¿Os imagináis que un estudio decidiese crear un juego de acción hack and slash en donde el mayor reclamo fuera el fanservice? ¿Y si le sumamos zombis? Seguro que más de uno ha pensado en High School of the Dead, y no le culpo, pues este tipo de producciones suelen tener un mismo origen: la tierra de los samuráis. Sea como fuere, el estudio Tamsoft es un veterano en dichas cuestiones, ya que parecen haber encontrado en ellas un nicho de tierras fértiles. No seré yo quien lo ponga en duda, mas si que os diré que me ha parecido su último lanzamiento: Onee Chanbara Origin, de los también responsables de Captain Tsubasa: Rise of N o Senran Kagura.
A grandes rasgos, Onee Chanbara Origin es un remake de los dos primeros títulos de la franquicia: The Onechanbara y The Onechanbara 2; se lanzaron en PlayStation 2 en 2004 y 2005, respectivamente. Siendo sincero, la única premisa es repartir estopa a diestro y siniestro con un set que no tiene por principal característica otorgarnos un +5 en resistencia al daño. Más bien, el principal objetivo de los diseñadores parece ser cumplir los fetiches de quienes dicen ser sus jugadores a través de vestuarios muy ligeros, uniformes y Dios sabe que más… Quienes me conozcan, sabrán que no gusto de la estética ecchi. No obstante, trataré de ser lo más objetivo posible. Dicho esto, comencemos.
P.D. El juego no está traducido al español.
Onee Chanbara Origin
De buenas a primeras, nos encontramos en un cementerio plagado de no muertos. A través de un texto deslizante sobre un fondo con imágenes rotativas, se nos explica que el mundo ha sido asolada por una plaga zombi. Nuestra protagonista es Aya —su padre está desaparecido— y ha partido en búsqueda de su hermanastra Saki, quien parece querer acabar con su vida. Según nos cuentan, la madre de Saki falleció hace poco, pero ha descubierto como devolverla a la vida: mediante un ritual. ¿El problema? Que necesita arrancarle el corazón a Aya para llevarlo acabo. Esta, por su parte, está decidida a encontrarla para demostrarle que no está sola. En el proceso intervendrán terceros de todo tipo, desde apoyos tácticos hasta villanos de turno tras las sombras. No diré mucho más al respecto, pero es para que os hagáis una idea.
Sea como fuere, no podemos decir que Onee Chanbara Origin destaque por la profundidad de su argumento o su narrativa. La historia es bastante sencillo, aunque su principal objetivo es funcionar como pretexto para liberar a una chica con una katana en mitad de una horda de zombis. Prueba de la falta total de énfasis en dicha narrativa es la estética de nuestra protagonista, quien se ha decidido a luchar contra tan mortal enemigo equipada con un minúsculo bikini, unas botas de tacón y un sombrero de vaquero. Acero aparte, no hemos entendido demasiado bien a cuento de que (más allá del fanservice) viene esto.
Zombis con estilo
Si nos ponemos exquisitos, Onee Chanbara Origin no es un título demasiado complejo en ninguna de sus variantes. Al igual que sucede con el argumento, la jugabilidad no pretende innovar demasiado. Es más, el juego es de 2004, así que resulta lógico que sus mecánicas se sientan algo obsoletas a día de hoy. Aun con todo, podemos hablar de un videojuego con un gameplay entretenido gracias a su sencillez. Para empezar, contaremos con dos botones de ataque en donde el segundo tendrá variación de rango según la situación. Además, dispondremos de una suerte de parry en área y un dash para esquivar. En función de nuestro rendimiento, podremos realizar ataques especiales si conseguimos los suficientes asesinatos en cadena. De la misma forma, si el enemigo acumula mucho daño, podremos aturdirlo para liberar un ataque especial.
De forma resumida, Onee Chanbara Origin combina las hordas enemigas del género mushō con la velocidad del hack and slash. Así pues, tu objetivo será coleccionar puntos de estilo mientras te enfrentas a cientos de enemigos de forma cuasi simultanea. Entretanto, podrás cambiar entre personajes (principalmente Aya y Saki) en mitad del combate, pero la IA no pondrá mucho de su parte a la hora de manejar a quien quede libre; no va muy allá. Sea como fuere, ofrece cierta variedad dentro de una jugabilidad demasiado limitada. En lo que se refiere a los enemigos, sí que dispondremos de un mayor número de variaciones que, en más de una ocasión, nos pondrán las cosas difíciles. Y es que otra cosa no, pero los niveles de desafío están muy bien planteados.
Como curiosidad, si os introducís de lleno en la vorágine de sangre que Tamsoft nos propone, podréis entrar en una especie de furia berserker que aumenta nuestras capacidades de combate. Se produce al acabar con muchos enemigos de forma seguida y en cierto tiempo. Además, se puede potenciar matando a más enemigos y entrando en su segunda forma. Literalmente, serán dos demonios de la destrucción. En su conjunto, Onee Chanbara Origin es divertido, pero no intenta explotar las que dicen ser sus cualidades. Vamos, que se conforma con hacerlo bien sin aspirar a mucho más.
Rendimiento y audiovisual
A la hora de valorar el acabado gráfico de Onee Chanbara Origin debemos tener en cuenta que es un remake y una colección. Recordemos que los dos primeros títulos, es decir, aquellos que recopila, fueron lanzados en 2004 y 2005. Ante tal situación, resulta lógico que no puedan compararse con los grandes proyectos de la presente generación. Indudablemente, la calidad visual es notablemente inferior, pero no por ello se debe desmerecer su trabajo. En la comparativa, Onee Chanbara Origin ha sabido recuperar la esencia de los juegos originales a través de un impresionante lavado de cara; nada tiene que ver con su aparición en PlayStation 2.
Por otro lado, la recreación de escenarios, la variedad de zombis, etc. no debe ser cuestionada. Sí, se nota que no están a la altura de los grandes del momento, pero tampoco está muy por detrás de otras obras de menor impacto económico. Siendo sincero, luce muy bien. Además, la banda sonora está bastante lograda. Lo mismo sucede con los efectos de sonido, aunque el doblaje deja algo que desear. En lo que se refiere al rendimiento, Onee Chanbara Origin funciona bien. Se mantiene estable en todo momento. Es más, no he bajado de los 60 frames en ningún momento; ni las hordas de no muertos ni los jefes finales han socavado la soltura y fluidez del gameplay.
Todo sea dicho, no tengo un ordenador de gama alta y última generación, sino uno bastante normalito.
Conclusiones
Onee Chanbara Origin no es un mal juego… si no te importa que el fanservice asome en cada movimiento. Por desgracia, lo que habría sido un buen hack and slash para echar el rato, es una escusa para recrearse en chicas demasiado ligeras de ropa. Dejando eso a un lado, no podemos criticar su jugabilidad o su acabado gráfico, ya que aunque no son nada del otro mundo, cumplen con lo esperado como remake. Si eres fan de la franquicia y/o has disfrutado de títulos tales como Senran Kagura, es muy probable que te guste. Ahora bien, no lo considero un título al que vayas a viciar sin parar, sino como una opción interesante con la cual echar el rato. No hay mucho más.
Análisis Onee Chanbara Origin. Clave de juego para PC cedida por Decibel-PR.