
¡Hola, muy buenas amantes de los videojuegos! Regresamos con un nuevo análisis. En esta ocasión os hablaré de Hunt: Showdown —un videojuego de terror, supervivencia y disparos en primera persona desarrollado por Crytek—, con motivo de su lanzamiento en PlayStation 4.
Finales de 1890. Sin motivo y explicación, nos encontramos en una especie de versión pseudoapocalíptica de la sociedad humana. Unas extrañas criaturas de tipo humanoide, acompañadas de extraños monstruos, se han extendido en el reino de los vivos. No hay guion ni argumento; no existe contexto situacional. Somos cazadores y, como tales, no hacemos preguntas. Bajo la promesa de un buen puñado de monedas, nos entregaremos a la causa: exterminar diversos tipo de amenaza al tiempo en que nos enfrentamos a otros cazadores que buscan hacerse con nuestra presa. Así pues, podemos concluir que Hunt: Showdown carece de trama o guion. El producto está supeditado a la acción multijugador bajo el sempiterno mosaico del battle royale.
Hunt: Showdown. La veda queda abierta

De buenas a primeras, Hunt: Showdown se define como una experiencia de terror a modo de survirval en primera persona con mecánicas de shooter y escenografía battle royale. Comprendería, en este momento, que podáis pensar que se trata de un título algo confuso y que centra sus esfuerzos en una especie de ménage à trois un poco extraño. Nada más lejos de la verdad. A nivel creativo, Crytek ha dado con la tecla. Hunt: Showdown está bien hecho desde la misma pantalla de inicio. De otra suerte, su interfaz; el estudio ha sabido encontrar el equilibrio entre la estética y la funcionalidad. Iniciado el juego, lo primero que nos encontramos con un menú de navegación intuitivo, claro y bonito a su modo. La presentación es directa y, además, viene acompañada de una serie de tutoriales.
Asimismo, se nos ofrece la posibilidad de jugar una serie de partidas de prueba a modo de práctica. Habidos jugadores de Fortnite tal vez consideren que este no es necesario, mas no podrían estar más equivocados. Hunt: Showdown es una propuesta original que bebe de fuentes tan opuestas como la fantasía oscura, los juegos de terror, el battle royale más clásico y el PvE de toda la vida. En consecuencia, el gameplay mezcla rasgos de jugador contra entorno y PvP. Todo, eso sí, de forma muy coherente. Volviendo al tema, los tutoriales son útiles y necesarios, pues nos lo explican todo de manera ágil y entretenida; no son para nada tediosos.
Estas primeras partidas serán netamente offline; no habrá más jugadores. Se nos explicará, en primer lugar, que tenemos que localizar y asesinar a un tipo concreto de bestia, cosechar su alma y escapar. Para ello contaremos, cómo no, con equipo balístico y munición. Pero también contaremos con un extraño poder que nos permite localizar pistas a través de una visión nocturna sobrenatural que revela rastros. A través de estos iremos cercando el mapa hasta dar con la ubicación de la criatura. En el proceso nos enfrentaremos a diversos tipos de enemigos, investigaremos el mapa, conseguiremos equipo, etc. El resto de jugadores podrán hacer lo mismo.
Busca, encuentra y mata

Hay dos aspectos, en ese sentido, que me han llamado mucho la atención. Primeramente, el sistema de castigo. Nuestros cazadores tienen nivel y habilidades propias. Al superar y sobrevivir cacerías conseguimos experiencia y recursos. A más experiencia, más nivel y, a más nivel, más habilidades y armamento. El caso es que nuestros cazadores son mortales, o lo que es lo mismo, si mueren, se mueren; lo perderemos todo. Nuestro objetivo, por ende, es cazar y sobrevivir, subir de nivel, desbloquear nuevas capacidades y retirar a nuestro cazador. ¿Qué sucede si muere o se jubila? No hay problema: podemos jugar con otro nuevo.
El objetivo es divertirse y ser el mejor. No hay meta final; el desafío, el reto y la capacidad de superación son las premisas de juego. Esto puede resultar molesto para quienes busquen un gameplay más directo y concreto, pero es lo que hay; es la decisión creativa del estudio. En lo personal, me gusta. Me parece una decisión coherente y cargada de sentido, y más teniendo en cuenta que nos estamos enfrentando a criaturas lóbregas y siniestras y a cazadores tan o más codiciosos como nosotros. Lo divertido es que podemos jugar en solitario o acompañados de un par de amigos. Todo depende.
Al mismo tiempo, no contaremos con tecnología avanzada. Las armas de fuego son bastante arcaicas y las armas blancas no son nada del otro mundo. No por nada, os recuerdo que estamos en 1890 y, al final, dependemos más del ingenio y la habilidad que del equipo. Es cierto que hay dispositivos concretos bastante fuertes, pero si no tienes puntería… Bueno, disfruta de la vida en el mas allá. A veces se puede sentir injusto, pero premia la habilidad. La suerte es un factor, pero la inteligencia y las mecánicas propias tienen mucho más peso. Diría que el principal problema de Hunt: Showdown es que, al menos en esta mi reseña, es un juego de consola. Es decir, un shooter en primera persona con DualShock. Da igual lo que evolucione el periférico, pues nunca será comparable al combo de ratón y teclado.
Cuando el cazador se convierte en la presa

