Análisis de Visions of Mana, el juego que los amantes de los JRPG esperábamos de Square-Enix

Square-Enix vuelve a explorar sus raíces con una saga que regresa y devuelve a la franquicia a lo más alto después de 15 años de ausencia.

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El mes más caluroso del año no podía terminar sin su último gran lanzamiento, Visions of Mana está a punto de llegar al mercado y nosotros ya tenemos listo nuestro análisis. Se trata del regreso de una franquicia que llevaba 15 años en el exilio y regresa con un JRPG de acción a la altura de otras grandes producciones.

Como si de un cuento de hadas para adultos se tratase, viviremos una aventura de fantasía, magia y mucho color que no dejará indiferente a los amantes del género. Y es que, tenemos motivos de sobra para pensar que este es el título que los fans de Square-Enix llevaban tiempo esperando.

Una aventura, que sin ser una revolución, aporta todo lo que esperábamos de una gran aventura. Por supuesto, hay apartados que pasan factura a la IP, pero al final lo bueno siempre compensa y en este juego más. Quedaros leyendo para descubrir porque recomendamos con creces el regreso de la saga Mana y por qué Square Enix debería seguir apostando por títulos así.

Análisis de Visions of Mana: el periplo de los exvotos al Árbol del Mana

El mundo vive en paz gracias a la bendición del árbol del Mana, aunque para ello, cada cuatro años un séquito de exvotos deben sacrificarse para que todo siga prosperando. Bendecidos por la luz de cada espíritu elemental, recorrerán el mundo para reunirse y concluir su viaje en la raíz del árbol, donde darán su vida por el bien de la humanidad. Sin embargo, esto plantea serias dudas en los exvotos, que deben de dar su vida por este fin.

Y es que si hay amor de por medio, tus sueños pueden interponerse en tu visión del deber, llegando a poner en duda hasta tus creencias más profundas. Este es el gran dilema que nos propone Visions of Mana, donde Val comienza su viaje como protector de Hinna y el resto de exvotos. Sin embargo, los sentimientos de ambos son cada vez más fuertes, y cada vez tienen más dudas de si hacen lo correcto sacrificando sus vidas por ello.

De este modo, nos encontramos con un juego al que no le falta de nada, y pese a su estética infantil, contiene varios pilares que lo convierte en una historia muy adulta. Amor, creencias, traición y desesperación, argumentalmente no le falta de nada. Si bien es cierto, en ocasiones la trama se vuelve obvia, cuenta con varios giros de guion que no siempre nos esperamos. A esto le sumamos lo profundamente bien desarrollados que está cada personaje, con una personalidad muy marcada y a la vez entrañable.

Y es que desde el correcto Morley a la escandalosa Karina, a todos les cogeremos cariño rápidamente gracias a su desarrollo y la personalidad que tienen. En total, más de 30 horas de aventura principal, que puede doblarse perfectamente si vamos por el 100%. Pasaremos con ellos tiempo de sobra para conocerlos, y más allá de sus capítulos, seguirán dando importancia a la trama por lo que continúan desarrollándose.

Combates divertidos, varios y con multitud de opciones en su sistema de oficios

Análisis Visions of Mana
El juego está lleno de referencias a otros títulos de la saga.

A nivel jugable estamos ante una evolución de lo visto en Trials of Mana, introduciendo, eso sí, varias novedades que lo hacen más estratégico. Por ejemplo, por fin podemos cometer combos aéreos. Pese a sus mecánicas de acción (algunas recuerdan con mucho gusto a la primera entrega de Kingdom Hearts), el juego hace uso de un buen sistema de debilidades y resistencias que debemos tener muy en cuenta en todo momento. Y es que aprovechar los puntos débiles elementales de los rivales será vital para hacerles más daño.

Para ello, contamos con todo un abanico de habilidades enfrascado en un completo sistema de oficios. Cada personaje jugable (cinco en total) cuenta con ocho oficios diferentes más el base, convirtiéndolo en una opción muy completa. Cada oficio representa uno de los ocho elementos que hay, y para ir desbloqueándolos, debemos encontrar la reliquia que le corresponde. Eso sí, una reliquia solo puede usarse en un personaje simultáneamente, por lo que debemos ajustar bien la que usamos a nuestra estrategia. Eso sí, no hay dos clases iguales, por lo que el abanico es enorme.

Y es que además, cada oficio cuenta con una rama de habilidades, que podremos desbloquear a medida que conseguimos puntos. Eso sí, desbloquear estos, no es tan completo como en otros juegos con los que comparte género, pero si lo hace entretenido. A esto le añadimos el sistema de semillas, que nos permite equipar habilidades activas y pasivas al gusto. De este modo, aunque usemos un determinado oficio, podemos usar habilidades de otros, por lo que el abanico de posibilidades es inmenso.

Por sacarle una sola pega a este completo sistema, solo tendremos que dominarlo y aprovecharlo al máximo en las dificultades más altas. Esto significa, que en dificultades más bajas podemos jugar de un modo más convencional y directo, pero sin matices. Como siempre, quien quiera sacarle el máximo partido a este sistema, hará destrozos con el enemigo, quien no, jugará de un modo más monótono.

