Cuando me enfrento al análisis de un videojuego, suelo hacerlo desde la curiosidad y el descubrimiento, sin saber qué me espera o sabiendo muy poco acerca del mismo. Sin embargo, en el caso de remakes o remasterizaciones, la perspectiva cambia: hay un bagaje previo imposible de ignorar. Antes de coger el mando, casi siempre he escrito sobre sus tráileres, anunciado sus novedades o comentado sus detalles, pero de una manera u otra, siempre es especial.
Con Super Mario Galaxy 1 + 2 me ha pasado algo curioso: aunque los jugué hace casi 20 años (el primer Galaxy fue lanzado en 2007 y su secuela en 2010), la sensación ha sido como si fuera la primera vez. ¿Hay niveles nuevos? No. ¿Es un remake? Tampoco. Y por favor, no me preguntes si vale la pena pagar 70 € por dos títulos que ya nos hemos pasado varias veces, porque sinceramente, te diría que sí.
Bienvenidos (de nuevo) a dos de los mejores juegos de plataformas del fontanero más icónico de todas las artes visuales y cultura popular, feliz viaje a las estrellas.
Análisis de Super Mario Galaxy 1 + 2: la Galaxia perfecta


Este relanzamiento se entiende mejor si viajamos unos meses al pasado y comenzamos diciendo que para 2026, habrá una celebración muy especial: el 40 aniversario de Super Mario, el cuál fue presentado en el último Nintendo Direct. Fue allí donde se anunció oficialmente, confirmando los rumores y cumpliendo el deseo de muchos de nosotros.
Pero la sorpresa no terminó ahí: el evento también nos dejó el primer teaser de la próxima película del fontanero, titulada Super Mario Galaxy. A partir de ese momento y tras cientos de rumores acerca de formato, precios y demás, nos encontramos en la actualidad, pudiendo decir que, por fin, podemos disfrutar de todos los juegos de Super Mario Bros en 3D para Nintendo Switch.
Una vez dicho esto, en los siguientes dos párrafos, voy a hablaros como si nadie hubiese jugado nunca a ninguno de los dos Super Mario Galaxy. ¿Por qué? Porque aunque la Wii vendió más de 101 millones de unidades en todo el mundo, siempre existe la posibilidad de que, en aquel entonces, alguien estuviera viviendo en una cueva… o simplemente no tuviera la consola.

Y si ese es tu caso, créeme, ahora tienes una excusa perfecta para ponerte al día con dos de los juegos más revolucionarios del género de plataformas.Super Mario Galaxy comienza con una premisa clásica, poco innovadora pero que, como siempre, «es casa»; Bowser ha secuestrado a Peach, pero esta vez, para cambiar, se la lleva al espacio.
El bigotudo, como siempre, acude al rescate, y tras encontrarse con Estela, líder del Observatorio Cometa, inicia una aventura por el espacio para recolectar estrellas y restaurar el poder del observatorio. Cada galaxia funciona como un pequeño sandbox con físicas únicas, enemigos propios y secretos por descubrir.
Un plataformas gravitatorio


Lo que hace especial al juego es su uso innovador de la gravedad: cada planeta tiene su propio centro gravitacional, permitiendo a Mario correr por techos, saltar entre cuerpos celestes y desafiar la lógica del espacio. Todo está pensado para sorprender constantemente al jugador, desde la cámara dinámica hasta el diseño de niveles.
Super Mario Galaxy 2, por su parte, no es simplemente “más de lo mismo”. Aunque conserva el núcleo jugable del primero, introduce una estructura más directa y lineal, eliminando el observatorio para centrarse en un ritmo más rápido y desafiante.
Se suman nuevos power-ups (como la flor nube o la roca rodante), y la gran estrella invitada es Yoshi, que aporta nuevas posibilidades jugables con habilidades propias, como inflarse para flotar o comer enemigos a distancia. En ambos títulos, el control es preciso y ágil, la variedad de situaciones es constante, y cada nivel se siente como una pequeña obra de diseño.

