Análisis Sonic Frontiers. Sonic se reinventa a la vez que vuelve a épocas mejores

Sonic Frontiers es la mejor entrega del erizo en muchos años, donde lo nuevo se mezcla con sensaciones del pasado

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Todavía sigo un poco en shock mientras me dispongo a escribir este análisis de Sonic Frontiers. No lo digo como algo negativo hacia el videojuego ni mucho menos. Todo lo contrario. Aún recuerdo contemplar su tráiler de presentación estupefacto. “¿¡Pero esto qué es!?”, me preguntaba una y otra vez. Bueno, después de haber fundido el juego, tengo la respuesta: una campaña de marketing muy -pero que muy- desafortunada.

Y es que Sonic Frontiers es uno de los videojuegos más divertidos que he disfrutado este año. Una entrega en la que de nuevo, tras muchos años, he podido volver a controlar a Sonic y, cuando digo controlar, lo digo en el sentido más literal. Esta es la primera gran noticia que os puedo contar sobre este nuevo título del erizo azul.

Tras muchos años de juegos que basaban su jugabilidad en correr como un misil en línea recta, donde conseguir las puntuaciones más altas consistía más en memorizar los niveles mediante ensayo y error más que en nuestra habilidad real, Sonic Frontiers se disfruta a los mandos.

Análisis de Sonic Frontiers | Destaca en la esencia más primigenia de un videojuego: divertir a los mandos

Análisis de Sonic Frontiers | Sí, también  tendremos que pelear contra un "Sharknado" de arena.
Análisis de Sonic Frontiers | Sí, también tendremos que pelear contra un «Sharknado» de arena.

De hecho, es el punto más fuerte del juego. Pese a tener una estructura de mundo abierta obsoleta, con un ciclo de repetición de actividades que no se veía hace años, SEGA consigue que el juego no se haga aburrido en ningún momento gracias a las sensaciones a los mandos. Sonic Frontiers consigue recuperar la esencia más primigenia de un videojuego: divertir.

Lo hace como se hacía en los 90, cuando, aunque pudiéramos encontrar ciertos títulos con narrativas potentes, la gran mayoría de videojuegos se sustentaban en resultar divertidos a los mandos. Aquí se consigue de manera genuina. Ya sea corriendo por sus mapas, combatiendo, superando los cientos de mini secciones de plataformeo dispersas por su mundo o adentrándonos en los niveles del ciberespacio.

Todo ello culminando en sus espectaculares combates contra los jefes finales. En resumen: nunca dejaremos de estar apretando botones en nuestro mando.

El mundo abierto ha sido todo un acierto que recuerda a la época de Dreamcast

Análisis de Sonic Frontiers | El juego tiene muchas cinemáticas en las que se profundiza en la historia y los personajes.
Análisis de Sonic Frontiers | El juego tiene muchas cinemáticas en las que se profundiza en la historia y los personajes.

Además de todo esto, si pasáis por Sonic Frontiers posiblemente sea porque sois fans de la franquicia. Si es el caso, os preguntaréis qué tal le sienta esta nueva fórmula. La respuesta por mi parte es muy sencilla: de fábula. De hecho, no he podido evitar tener un montón de “vibes” del primer Sonic Adventure que, considerando que es mi entrega favorita de la franquicia, no puede ser mala señal.

Este título lanzado en la difunta Sega Dreamcast supuso el primer juego (y casi el último) en el que Sonic protagonizaba una aventura de verdad. Explorar Station Square o Mystic Ruins con, además, diferentes personajes me pareció una auténtica locura en la época -y esa banda sonora, ¡por favor!-. A día de hoy, es fácil darse cuenta de que estos mapas erán poco más que zonas desde las que acceder a los diferentes niveles y conseguir algunos objetos ocultos.

Mientras corría libre por los mapas de Sonic Frontiers a toda velocidad no podía parar de pensar que tal vez, esto era lo que soñaban en 1998, pero la tecnología de la época no les permitía hacer. Muchos creen que Sonic es sinónimo de velocidad, y obviamente es así. No obstante, el erizo simboliza mucho más: la libertad, la aventura, la posibilidad de llegar y explorar cualquier lugar del mundo.

Después de mucho tiempo, Sonic vuelve a ser perfectamente controlable

Análisis de Sonic Frontiers | Correr a toda velocidad por los mapas es una gozada.
Análisis de Sonic Frontiers | Correr a toda velocidad por los mapas es una gozada.

