Crónicas de un viajero
¡Hola, muy buenas! Soy Marcos Wagih, y hoy vengo a hablaros de Winter Freak. En primer lugar, y antes de comenzar con esta mi crónica, me gustaría agradecerle a Laura Morales Izquierdo su dedicación, pasión y entrega con la cámara, a Inma Cárceles por su infinita paciencia y a Victoria García por su inagotable energía, paciencia, ayuda y amabilidad. Una vez dicho esto… ¡Ya podemos comenzar!
Winter Freak 2017: un evento de calidad
A continuación, una pregunta: ¿Qué es Winter Freak? Winter Freak es un salón del manga y la cultura alternativa —celebrado en Murcia— que abarca muy diversas ramas de ocio; mangas, animes, videojuegos, dibujos, cómics, juegos de mesa, etc. son las principales opciones, mas no las únicas. Ellos mismos se definen como el producto de la unión de varias asociaciones juveniles y culturales de la región.
Podemos considerar, por lo tanto, que es un evento relativamente joven, con grandes expectativas de futuro y un gran crecimiento por delante. Personalmente, lo recomiendo encarecidamente. Sus fallos, sin lugar a dudas, se explican por la juventud del propio evento. Sin embargo, sus aciertos superan con creces cualquier error que se le pueda encontrar. De hecho, si las circunstancias lo permiten, no dudaré en volver el año que viene; me lo he pasado genial y me ha encantado la experiencia. No era mi primera visita, cierto es, mas sigo considerándolo como uno de los grandes salones del año.
Distribución y organización
Sinceramente, creo que la organización del espacio de Winter Freak ha rozado el sobresaliente. En efecto, me encantó la distribución que se realizó; las diversas zonas de ocio, en términos generales, estaban bastante bien distribuidas. Por un lado, y nada más entrar al evento, nos encontrábamos con dos cosas: información, siempre muy accesible y reconocible, y la isla de estands de los artistas invitados. Dicho de otra manera, lo primero que uno veía era una isla de los artistas, lo cual me parece genial. De diez, sin lugar a dudas. A pocos metros, y cercado por un oportuno vallado, la zona de juegos de mesa.
Tras atravesar este primer sector, lo siguiente que uno se encontraba era con el grueso del salón. No sabría deciros el tamaño en metros cuadrados exacto, pero el espacio era bastante grande. Para simplificar la lectura, dividiré esta segunda zona en áreas: gradas, sector central, estands, escenario grande, sector comida y acampada. Es importante señalar que todos quedaban conectados al formar parte del mismo… pabellón, por así decirlo.
Gradas y sector central
El sector de las gradas estaba compuesto por —tal y como su nombre índica— gradas. Frente a ellas, una pantalla gigante nos permitía seguir el torneo de League of Legends allí celebrado. Con las gradas a nuestras espaldas, a un lado, se habilitaron algunas zonas para el desarrollo de diversas actividades; muy cerca se desarrollaron otros torneos de videojuegos igual de destacables. Por otro lado, se abrieron «pequeños espacios» para actividades tales como soft combat. En la zona central, entre otras cosas, destacaron las casetas que acogieron a New Home PC, por un lado, y a la siempre increíble Facultad de Bellas Artes de Murcia. Con ellos, hace algún tiempo, tuvimos el placer de charlar.
Muy cerca, el llamado «escenario pequeño». Allí fueron acogidos diversos invitados muy especiales, tales como el gran Keunam, con quien tuve el soberano placer de charlar un rato. Próximamente, además, os traeremos una entrevista con él. Alrededor del escenario, viejos conocidos del panorama decidieron hacer acto de presencia: Just Dance y Guitar Hero triunfaron a lo largo de los dos días.
Sector estands
Fue, probablemente, la zona de mayor afluencia. Me gustó, sinceramente, mucho la forma en la que quedaron distribuidos los estands comerciales. Había bastante espacio para caminar y, como cosplayer —sí, fui con cosplay—, no tuve demasiados contratiempos para pasear tranquilamente. En determinadas horas del día, eso sí, hubo momentos de tráfico congestionado, pero es algo realmente normal. No se puede esperar, al fin y al cabo, que un salón de cultura alternativa de tal envergadura no tenga momentos tales como aquel. La afluencia de gente es impresionante, por lo que es algo completamente natural.
Al salir del sector de los estands, en el espacio entre el escenario grande y los propios estands, se encontraba la zona de los videojuegos. En este punto, empero, encontramos uno de los pocos fallos de Winter Freak: la distribución de algunos espacios. El estand de Hawk Image and Design —a quienes tuvimos el placer de entrevistar— por ejemplo, acabó encajonado entre la zona de meet & greet y los videojuegos. No fueron muchos los afectados por el mismo problema, pero bien es cierto que hubo algunas zonas con un acceso algo más… complicado. Aquí tenéis un par de imágenes más sobre la distribución de los estands: imagen 1 e imagen 2.
