Sin duda alguna, el análisis de The DioField Chronicle era uno de los que más ganas teníamos de traeros. Desarrollado por Square Enix, se presentó —allá en su momento— como una de las propuestas tácticas más notables de 2022. Con jugabilidad en tiempo real, estética muy nipona y una premisa al más puro estilo vieja escuela, lo tenía todo para conquistar a propios extraños.
Ciertamente, aunque con algún que otro «pero» entremedias, lo ha conseguido. Su concepto de rol táctico es de los que gustan, sobre todo si tenemos en cuenta la buena relación entre aprendizaje y complejidad. Al mismo tiempo, ofrece un gameplay muy bien construido, aunque falla fuertemente en la narrativa. Además, nos ha dolido mucho que no venga con textos en castellano, aunque el inglés que emplea —salvo ciertos fragmentos— es bastante sencillo.
Esto último nos ha chocado mucho teniendo en cuenta que la editora es Square Enix, una de las más grandes del mundo. El juego, desarrollado en colaboración con el estudio Lancarse, se las prometía todas consigo, pero este pequeño detalle nos ha dejado un poco fríos. Dejando eso a un lado, el resto de elementos sí que nos han gustado mucho.
Análisis de The DioField Chronicle, un juego de rol táctico en tiempo real
No obstante, queremos empezar por el apartado más flojo del juego: el esqueleto base de la narrativa. A grandes rasgos, The Diofield Chronicle nos cuenta la historia de un grupo de mercenarios que se ve envuelto en una guerra a tres bandas. La historia nos sitúa en la isla de DioField y el reino de Alletain. Tras 200 años de paz, el lugar se ve envuelto en las llamas de la guerra por culpa del conflicto entre el imperio de Trovelt-Schoevian y la alianza de Rowertale.
Una vez que el imperio derrota a la alianza, centra su atención en Alletain y, más concretamente, en DioField. A fin de cuentas, esta isla es un poquito especial, pues dispone de recursos mágicos más bien infrecuentes en el resto de territorios. Bajo este contexto se movilizará nuestro grupo de mercenarios, Blue Fox. Liderados por Andrias Rhondarson, se convertirán en uno de los principales baluartes de Alletain durante la guerra, pero…
Lejos de innovar, The Diofield Chronicle se deja llevar por los tópicos del género de la fantasía con una historia más bien arquetípica. Si bien es cierto que la narrativa discurre de manera adecuada y el entramado es interesante, no presenta nada especialmente nuevo. Con un ritmo bastante trepidante y un guion muy directo, ataca desde el primer momento, tanto para lo bueno como para lo malo.
Una historia de rol táctico, fantasía y contextos medievales
Por un lado, The Diofield Chronicle tiene una dirección muy marcada. Sin grandes sobresaltos, construye una historia con una base sólida y un argumento bien definido. Por el otro, se pierde demasiado en esa celeridad narrativa que tanto le acaba caracterizando. Así pues, lo que consigue es crear un lore y un universo atractivos con una premisa divertida, pero con unos personajes que apenas se lucen y un argumento algo previsible.
En el proceso veremos como la política toma forma y las muy diversas casas nobles actúan en consecuencia de los eventos. Así pues, logra definir relativamente bien (aunque con carencias evidentes) el entramado sociopolítico de Alletain al tiempo en que alerta sobre las desgracias propias de la guerra. Lo consigue con escuetas cinemáticas, sendas conversaciones entre personas y narrativas incrustadas dentro del gameplay. Recuerda, en cierto modo, a Triangle Strategy, ya que en muchas ocasiones veremos como una imagen fija y un narrador omnisciente nos ponen al día de la situación.
Por desgracia, esto pierde algo de impacto cuando los personajes demuestran ser demasiado planos. Más allá del protagonista, nuestros camaradas tienen motivaciones demasiado fijas y construcciones demasiado simples. Por ejemplo, Waltaquin Redditch es una joven noble que aprendió a utilizar la magia en la iglesia. Durante el primer capítulo, aparece en el centro de mando de nuestros mercenarios solicitando ayuda.