A riesgo de ser redundante, quiero extenderme un poco más. Hunt: Showdown ofrece diversos modos de juego. No obstante, destaca el que podríamos definir como partida principal. Tras elegir un cazador —podemos guardar en la recamara varios de ellos, ya sean gratuitos o de pago a través de la moneda del juego— y equiparnos, nos decantamos por un tipo de contrato u otro. A continuación, nos marchamos de caza. Con esta su peculiar mezcla de PvE y PvP, comienza la partida. Competiremos contra otros jugadores por cazar a la bestia y conseguir la recompensa mientras escapamos del azote de la avaricia humana.
Lo curioso es que cada partida será diferente, pues el mapa se genera proceduralmente. Esto funciona a medias: cada incursión se siente diferente, pero se nota la falta de presupuesto. Al final, aunque la distribución del escenario difiere entre caza y caza, se reciclan los mismos recursos una y otra vez. Se potencia la necesidad de búsqueda y el factor sorpresa, pero no se consigue innovar verdaderamente. Aunque diferentes, la escenografía es casi siempre la misma. Por suerte, la presencia de otros jugadores, así como la posibilidad de jugar solo o acompañado, hace que cada experiencia de juego sea diferente a la anterior.
Es adictivo, divertido y desafiante. Las mecánicas están pulidas y el gunplay está bastante conseguido, pero sigue siendo un tanto pesado a través de un DualShock. Lo bueno es que es fácil encontrar partida, y lo será todavía más (es oficial) cuando se incorporé el crossplay con PC. En líneas generales, podemos afirmar —sin miedo a equivocarnos— que Hunt: Showdown es un juego bien hecho, con un planteamiento interesante y una ejecución correcta. Hay algún que otro fallito de programación, pero nada del otro mundo.
El don de la ambientación

Me gustaría terminar mi análisis comentando dos aspectos clave: acústica y visual. Respecto a la primera, un sonoro y gran aplauso. Crytek ha sido muy listo, pues no hay banda sonora. Espera, ¿cómo? ¿No hay música? No. In game no existe pieza o composición alguna que nos acompañe en nuestra aventura, pero es que es necesario que sea de esta forma. El sonido es muy importante en Hunt: Showdown. Los ruidos ambientales, tales como los cuervos —más de un sobresalto me he llevado por su culpa—, las gallinas, los perros, los obstáculos o los mismos disparos dan mucha información. Imaginad: estáis recorriendo un camino cualquiera y, de repente, escucháis a un perro ladrar. Sabéis que algo pasa… ¿Qué? Ni idea, pero cuidado. Así con todo.
Escuchar pasos o determinar la posición del enemigo de oídas es difícil, pero muy satisfactorio. Sobre todo si usamos auriculares, momento en el cual el juego sube de nivel. Al mismo tiempo, el diseño de escenarios, personajes, monstruos y equipamiento es muy bonito. Lóbrego, siniestro y un tanto macabro, pero hermoso a su modo. Encaja con la ambientación y el diseño general del juego. La cohesión de elementos estéticos es enorme; se agradece mucho el esfuerzo y el mimo. Se nota que hay cariño en cada píxel y que la falta de creatividad no ha sido un problema. No así con los recursos económicos, pues —como ya he dicho con anterioridad— puede hacerse algo repetido tras varias horas de juego.
Por último, el rendimiento. Hunt: Showdown funciona bien. Los tiempos de carga no son demasiado largos. Además, no hay demasiados errores ni fallos de programación, aunque sí que he creído a ver alguna que otra textura muerta o sin renderizar. Nada del otro mundo, la verdad. Diría que es un juego correcto, sin grandes alardes técnicos, pero con un gameplay y unas mecánicas bien asentadas.
Conclusiones

Hunt: Showdown es un buen juego. Se nota que no está pensado para PlayStation 4 por los controles. No están mal, pero un shooter en PC siempre es otra cosa. De cualquier manera, es divertido e interesante. Es fácil de jugar, pero no tanto ser el mejor; la competencia es dura y exahustiva. Es original y tiene premisas muy interesantes, y sabe bien lo que se hace. Ahora, si no te gustan los títulos de disparos en primera persona y/o los battle royale… No es para ti. ¿Lo recomendaría? Sí, la verdad es que sí. No me parece una obra maestra, es cierto, pero está bien hecho. Directo, sencillo y entretenido. Muy apto para los amantes del shooter y el PvP.
- Corrección: Guillermo Ruiz
Análisis Hunt Showdown. Edición física para PS4 cedida por Koch Media.