Además, dejando atrás los títulos totalmente centrados en el boost se demuestra algo que personalmente se me antoja lógico, pero que a SEGA parecía escapársele en sus desarrollos: que Sonic pueda correr extremadamente rápido, no implica que deba hacerlo constantemente. Esto ha abierto un nuevo abanico de posibilidades con su nuevo sistema de combate que funciona francamente bien.

Aunque también es cierto, que un balanceo en algunas técnicas no le vendría nada mal. Sea como fuere, hay cosas que criticar a Sonic Frontiers, por supuesto, pero ni de lejos tantas como creía en un principio. Algunos minijuegos del mundo abierto son extremadamente simples, algunos jefes son muy estimulantes y otros… No tanto y, en general, tiene pequeñas cosas aquí y allá que le impiden llegar a los niveles de calidad global del podio de la franquicia.

Eso sí, os puedo asegurar que, desde ya, se ha convertido en una de mis entregas favoritas de toda la saga. El principal problema que tiene el título en mi opinión es la falta de ambición.

Un título con cosas que pulir, pero que en ningún caso han empañado mi experiencia

Análisis de Sonic Frontiers | Los niveles del ciberespacio son muy divertidos, pero están demasiado "inspirados" en mapas ya conocidos.
Análisis de Sonic Frontiers | Los niveles del ciberespacio son muy divertidos, pero están demasiado «inspirados» en mapas ya conocidos.

Hablamos de un título llamado a reinventar la fórmula  de Sonic, y lo consigue. Sin embargo, da la sensación de que en SEGA no la tenían todas consigo y no han querido invertir más de lo necesario en cosas como el diseño de niveles. No hablo del popping, que sí, tiene y es bastante exagerado, pero que realmente no me ha resultado molesto, ya que se compensa con un rendimiento a prueba de bombas y un apartado visual que, en directo, me ha parecido bastante bonito en general.

Un ejemplo claro es el diseño del plataformeo en el mundo abierto. Todo parece dispuesto porque sí, sin mucho sentido, bajo el pretexto de estar en un mundo donde lo real y lo virtual se mezclan. Pero si nos paramos a analizar el trabajo de diseño para que todos los raíles, plataformas, muelles y demás artilugios por el mapa lleven a sitios y sirvan para algo, es francamente sorprendente. Simplemente, da la impresión de que les haya faltado una capa final de diseño para dar a esos mapas una  personalidad más acorde a la franquicia.

Lo mismo ocurre con los niveles del ciberespacio. Muchos son fragmentos de mapas ya vistos en otras entregas o, en algunos casos, podemos encontrar niveles completos como Green Forest y Metal Harbor de Sonic Adventure 2 con un reskin.  Además, estos niveles solo aparecerán con 3 variantes visuales, basadas en Chemical Plant, Sky Sanctuary y una carretera que recuerda a Speed Highway. 

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Todo lo expuesto al final me deja esa sensación un tanto agridulce, insisto, no porque el juego sea malo, ya que lo volveré a decir: me ha encantado. Es porque creo que de haberlo puesto todo en el asador, estaríamos ante el mejor juego de la franquicia. No obstante, estoy tranquilo. SEGA ya ha obtenido la respuesta de los jugadores sobre la nueva fórmula de Sonic: nos gusta. 

Lo que no falla nunca en los títulos del erizo es su banda sonora, sobresaliente como de costumbre, así como la narrativa, con una historia que sin ser de las mejores que hemos vivido con Sonic, si se esfuerza por dejar momentos memorables. Además, esto se refuerza gracias al excelente doblaje y un sinfín de referencias e información a toda la historia de la franquicia que, muy posiblemente, marquen el futuro de este universo para las próximas entregas.

Así pues, estoy deseando ver qué hacen en el próximo juego de nuestro querido erizo, pero si es más y mejor de lo que hemos podido disfrutar en Sonic Frontiers, me tendrán con el mando en las manos el primer día. Sonic ha vuelto a lo grande, como lo hizo Adventure en el 98 y, ojalá, esta vez no se alejen de ese camino.

  • Es un juego muy divertido a los mandos.
  • La historia, conectada a títulos anteriores y llena de información para los fans.
  • El mundo abierto le sienta muy bien.
  • Su doblaje y la banda sonora.
  • Los combates contra los jefes finales.
  • Algunos minijuegos del mundo abierto son demasiado simples.
  • Algunas decisiones artísticas y de diseño.
  • Los niveles del ciberespacio, demasiado «inspirados» en otros ya conocidos.

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