Una narrativa entretenida con una línea demasiado simple
Al parecer, su ciudad está bajo asedio por culpa de un conflicto de intereses entre las familias nobiliarias y ciertos mercaderes. La cosa escala muy rápido y termina en un enfrentamiento armado. Consecuentemente, partimos en su ayuda, pero la cosa no termina bien para su familia. Cuando llegamos a su mansión, aunque no vemos ningún cadáver, descubrimos que gran parte de sus seres queridos podrían estar muertos.
No hay nadie en ninguna parte y el pueblo había sido atacado por una horda de no muertos. El caos es total y la idea de que hay una mente maestra tras la aparición de estos últimos aparece más pronto que tarde. Vale, ¿y cuál es el problema? Pues que Waltaquin asume con toda la naturalidad del mundo que su familia podría estar muerta.
En lugar de mostrar pesar, se limita a dar una breve explicación justo antes de unirse al grupo de nuestro protagonista tras un breve ofrecimiento. Sucede algo parecido con Iscarion Colchester, un caballero errante que se une a nuestro héroe tras una única misión juntos después de afirmar que siempre había valorado muy positivamente su independencia. ¿Y por qué se une?
Pues porque, mágicamente, descubre que trabajando solo tiene límites tras alabar a los Blue Fox: «No sois unos mercenarios cualesquiera, no buscáis solo dinero». Dicho y hecho: seamos amigos.
El argumento puede fallar, pero el gameplay es muy sólido
Dicho esto, podríamos considerar que los personajes y los diálogos, por culpa de las prisas, son lo que más fallan. Por suerte, el resultado final es entretenido, aunque de esto tiene la culpa el gameplay. Ciertamente, al igual que sucede con otros títulos del género de Square, la verdadera fuerza reside en la jugabilidad. Ahí The Diofield Chronicle sí que se hace grande.
Como juego de rol táctico, funciona muy bien. Recuerda, en cierto modo, a títulos como Triangle Strategy o Final Fantasy Tactics por el sistema de habilidades, mas lo cierto es que se acerca mucho más a Diginity Original Sin II o SpellForce 3… salvando las distancias obvias, claro está. Grosso modo, The Diofield Chronicle es un título de rol táctico en tiempo real con habilidades especiales, sistema de magias e «invocaciones».
Citando a Jack el Destripador, vayamos por partes. En primer lugar, hablemos del rol táctico. Lo nuevo de Square se define como tal porque construye su jugabilidad en torno a un grupo de personajes con profesiones predefinidas. Podemos diferenciar entre Soldier, Cavalier, Sharpshooter y Magicker. Los primeros son unidades a melé con diversas características, mientras que los segundos combaten a distancia.
Dispondremos, por tanto, de infantería y caballería de combate, arqueros y magos. Como es lógico, cada uno tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Será nuestra responsabilidad gestionar los grupos de combate a través de esto, teniendo en cuenta, eso sí, que en la mayoría de escenarios controlaremos a un grupo de cuatro unidades. En ese sentido, es fácil encontrar el equilibrio.
Sencillez reconvertida en complejidad mediante una gran curva de aprendizaje
Sabiendo esto, The Diofield Chronicle construye su gameplay sobre una premisa muy simple en donde hasta los más novatos pueden disfrutar de la experiencia. Poco a poco, mediante una curva de aprendizaje muy bien llevada, va agregando nuevos componentes. Así pues, tras unas dos horas de juego, acabamos descubriendo todo. Vale, ¿y qué incluye ese todo? Pues lo cierto es que bastantes cosas.
Aunque los grupos son de cuatro, tendremos 13 unidades obligatorias diferentes, así como unas pocas más adicionales. El número, todo sea dicho, se nos queda un poco corto, pero en líneas generales funciona bien. Sobre todo si tenemos en cuenta que durante los combates, en realidad, pueden intervenir hasta 8 unidades. ¿Cómo? Mediante un sistema en el cual las unidades seleccionadas cuentan con un compañero de apoyo, el cual no solo les potencia en combate, sino que les da acceso a sus habilidades en combate.