Rompecabezas desaprovechados y un mundo precioso

Análisis Visions of Mana
El único juego relacionado con Final Fantasy donde puedes convertirte en moguri, kupó. | Análisis Visions of Mana

Las mismas reliquias que nos permiten cambiar de clase también pueden ser usadas como habilidades especiales combate. Por ejemplo, la del elemento tiempo nos permite paralizar a los rivales en combate, algo extremadamente útil, pero hay más. También se pueden usar fuera de batalla, y cada una cuenta con un uso distinto que nos permite entre otras cosas llegar a salientes más altos, o abrir nuevos cambios. Esta función sería mucho más útil si se hubiera elaborado un sistema de rompecabezas más profundo.

Sí, hay mazmorras, bastante más lineales que los segmentos exteriores, y tienen algún que otro uso, pero no llegan a ser rompecabezas como tales. Creemos que aquí el estudio ha perdido una ocasión de oro para hacer algo divertido también fuera de las batallas, francamente, echamos de menos esos JRPG cargados de puzles que le quitaban cierto protagonismo a los combates.

Gráficamente es IM-PRE-SIO-NAN-TE.| Análisis Visions of Mana

Si os creíais que el sistema de combate es el plato fuerte del juego, esperad a que os hablemos de sus gráficos. Hacía años que Square Enix no explotaba tan dignamente un motor gráfico cel-shading, concretamente desde Dragon Quest XI. Estamos ante escenarios de mundo semi-abierto perfectamente interconectados por ciudades y aldeas. Pese a no ser tan amplios como podría, cuentan con un nivel de detalle altísimo, no han pasado por alto ni una sola esquina.

Además, todo escenario es plenamente explorable, contando con picos montañosos y zonas más elevadas que requerirán el uso de altos para llegar. Además, los mapas están llenos de tesoros, recompensas y algún coleccionable, por lo que la exploración está muy potenciada. Respecto a las ciudades y aldeas, hay más de una docena de ellas, pero no hay dos iguales. Y es que cada una representa una cultura y un modo de vida distinta. Si bien es cierto, los NPC no están tan bien construidos, si vemos muchas diferencias gracias a que el juego consta de varias razas.

Dentro de ellas, podremos también irnos de compras, donde cada personaje cuenta con hasta tres tipo de armas diferentes. Al igual que el equipo, cada miembro usa una determinada tipo de pieza.

Por poner alguna pega a este aspecto, algunas texturas y movimientos de los NPC están faltos de naturalidad. Por ejemplo, los ojos de algunos personajes en escenas son muy ortopédicos, y la expresión labial inexistente, pero son detalles pequeños.

Técnicamente, lleva el cel-shading a un nuevo nivel

Análisis Visions of Mana
Gracias a las reliquias podremos hacer algunas cosas en el escenario para abrirnos camino, pero sin grandes complicaciones.

Como os decíamos más arriba, el juego parece llevar este motor gráfico a un nivel más alto, pese a contar con ciertos altibajos. Sin embargo, a nivel de color, magia y simpatía, tiene pocos rivales.

A nivel auditivo es otra preciosidad, creando una perfecta cohesión con los escenarios, diseños y la misma trama. Sus compositores, ya habían trabajado en otras entregas de la saga, así como obras de Square-enix donde se incluye algún Final Fantasy, y el resultado es obviamente bueno.

Por cierto, contamos con dos opciones de escalado de gráficos, uno centrado en el rendimiento y otro en la calidad. Para esta clase de títulos, preferimos sin duda una tasa de fotogramas más alta, aunque la elección siempre es personal.

Las voces también cuentan con selector, tanto en japonés como en inglés, donde nuevamente, la preferencia va al gusto del consumidor. Eso sí, estamos ante un precioso cuento de hadas con cierto estilo anime, por lo que jugar con voces en japonés es lo ideal.

Análisis de Visions of Mana, ningún amante de los JRPG se lo debería de perder

Pese a tener mucha acción, el uso de objetos o habilidades puede tener un ritmo más pausado.

Visions of Mana es mucho más que un cuento de hadas con un trasfondo adulto, mucho más que un sistema de combates divertido y variado, y mucho más que un montón de gráficos bonitos. Es el rumbo que llevábamos tiempo pidiéndole a Square-Enix que reconduciéra.

Por supuesto, cuenta con algunos pequeños errores que pese a no estropear la experiencia, se pueden apreciar, donde quizás, el más doloroso de todos es la falta de rompecabezas o algún minijuego que rinda homenaje al género.

Pero más allá de eso, ningún amante de los juegos de rol japoneses, ya sea de acción o por turnos, debería perdérselo. Una obra que sin duda se merece tener éxito en el mercado y donde ojalá, no tengamos que volver a esperar 15 años para volver a disfrutar.

  • Su historia está llena de trasfondo, al a vez que nos cuenta un cuento de hadas.
  • Gráficamente es la evolución de este tipo de juegos.
  • A nivel de combate es impecable, divertido y muy variado, podemos coger nuestro propio rumbo.
  • Pese a tener buena exploración, le falta algún rompecabeza o minijuego.
  • Falta de expresividad en algunas facciones físicas.

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