
Si alguna vez has soñado con que tus videojuegos cobren vida, Our World Is Ended te da una palmada en la espalda y te dice: «cuidado con lo que deseas». Lanzado en 2019 para Nintendo Switch, PS4 y PC por PQube y desarrollado por Red Entertainment, se define como es una novela visual de ciencia ficción, humor subido de tono y un grupo de personajes tan excéntricos que parecen sacados de un anime de medianoche.
Disponible en Steam por unos 40 euros, hoy hemos aprovechado para hablaros de él debido a que está de oferta en las rebajas especiales de Steam. Dicho esto, ¿qué podemos esperar de él? De buenas a primeras, el juego te planta en Asakusa, Tokio, y te mete en la piel de Reiji, un novato en el equipo de desarrollo Judgement 7.
Su gran idea: un programa de realidad aumentada que, sorpresa, empieza a desparramarse por el mundo real. ¿El resultado? Un caos divertidísimo, pero también un poco desastroso, que hoy vamos a desgranar con un café en la mano
Our World Is Ended: un equipo de locos y un casco que lo lía todo
La premisa de Our World Is Ended es de esas que te enganchan desde el minuto uno si te va el rollo sci-fi con un toque de locura. Reiji, nuestro protagonista, es un chaval normalito, casi aburrido, que trabaja a media jornada en Judgement 7, una empresa indie de videojuegos que parece más un circo que un estudio serio.
Entre sus compañeros tienes a Natsumi, la artista fría como un témpano; Iruka, un programador que habla como si estuviera poseído por un alien; y Asano, una guionista borrachilla con un talento especial para meterse en líos. El equipo está probando el W.O.R.L.D., un sistema de realidad aumentada que promete revolucionarlo todo.
Pero, como era de esperar, la cosa se tuerce: el casco empieza a mezclar su mundo virtual con el real, y de pronto Asakusa se llena de personajes de sus juegos, ruinas apocalípticas y un montón de problemas que nadie sabe cómo solucionar.
El juego no te suelta una trama lineal con un villano claro desde el principio. Aquí el enemigo es más bien la propia tecnología descontrolada, y la gracia está en ver cómo este grupo de inadaptados intenta arreglar el desastre mientras se lanzan pullas entre ellos.
La estética ayuda mucho: los fondos son una recreación preciosa de Asakusa, con sus templos y calles abarrotadas, y los diseños de personajes tienen ese estilo vibrante y detallado con mucha personalidad. Eso sí, no esperes un apartado técnico de última generación; es una novela visual, así que el foco está en el texto y las ilustraciones, no en animaciones espectaculares.
Entre risas, fanservice y un ritmo que patina


Jugar a Our World Is Ended es como sentarte a ver una serie anime que no sabe si quiere ser profunda o una comedia de enredo. La historia tiene momentos serios —el miedo a perder el control de la realidad, las inseguridades de los personajes—, pero casi siempre se corta la tensión con un chiste subido de tono o una situación absurda.
¿Que Reiji ve a sus amigos muertos en una visión apocalíptica? Tranquilo, que en dos minutos alguien hará un comentario sobre el tamaño de los pechos de Natsumi. Este humor, que a veces roza lo incómodo, es un arma de doble filo: si te va el fanservice típico de las novelas visuales japonesas, te sacará una sonrisa; si no, puede que te saque de quicio.
El sistema de juego es el clásico de las visuals novels: lees, eliges opciones de diálogo y esperas a ver cómo afectan tus decisiones. Aquí entra el SOS (Selection of Soul), un detalle curioso donde las emociones de Reiji se desbordan en pantalla y tienes que reaccionar rápido para decidir qué dice.
Suena más emocionante de lo que es, porque al final las elecciones no cambian tanto la trama principal, solo desbloquean escenas extra o finales alternativos con las chicas del equipo. Eso sí, completar todo te llevará unas 40 horas, así que hay contenido de sobra para los completistas.
Una novela visual muy loca


El ritmo, sin embargo, es un poco irregular. Al principio, el juego tarda en arrancar, presentando personajes y soltando bromas antes de que la trama coja fuerza. Cuando lo hace, te atrapa con giros interesantes —como la idea de que el mundo real podría ser «sobrescrito» por el virtual—, pero luego se desinfla con algunas subtramas que no terminan de cuajar.
Un punto altísimo del juego es su apartado sonoro. Las voces en japonés (no hay doblaje en inglés, así que toca leer subtítulos, y no hay en español) son de primera. Eri Kitamura, que da vida a Asano, se luce con sus cambios de tono entre la sobriedad y la borrachera, mientras que el resto del elenco exagera justo lo necesario para que cada personaje tenga personalidad propia.
La música no se queda atrás: temas tranquilos para los momentos cotidianos y otros más tensos cuando la realidad se empieza a romper. No es una banda sonora que vayas a añadir en Spotify, pero cumple con creces. La comunidad, eso sí, está partida en dos.
Hay quienes lo adoran por su tono desenfadado y sus personajes carismáticos, y quienes lo critican por abusar del fanservice y no tomarse en serio su propia historia. En resumen: Our World Is Ended no es para todo el mundo.
¿Merece la pena meterse en este lío virtual?


Si te gustan las novelas visuales con un toque de ciencia ficción, personajes extravagantes y no te importa que el humor se pase de la raya, aquí tienes un buen rato. Ofrece una experiencia sólida, con arte bonito y una historia que, aunque no reinventa nada, tiene momentos memorables.
Sin embargo, si buscas algo más serio, con una narrativa redonda o sin ese regusto a fanservice adolescente, igual te frustra más que te divierte. Al final, es un juego que refleja a la perfección a sus creadores ficticios de Judgement 7: un poco desastroso, muy apasionado y con un encanto raro que no te deja indiferente. Y
Yo me quedo con la imagen de Reiji corriendo por Asakusa mientras el mundo se deshace a su alrededor, preguntándome si esto es un glitch o algo más grande. Si te pica la curiosidad, dale una oportunidad. Eso sí, no le pidas que sea perfecto: no lo es, y en eso está parte de su gracia.


- La mezcla de realidad aumentada descontrolada y ciencia ficción le da un giro interesante al género.
- Cada miembro de Judgement 7 tiene una personalidad única. Los personajes tienen carisma.
- Los diseños de personajes y la recreación de Asakusa son llamativos.
- El doblaje japonés es excelente, y la música acompaña bien la atmósfera del juego.
- Si te gusta el humor desenfadado y el fanservice, el juego ofrece momentos realmente divertidos.
- Entre finales alternativos y escenas desbloqueables, hay bastante contenido.

- La historia tarda en arrancar y, aunque tiene momentos muy buenos, algunas subtramas se sienten innecesarias.
- El sistema de elecciones es llamativo, pero en la práctica no cambia demasiado la historia.
- Si no te gustan el fanservice o el humor absurdo, puede sacarte de la experiencia o hacer que algunas escenas sean incómodas.
- No incluye subtítulos en español.