Y es que, en efecto, The Diofield Chronicle incluye un sistema de habilidades definido por clases. Cada unidad dispondrá de una serie de técnicas especiales en función del arma que lleve equipada y su arma, así como de las que desbloqueemos en el árbol de habilidades que hay. Este último, por cierto, funciona de manera común entre los tipos de unidades. Es decir, que hay cuatro árboles unificados a través de Soldier, Cavalier, Sharpshooter y Magicker.
Una jugabilidad muy bien planteada
Suena extraño, y lo es, pero este es uno de los puntos más interesantes. Lejos de crear un sistema excepcionalmente complejo, simplifica las cosas para que hasta los novicios puedan disfrutar del género. Y entretanto, los «comíos» (un saludito a la gente de Memory Cast) del género pueden hacer auténticas virguerías para sacarle todo el jugo a la experiencia.
En ese sentido, alabamos el trabajo de Square y Lancaster, pues han sabido plantear un sistema muy interesante, entretenido y divertido. Un sistema, eso sí, que se desarrolla en tiempo real. Lejos de lo que cabría esperar, y es por eso que lo distanciamos de Triangle Strategy y nos acercamos a otros juegos de rol, el combate va segundo a segundo. Así pues, nuestras unidades se desplazarán y combatirán en tiempo real —válgase la redundancia— con una sola excepción: las habilidades.
Mientras interactuamos con el entorno (habrá puentes levadizos, barricadas que podemos destruir, etc.) podemos utilizar esas habilidades que ya hemos mencionado. Estas tienen diferentes capacidades y áreas de efecto. Así pues, el estudio, con buen tino, decidió que, mientras las utilizamos, el tiempo se para. De esta manera podemos apuntar mejor y construir nuestra estrategia de manera más efectista.
Como detalle, ya que es un aspecto que también debemos tener en cuenta, se construye en torno a un sistema de misiones principales y secundarias. Podremos acceder a ellas mediante un tablero que funciona como mapa de estrategia. Es secuencial y se divide en capítulos.
Análisis de The DioField Chronicle, un buen juego para novatos y expertos
Dicho esto, poco más nos queda por contaros. Os podemos decir que, al igual que en casi cualquier título de rol, disponemos de un sistema de niveles. Además, hay una serie de invocaciones —por denominarlo de alguna manera— que funcionan a través de una barra que se va cargando conforme peleamos. En general, podemos decir que The DioField Chronicles es un juego de rol táctico en tiempo real que sabe dónde están sus puntos fuertes y funciona muy bien dentro del género.
Y si bien es cierto que la narrativa falla, creemos que lo compensa con su jugabilidad. También con la dirección artística, aunque ese es otro tema. Ahí no podemos daros una opinión objetiva, pues depende del gusto de cada uno. A fin de cuentas, The DioField Chronicles es un lanzamiento muy particular que mezcla narraciones con imágenes estáticas al más puro estilo Triangle Strategy y secuencias animadas en un 3D muy singular.
Sobre la banda sonora, queriendo no extenderme mucho más, inspira la epicidad necesaria cuando toca. Acompaña bien, se intensifica cuando es necesario y adopta un plano más secundario cuando se le pide. Al igual que siempre, ahí Square no falla. Por lo tanto, podemos concluir que, en líneas generales, The DioField Chronicles es un gran juego de rol táctico que falla en la narrativa, pero que cumple con muy buena nota en lo jugable. Eso sí, nos sigue doliendo la falta de textos en castellano.
- El gameplay. El juego es simple y complejo al mismo tiempo.
- Diseño apto para novicios y veteranos.
- La banda sonora, como siempre en Square, es de gran calidad.
- El lore está bien construido y la historia, aunque sencilla, llega a ser interesante.
- El sistema rolero está bien construido. Profundo, pero accesible.
- El combate en tiempo real con pausas es fluido y dinámico.
- Desafiante, pero con curvas de dificultad y niveles bien planteados.
- La narrativa es algo floja. El argumento peca de arquetípico.
- No viene con textos en español.
- Los personajes son demasiado planos.
