Amantes de los videojuegos de estrategia y sigilo, estamos de enhorabuena porque recientemente ha salido uno muy interesante del cual queremos ofrecernos un análisis: Shadow Gambit: The Cursed Crew. Es último del equipo desarrollador Mimimi Games, ya conocidos por trabajos como Desperados III.
¡Hola gente! Como venía comentando, hoy toca analizar el nuevo Shadow Gambit: The Cursed Crew. El equipo de desarrollo Mimimi Games, ya conocido por su gran hacer con Desperados III, vuelve al género de la estrategia y el sigilo de la mano de piratas malditos. En esta ocasión ofreciendo muchas novedades que consigue refrescar mucho el género.
Como suele ser habitual en este tipo de juegos, la opción ideal es jugarlo en PC, ya sea de la mano de Steam o de Epic Games. No obstante, también está disponible para PlayStation 5 y Xbox Series X|S. Nosotros hemos podido disfrutar de la versión de Steam y hemos querido improvisar un poco, ya que aunque no está verificado todavía, lo hemos jugado íntegramente en SteamDeck. Dicho rápidamente, le va como un guante este juego a la consola.
Análisis de Shadow Gambit: The Cursed Crew | Campaña
A través de los ojos de Afia Manicato descubriremos los secretos que oculta el Caribe pirata. La premisa de nuestra historia inicia huyendo de la Inquisición, nuestros enemigos más acérrimos, ya que buscan atrapar nuestras almas malditas para la eternidad. En ese meollo, salvas el Marlene, el barco maldito donde iremos de travesía en busca del tesoro de su capitán.
Durante la aventura, tendremos que resucitar a los camaradas malditos para hacer frente a la Inquisición en las distintas islas del archipiélago. A su vez, nuestro progreso irá permitiendo conocer más las historias personales de los compañeros e ir solucionando las distintas pistas del rompecabezas que supone la búsqueda del tesoro.
Una historia de camaradería pirata propia de las mejores pelis, llena de aventura, misterio y chistes que te atrapa desde el primer minuto. Sin ser excesivamente larga, plantea un ritmo continuo que permite disfrutar del mismo modo las historias secundarias que ayuda a comprender las motivaciones de cada uno de los personajes. Con estéticas y personalidad de lo más características que marcan mucho la jugabilidad de las partidas.
La jugabilidad, la gran revolución
Como suele ser habitual en el género, la base nace del Commandos hace ya muchos años. Desde entonces la cantidad de juegos que han salido han sido muchos, pero a veces se pecaba de inmovilidad en la evolución. Pues bien, eso en Shadow Gambit: The Cursed Crew no ocurre, puesto que la jugabilidad ha supuesto un verdadero golpe en la mesa.
El juego divide dos partes bien diferenciadas: las islas y el barco. En las islas, cada una supone un mapa jugable donde se desarrolla la historia principal y donde tendremos que ir cumpliendo las misiones que nos encarguen. Conseguir reliquias o perlas negras con alma (para resucitar a los personajes) son algunos de los ejemplos. Mientras tanto, en el barco se desarrollan los diálogos entre la tripulación, donde iremos profundizando en sus misiones secundarias para conocer más de los diferentes trasfondos.
En cuanto a la acción, la base ya he dicho en que se basa: conos de visión, rutinas y el más puro sigilo estilo Commandos. Sin embargo, las habilidades de los personajes, pese a seguir el arquetipo clásico, van un paso más allá. Con la excusa de la maldición, las habilidades están afectadas por la magia. Por ello tenemos capacidades bastante potentes que si se saben usar bien, desde luego harán la experiencia bastante más sencilla. Pese a ello, logra dar gran profundidad a cada uno de ellos haciéndolos insustituibles en sus facetas.
Además, saber qué nos vendrá mejor para cada partida será fundamental, pues una planificación errónea puede suponer un fracaso asegurado. Para promover el uso de todos, los compañeros que dejes en el barco, la próxima vez tendrán más vigor, lo que ayudará a subir más rápido de nivel si les escoges esa vez. Si subimos de nivel, podremos mejorar una habilidad de cada uno de ellos para hacerlos más poderosos.
El apartado gráfico, de lo más cuidado
Una de las cosas que más me gusta es cuando se apuesta por apartados gráficos cuidados de forma artesanal y con mimo. Shadow Gambit: The Cursed Crew apuesta por un apartado que emula al cartoon de los personajes y los escenarios, cuidando los detalles hasta el más mínimo detalle. Convirtiendo al juego desde el primer minuto en una joya para los ojos.
Las islas tienen sus particularidades que las hacen muy características y que permiten profundidad en las partidas, ya que no habrá dos iguales. El propio «ciclo» de noche y día condiciona la visibilidad y la interacción con los elementos naturales que ofrecen nos dará muchas vías para abordar las estrategias.
Análisis de Shadow Gambit: The Cursed Crew | Sobre la experiencia Steam Deck y conclusiones
Como dije al principio, la partida la hemos jugado íntegramente en la Steam Deck. Huelga decir que todavía, en los momentos que escribimos el análisis el juego no cuenta con un verificado de jugabilidad, pero tampoco tiene la no compatibilidad (está en proceso de análisis). Pese a ello, creo que es un juego que se adapta perfectamente a la experiencia que ofrece la consola de Valve, habiendo conseguido adaptar el juego de cámaras de forma muy eficiente.
Tened en cuenta que suele ser la parte más problemática cuando se adapta estos juegos en consola y, he de decir que cumplen con nota. Como apunte, el modelo de control que emula en la Deck sería el que tiene la Xbox Series X|S. En definitiva, creo que Mimimi Games consigue dar un paso más hacia delante en cuanto al desarrollo del género de sigilo y estrategia. Ya Desperados III fue una muy grata sorpresa y con este Shadow Gambit: The Cursed Crew consigue afianzarse como uno de los desarrolladores especializados en este tipo de juegos. Por tanto, mi nota no podría ser menos que un…
- La historia es divertida y te atrapa desde el primer minuto.
- El paso adelante que supone la jugabilidad.
- Un apartado gráfico bonito y cuidado.
- Las habilidades a veces facilitan demasiado la partida.
- La estructura de algunas partes de la campaña puede hacerse repetitiva.