stone 2, reseña anime
Lo que en la primera temporada fueron experimentos científicos de necesidades más bien básicas, en esta nos encontramos tecnología mucho más moderna: tanques e incluso radios, en un mundo donde aún no tienen agua corriente. Es especialmente emocionante ver cómo crean esta tecnología moderna con elementos creados durante la primera temporada. La ciencia lleva a más ciencia. Gracias a esto, la trama avanza de forma más trepidante, ya que no tienen que pararse en hacer tantas explicaciones técnicas como en la primera, y deja lugar para más acción.
No obstante, Stone Wars se resuelve relativamente rápido, aunque en ocasiones me resulta un tanto infantil. El cómo se zanjan los problemas que se presentan, ya sea por querer crear escenas cómicas o por malas decisiones de guion, no tiene mucho sentido. ¿Por qué una cantante sería la portavoz de Estados Unidos para comunicarse con Japón? Además, el único personaje que decide ponerla en duda hace preguntas para conocer su identidad bastante extrañas; por ejemplo, las medidas de la cantante. Por otro lado, me ha sorprendido lo rápido que se ha resuelto el antagonismo entre Senku y el que parecía el villano central de la serie: Tsukasa.
De antagonista a protagonista solo hay un paso
Tsukasa es el villano principal de la serie desde el primer momento en el que aparece. Es un joven con una gran fuerza que decide comenzar un mundo sin adultos, mientras que Senku quiere traer a toda la humanidad a la vida de nuevo. Tsukasa se dedica a ir rompiendo estatuas de adultos incluso, dándole un gran dramatismo a lo que ocurre porque, en teoría, los está matando. Y parece una persona con ideales claros y métodos férreos.
Todo esto queda en nada en la friolera de un flashback, en el que le dan trasfondo a su vida anterior, te intentan meter empatía por la boca, de un personaje del que no sabes mucho más de lo mencionado en el anterior párrafo. Y se sacan de la manga a una hermana en coma, de la que tampoco tenemos constancia en ningún momento, ni se insinúa su existencia. Además, gracias a un deus ex machina (el líquido milagroso), todas sus actividades asesinas perpetradas con anterioridad, quedan resueltas y sin mayor importancia.
Calité
La animación se mantiene en la misma línea que la que pudimos disfrutar en su primera temporada. TMS Entertainment cumple y deja una serie agradable visualmente y una banda sonora bastante bonita. Tiene alguna que otra escena estática y un abuso de los flashbacks para mi gusto, sobre todo tratándose de una temporada con tan pocos capítulos. Pero teniendo en cuenta la situación laboral de los animadores japoneses, no vamos a enfadarnos por que intenten ahorrar un poco.
Conclusiones
En líneas generales, ha sido una buena segunda temporada, dejándonos con ganas de más. El final te deja con la miel en los labios por saber cómo van a continuar sus aventuras Senku y compañía, y eso siempre es positivo. Por desgracia, la frescura con la que percibimos la primera temporada, al tener una resolución de problemas diferente a lo que solemos ver en el medio, en esta segunda temporada ya no causa ese efecto. Volvemos a caer en la sensación de estar viendo algo repetitivo, de lo que suelen pecar los shōnen generalmente.
- Corrección: Guillermo Ruiz