No hay relleno, no hay rutinas: solo ideas brillantes, ejecutadas con maestría y empaquetadas en un universo visualmente inolvidable. Si queréis conocer la comparativa entre los juegos originales y las remasterizaciones, tanto para Switch como para Switch 2, os dejamos el siguiente enlace donde, El analista de Bits, nos muestras tales mejoras para ambos títulos.
Aunque esta recopilación no añade niveles nuevos ni rehace el juego desde cero, sí incluye mejoras clave que modernizan la experiencia. Destaca la adaptación del contro de la que hablaremos mas adelante, una mejor resolución con imagen más nítida, tiempos de carga reducidos y una interfaz actualizada. Sin ser un remake (que quede muy claro), esta edición logra que jugar hoy sea igual de fluido y emocionante, pero con las comodidades modernas.
La magia de las maxiestrellas en Nintendo Switch
Una de las señas de identidad más destacadas de Super Mario Galaxy y su secuela es el uso magistral de la gravedad como mecánica central. En el primer título, Nintendo rompió con las reglas clásicas del género de plataformas, permitiendo a Mario saltar, correr y explorar pequeños planetas, esferas flotantes y estructuras con su propia gravedad.

Esta innovación redefinió por completo el diseño de niveles, aportando frescura y sorpresa constante en cada mundo. Una evolución comparable a lo que vimos en Breath of the Wild y Tears of the Kingdom, donde la base sólida se expande con inteligencia sin perder su esencia.
El control, por supuesto, sigue siendo ejemplar. El salto de Mario se siente preciso, natural y perfectamente adaptado al entorno. En esta versión, se han incorporado opciones modernas que permiten jugar tanto con el mando tradicional como con los Joy-Con con sensores de movimiento, logrando una experiencia flexible sin sacrificar la fidelidad jugable original.
Y, pese a tanta innovación, Super Mario Galaxy no olvida sus raíces. La exploración, los coleccionables, los desafíos opcionales y ese equilibrio entre dificultad y accesibilidad siguen ahí, intactos. Esa mezcla de ideas rompedoras con ADN clásico es lo que hace que ambos títulos sigan siendo tan adictivos y memorables hoy como lo fueron hace más de una década.
En definitiva, Super Mario Galaxy 1+2 para Nintendo Switch no es solo una recopilación: es una reafirmación de por qué Nintendo sigue siendo maestra en diseño de videojuegos. Dos joyas atemporales, perfectamente adaptadas a la actualidad, que todo disfrutón de las plataformas (o de los videojuegos en general) debería jugar, redescubrir o, si tienes la suerte de nunca haberlo jugado, experimentar por primera vez.
Análisis de Super Mario Galaxy 1 + 2: conclusiones
Super Mario Galaxy 1+2 para Nintendo Switch no es un simple recopilatorio: es una celebración del mejor Mario en tres dimensiones, y una oportunidad de oro para redescubrir dos obras maestras que siguen deslumbrando incluso hoy. Su jugabilidad impecable, la creatividad en cada nivel y el uso innovador de la gravedad siguen siendo referentes dentro del género de plataformas.
Aunque no aporta novedades en contenido, esta versión brilla por su adaptación técnica, controles refinados y accesibilidad. Es el regreso perfecto para quienes lo jugaron en su día, y una puerta de entrada estelar para quienes se lo perdieron. Dos títulos que, juntos, forman una experiencia galáctica imprescindible en el catálogo de Switch.
Si algo empaña este lanzamiento es, sin duda, su precio. Cada juego en formato digital sale por 39€, mientras que la edición física con ambos títulos se sitúa en 79€. Esta política de precios, especialmente sin contenido nuevo que justifique el coste, puede resultar abusiva para muchos jugadores y ensombrece una colección que, por lo demás, es impecable.


- Innovador uso de la gravedad: La mecánica que permite explorar pequeños planetas y superficies con su propia gravedad sigue siendo una experiencia única y fresca.
- Diseño de niveles brillante: Cada galaxia está llena de creatividad, variedad y secretos que invitan a la exploración constante.
- Control preciso y adaptable: La opción de jugar con mando tradicional o Joy-Con con sensores de movimiento ofrece una experiencia cómoda y fiel al original.

- Precio elevado: Pagar 70€ por dos juegos que son prácticamente idénticos a las versiones originales puede resultar excesivo para muchos jugadores.
- Falta de contenido nuevo: La recopilación no añade niveles ni mejoras significativas más allá de la adaptación técnica, lo que puede decepcionar a quienes esperaban algo más.