Escenario grande, sector comida y meet & greet
Del escenario grande y el sector comida no puedo, en realidad, decir demasiado. Era la zona con mayor espacio de todo el salón; resultaba realmente sencillo ser espectador de los concursos de cosplay y los eventos desarrollados en dicho escenario. Muy cerca, pero en el lado opuesto, se habilitaron los estands de los diversos invitados del evento: Gotrek —protagonista de una de las entrevistas más divertidas realizadas—, Calssara, J Stryker, Atsukine, Pirata Cristina… todos y cada uno de ellos fueron un verdadero amor. Cierto es, asimismo, que la zona de meet & greet se vio sobrepasada por momentos, mas lo considero normal. Winter Freak es, como he dicho, un salón relativamente joven, y esta clase de… problemas, por llamarlos de alguna manera, son lógicos.
Acampada y horario
La zona de la acampada, finalmente, estaba separada del resto del salón por un… vallado —no hay forma más gráfica de explicarlo, la verdad— de gran altura. No se podía acceder sin la acreditación necesaria que te identificaba como campista, así que todo correcto. Es aquí, pues gracias a la amabilidad de Winter Freak pude asistir a la acampada, donde encontré, quizá, uno de los defectos más notorios del salón: faltaba algo de espacio.
Todos los campistas disfrutaron —que no quepa la menor duda— de su lugar, pero es cierto que se echaron en falta algunos metros más. Ciertas zonas estaban bastante congestionadas por la cantidad de tiendas de campaña, y moverse por el lugar era algo difícil. Es, por suerte, algo con fácil solución; estoy seguro de que han tomado nota. Además, esto no empaña el buen hacer de la organización. Hubo, por otro lado, una serie de problemas con algunos campistas. Pese a todo, no deja de sorprenderme el hecho de que hay gente que parece no saber que es una acampada…
Por otro lado, el horario me dejó —simple y llanamente— pasmado. La cantidad de actividades, talleres, charlas, etc. que había era asombrosa. Hubo momentos, incluso, en los que uno no sabía qué hacer, y eso es lo mejor. El precio, sin lugar a dudas, estuvo más que justificado teniendo en cuenta la variedad temática de actividades para realizar. Es posible que el mayor problema —tal vez «problema» no sea el término más adecuado— fueron los concursos de cosplay. Quisiera aclarar, antes de nada, que me refiero a su localización dentro del horario. No le busquéis segundos significados, pues no los hay.
A continuación, fotos de algunas de las exposiciones presentes en Winter Freak: Gunplas, de la asociación Newtype; Ball Jointed Dolls, de la asociación Mundo Resina.
Concurso de cosplay
A diferencia de los salones a los que suelo asistir, concurso individual y grupal se realizaron seguidamente. El problema, en realidad, lo tuvieron los participantes del concurso grupal. Al no encontrar en el horario físico una separación tajante entre un concurso y otro, no sabían si iban antes o después del individual. Entonces, ¿qué pasó? Muchos tuvieron que esperar varias horas antes de salir. Esta práctica, pese a todo, no es inusual en otros eventos de característica similares. Creo que con una simple línea dentro del propio horario, un pequeño espacio —que simbolice alguna clase de descanso para el jurado, por ejemplo— o algo similar ayudaría a solventar esta vicisitud. Asimismo, me gusta más —en lo personal— la división de concursos en días, pues considero que, de otra manera, el domingo «flojea» un poco en comparación al sábado. Era esto a lo que me referí pocas líneas antes.
De igual forma, el concurso de cosplay me dejó sin palabras. En primer lugar, el jurado. Los miembros del jurado demostraron una paciencia, un saber estar y una capacidad digna de elogio. Por otro lado, los cosplayers… ¡Que nivel de cosplay! Sinceramente, llevaba mucho tiempo sin ver tanta calidad reunida en un mismo sitio. El premio del concurso individual, sin duda alguna, lo merecía: una plaza para el Magic International Cosplay Masters de Mónaco. Tanto los ganadores como las menciones especiales, y aquellos que no tuvieron tanta fortuna, fueron increíbles.
Mención especial a los presentadores, Larxenne —muy pronto podréis disfrutar de su entrevista— y Shino. Lo dieron todo, y lograron dar un verdadero espectáculo.
Conclusiones
Winter Freak es un salón del manga y la cultura alternativa muy notable; es una opción altamente recomendable tanto para los avezados a los salones como para los «novatos». El balance del evento es completamente positivo, pues estamos ante una experiencia única y divertida. Asimismo, el trato recibido ha sido inmejorable.
Agradecimientos a los organizadores y los invitados por su calidad humana y empeño, y a los voluntarios por su esfuerzo y entrega.
Y hasta aquí mis crónicas de Winter Freak… ¡Hasta la próxima!
P.D. A lo largo del evento realizamos, principalmente el domingo, diversas fotos a los cosplayer allí presentes. A lo largo de los próximos días, las iremos subiendo a nuestro instagram. Si queréis ser mencionados o etiquetados, no dudéis en dejarnos un comentario.