Los juegos de deportes no siempre son aptos para todo tipo de públicos y sin embargo, Riders Republic cuenta con todas las papeletas para que aquellos reticentes al género se enfunden de pleno en su traje de ciclista. Este ha sido mi caso, sintiendo ya especial interés con el contenido que Ubisoft nos dejaba ver en los adelantos.
Deportes de riesgo, mundo abierto, acrobacias y carreras nos aguardan en esta entrega que presenta muchas luces y alguna que otra sombra. Un título que ofrece lo que promete y sabe cómo transmitir el frenetismo en cada una de sus pruebas. Sin embargo, ¿son estas pruebas suficientemente motivadoras? Te lo cuento a continuación.
Análisis de Riders Republic: Bienvenidos a Riders Ridge
Si hay algo que no se puede negar, es que este mundo abierto merece la pena de explorar. Con unos paisajes naturales increíbles, llegaremos a Riders Ridge, un campamento para los adictos a la adrenalina que servirá como base de operaciones. Pronto nos embarcaremos en una serie de tutoriales que nos servirán para manejarnos en la distintas disciplinas, aunque pronto las carreras eclipsan a la historia. Y es que pese al esfuerzo por presentar una campaña dinámica y con humor, pronto adquiere un papel bastante secundario, o al menos para mí, en pos del frenetismo.
La exploración es uno de los pilares fundamentales en los que se sustenta la diversión del juego. Gracias a un buen apartado gráfico, es una maravilla perderse por las montañas y si encima os da como yo por hacer payasadas encontraréis que a ratos el juego se asimila a «Mil maneras de morir». Solo hay que ser creativos. El transporte libre funciona a las mil maravillas, aunque los pies no tanto, (no intentéis subir rampas de skatepark). Y para los más vagos, siempre disponemos de viaje rápido. Sin embargo, recomiendo perderse por los vástagos parajes y si por el camino tenéis alguna idea temeraria, os aliento a cometerla, no decepciona. ¡Hora de las acrobacias!
Para cuando nos cansemos de explorar y poner a prueba nuestra habilidad como acróbatas, podemos entrar en carreras alocadas e intensas. Ya sea en bici, esquí, snowboard o volando, la sensación de velocidad es real y los controles están calibrados para que realmente sientas la fragilidad de hacer un mal movimiento, (os animo a probar el modo en primera persona). Otro de los reclamos más interesantes es la posibilidad de hacer trucos con nuestros vehículos. Es un poco complicado coger todas las combinaciones, pero una vez que aprendes a hacerlos es muy divertido, teniendo que medir incluso la caída de estos para la puntuación.
Hay distintas dificultades, por supuesto. Nuestra posición en las carreras será determinante para obtener mejor equipamiento que nos permite experimentar la sensación de progreso. Lo bueno es que si una carrera se nos tuerce, podemos reiniciarla rápidamente, ya que en PlayStation 5 los tiempos de carga son cortos. Eso hace que el ritmo no se pierda en continuas esperas. Como punto negativo, el diseño de algunos niveles en carrera son un tanto injustos, si tenemos en cuenta la aglomeración de jugadores y el espacio reducido. Me he llegado a caer por un puente simplemente por no tener espacio para pasar, teniendo que reiniciar la carrera.
Un juego que invita a disfrutar
Riders Republic es un juego que cuida los detalles y eso no se le puede negar. La presentación de las cinemáticas en formato reality va en concordancia con el tono desenfado que se pretende transmitir. Mucho colorido, tanto en paisajes, como en menús y una presentación suculenta, acaban de invitar a participar. Hay mucho humor y me ha parecido un puntazo poder hacer las carreras vestidos de dinosaurios o jirafas, asegurando las carcajadas.
La música también está muy bien colocada. Algunas canciones son licenciadas y conocidas por todos, pero en general la selección de temas es muy acertada y saben dónde insertarlas para que se potencie la motivación del jugador. Siguiendo con el apartado sonoro, también destaca el trabajo de los actores de voz, ya que el juego está en inglés, aunque con los textos en completo español.
Conclusiones de Riders Republic
En términos generales, la experiencia que proporciona Riders Republic es muy divertida, frenética y variada. Es cierto que algunos aspectos cómo los deportes aéreos podrían estar más pulidos o que el modo campaña no acaba de tener el suficiente protagonismo. Aun con todo, perderse por el mapa es una aventura trepidante. Las dosis de humor están aseguradas, siendo desenfadado el tono y con caídas muy bestiales.
No es un juego especialmente violento, pero lo cierto es que a la hora de crear accidentes no se queda corto. Eso es en cierta medida la parte salvaje y extrema, el sentir que estamos completamente expuestos. Y por último, creo que es un juego muy recomendable y accesible para aquellos que queremos experiencias fuertes, aunque no queremos entrar en todos los pormenores de un juego de deporte al uso.
Análisis de Riders Republic. Clave de juego para PS5 cedida por Ubisoft.