
Tiempo ha, cuando Spintires llegó en 2024, muchos descubrimos que conducir vehículos pesados podía ser más adictivo de lo que cabría esperar. Años después, y poco a poco, el género fue creciendo con otras obras. Quien mejor recogió el testigo fue Saber Interactive, quien decidió lanzar MudRunner y SnowRunner. Ahora, tiempo después, ha regresado con su nuevo proyecto. Os hablamos de él en nuestro análisis de RoadCraft.
A grandes rasgos, RoadCraft sigue la fórmula de sus ‘predecesores’ y combina la conducción pesada de grandes tractores con la satisfacción propia de arreglar el desastre propiciado por un desastre natural. Apartar escombros, mover cargas tremendamente pesadas y recuperar entornos urbanos es nuestra misión.
En ese sentido, debo confesar que manejar bulldozers ha sido más satisfactorio de lo que me esperaba. Eso de esparcir asfalto y apartar escombros es más divertido de lo que pensaba. De buenas a primeras, es un juego que sorprende, especialmente si no estás acostumbrado al género.
Análisis de RoadCraft: conducir tractores te hace sentir poderoso

Tal y como ya he comentado, en RoadCraft tienes la tarea de reconstruir infraestructuras y terrenos venidos a manos por culpa de un desastre. A lo largo de ocho mapas, te enfrentarás a distintos escenarios afectados por huracanes, inundaciones y corrimientos de tierra.
A diferencia de SnowRunner, donde el desafío era llegar de un punto a otro, aquí el objetivo principal es recuperar zonas asoladas; limpiar escombros, pavimentar carreteras, levantar puentes y restaurar el suministro eléctrico será nuestro pan de cada día. En cierto modo, evoca esa fantasía infantil de manejar maquinaria pesada que muchos tuvimos.
Es como coger ese tractor de juguete con el que movías tierra del jardín de un lado a otro, pero a lo grande. Ejecutado con bastante realismo —o eso me ha parecido, pues desconozco como se sentirá en realidad—, dispone de un apartado gráfico bastante llamativo. Entra por los ojos y se deja querer en ese sentido.
Comparado con sus predecesores, además, se siente más estructurado. Los objetivos están más claros y la sensación de progreso está más conseguida un poco en detrimento del sandbox. Sigue ahí, pero diría que es menos importante que en otros juegos de Saber.
Deshaz el caos y construye a tu antojo

Una de sus grandes novedades llega con el sistema de construcción. Pavimentar una nueva carretera, por ejemplo, es más que conducir. Tendrás que mover y descargar la arena con un camión, nivelarla con un bulldozer, esparcirla con una pavimentadora y compactarla con un rodillo.
Es un proceso dividido en varios pasos de manera bastante detallada, aunque el control a veces es algo más incómodo de lo que me gustaría reconocer. Cuesta un poco hacerse a los mandos y eso de no poder apagar el motor o encender las luces no me llama demasiado.
Además, la interfaz no está demasiado bien trabajada, la ausencia de combustible le resta algo de realismo y ciertos comandos carecen de sentido. Los menús tienen demasiadas pestañas, y los objetivos a veces son poco claros, obligándote a releerlos varias veces. La banda sonora, aunque funcional, pasa desapercibida, y los efectos de sonido, aunque sólidos, no destacan tanto como los visuales.
Nos da una de cal y otra de arena, pues es muy meticuloso en algunos puntos y algo más dejado en otros tantos. El proceso, pese a ello, es bastante satisfactorio, pero le falta ese realismo que tan grande hizo a SnowRunner. Su mayor enemigo es el precedente que trae tras de sí. Si mejoran este apartado, será un juego mucho mejor, pero de momento tengo algunas sensaciones contradictorias.
RoadCraft es más simple y menos profundo que SnowRunner, pero más accesible

Requiere paciencia, pero es grato. Además, tiene una buena variedad de vehículos. Hay más de 40 (según he contado) entre camiones, bulldozers, excavadoras, etc. y cada uno tiene sus virtudes, defectos y posibilidades. En algunos casos es necesario un tipo u otro, por lo que hay al final acabarás usando prácticamente todos.
Cada uno tiene un propósito específico: una grúa para mover tuberías, una para cables eléctricos, un camión volquete para transportar materiales… Los controles, aunque complejos al principio, son precisos, y el juego muestra las instrucciones en pantalla para aliviar la curva de aprendizaje. Comparado con SnowRunner, donde los vehículos podían dañarse o quedarse sin combustible, es más simple y menos realista.
Gana en accesibilidad, pero pierde algo de profundidad. Esto seguramente guste a los novicios pero no agrade del todo a los veteranos, aunque todo depende de nuestra perspectiva. Es algo muy subjetivo. Personalmente, lo he apreciado, porque me ha permitido jugar de manera más directa.
El modo cooperativo, para hasta cuatro jugadores, es un acierto. Dividir tareas con amigos —uno manejando la grúa mientras otro pavimenta— convierte el trabajo en una experiencia colaborativa y divertida. Sin embargo, los camiones automatizados, que transportan recursos por las rutas que creas, tienen una IA algo deficiente. Necesitan parchearla, pues a veces hasta se chocan contra el entorno y la lían un poco.
Análisis de RoadCraft: conclusiones

En resumen, RoadCraft tiene un cooperativo interesante, ofrece un sistema de construcción entretenido y es satisfactorio, pero tiene problemas relativamente importantes. Por ejemplo, puede volverse excesivamente repetitivo con el paso del tiempo, especialmente cuando juegas solo.
Los controles, aunque precisos, son complicados de dominar, y pierde parte de ese carácter de simulador que hizo grandes a sus predecesores cuando agregas la gestión de tus vehículos. Mi tiempo con RoadCraft ha sido una montaña rusa de satisfacción y pequeños enfados.
Mayormente entretenido, hay áreas que necesitan un repaso, pero mi opinión general es más bien positiva. No es perfecto, y los puristas de SnowRunner pueden sentir que no es lo que esperaban, pero esa mezcla de construcción y conducción mos ofrece una variante y una alternativa muy digna.
En lugar de seguir por el mismo sendero han decidido ofrecer algo parcialmente diferente, cosa que aprecio. Si te apasiona la maquinaria pesada y no temes mancharte las manos, considero que puede ser una adición interesante para tu biblioteca.


- Conducir maquinaria pesada es un gustazo.
- La variedad de vehículos disponibles es bastante alta.
- Agregar construcción al juego le sienta de maravilla.
- Gráficamente es muy potente.

- Carece de la profundidad de sus predecesores como simulador a la hora de gestionar el vehículo.
- La interfaz no es especialmente cómoda.
- La IA de los camiones automáticos y ciertos errores son molestos.
* Para mejorar la estética y visualización hemos decidido emplear capturas de Steam que muestren mejor el juego.