Cuando Game Freak y Nintendo anunciaron que estaban preparando un DLC dividido en dos partes para Pokémon Escarlata y Púrpura, no supe bien qué pensar. Poco después, cuando descubrí que podía adquirir ambos en un único pack, comencé a considerar que habían tenido una buena idea. Ahora, meses después, creo que es lo mejor que podían haber hecho, pues la primera parte de El tesoro oculto del Área Cero me ha demostrado que el estudio sigue yendo en la dirección correcta. Esta es una de las cosas que he aprendido durante mi análisis del primer DLC de Pokémon Escarlata y Púrpura.
Y si bien es cierto que el apartado técnico sigue siendo complicado y que no han arreglado esos problemas de rendimiento que el juego arrastra desde el principio, sí que me ha demostrado que la franquicia ha evolucionado muchísimo en cómo cuenta sus historias. Hoy día, aunque la fórmula de los gimnasios sigue muy vigente, Game Freak ha descubierto que tienen muchas más opciones.
Esto ya lo vimos en Sol y Luna, pero no ha sido hasta Escarlata y Púrpura, o Pokémon Arceus, que han encontrado su nuevo camino. En ese sentido, el primer DLC de la novena generación me ha gustado mucho. A fin de cuentas, mantiene y potencia lo que ya vimos en la experiencia base y da un nuevo paso hacia adelante. Gracias a esto pienso que dedicarle mi tiempo ha merecido mucho la pena; reexplorar Paldea ha sido una muy grata experiencia y no lo cambiaría por nada.
Análisis del primer DLC de Pokémon Escarlata y Púrpura: el mito de Momotaro

En ese sentido, uno de los aspectos más importantes es que, posiblemente, estemos ante uno de los mejores DLC de la franquicia habidos y por haber. Si en Espada y Escudo se pidió más cantidad de criaturas y más contenido, en El tesoro del Área Cero se ha cumplido con creces. Parece que la desarrolladora ha escuchado a la comunidad, pues ahora disponemos de 200 Pokémon adicionales. Entre ellos hay 8 inéditos, por lo que también hemos podido sumar nuevas especies a la Pokédex intergeneracional de la saga.
Los números, pues, son buenos, aunque esto no serviría de nada si no estuviese acompañado de una historia a la altura de las expectativas. La gran baza de este El tesoro oculto de Área Cero, Parte I: La máscara turquesa es que amplía el argumento del juego original de manera lógica, coherente y secuencial. Es decir, que su llegada no solo se siente natural, sino que además encaja con todo lo que hemos vivido anteriormente.
Por si fuera poco, sigue ofreciendo un concepto interesante y una narrativa atractiva junto con una nueva trama que sabe innovar dentro de su propia marca. Sin duda alguna, esa es la mayor fortaleza de la expansión: que nos trae una historia completamente inédita que de verdad querremos explorar. Divertida y original, recoge uno de los mitos más importantes de la cultura nipona y va más allá. ¿Os suena Momotaro? Pues os sonará La máscara turquesa, pero ya os advierto de que solo es el principio.
Una historia bien contada, interesante y atractiva

No por nada, Ogerpon, el legendario principal de la expansión, se basa en esta parte del folclore nipón. Y como hemos dicho anteriormente, va más allá, puesto que Game Freak es capaz de darle personalidad propia junto con un verdadero trasfondo. De esta manera, puedo decir que el estudio ha hecho un gran esfuerzo para crear a un nuevo Pokémon de carácter legendario que de verdad tenga impacto en el argumento.
Descubrir qué esconde, ir a por él e intentar capturarle ha sido bastante reconfortante. Vaya, que lo he disfrutado como si fuera un niño pequeño redescubriendo uno de sus juegos preferidos. Esto es algo especialmente significativo si tenemos en cuenta que los nuevos Pokémon han dejado a un lado esa sensación de crisis constante para ofrecernos una historia mucho más relajada en donde capturar, pelear, entrenar y viajar no conllevan tantos riesgos.
Es un verdadero viaje de autodescubrimiento en donde no hay criaturas primigenias que amenacen nuestra existencia… Al menos no de buenas a primeras y desde el comienzo. Sí, hay peligros que se superponen a nuestra aventura, pero no tenemos que enfrentarnos a una organización criminal que quiere conquistar el mundo. Vamos progresando y, tal y como ya hemos comentado, esta nueva expansión es un paso hacia adelante en ese sentido.
Todo encaja mucho mejor con la edad del personaje principal y esto es así tanto en Escarlata y Púrpura como en su DLC. Allá en el juego original, los enemigos principales eran un grupo de acosadores escolares que, en realidad, tenían sus propios problemas. En este DLC nos embarcamos en un viaje de intercambio para descubrir que hay otras culturas, otras costumbres y que, en efecto, hay gente muy diferente en todas partes.
Más Pokémon y más contenido

Eso es lo bonito que tiene este DLC: que sigue explorando la realidad del mundo desde una perspectiva muy interesante dentro de la idiosincrasia propia de la saga. Así pues, podríamos decir que esa idea de un viaje adolescente en donde la fantasía, el espíritu de superación y la magia de ser un entrenador Pokémon se entrelazan los unos con los otros mediante un juego que, eso sí, sigue teniendo problemas técnicos bastante evidentes.
Deciros que el DLC ha llegado con una mejora de rendimiento sería mentiros, pues sigue siendo el mismo juego. No hay grandes cambios ni soluciones, pero es cierto que el paso del tiempo sí que ha pulido un poco más lo que encontramos en su origen. Pese a sus defectos, está en un mejor estado de forma. Pese a ello, sigue siendo un área en la que tienen que seguir trabajando.
Dicho esto, y volviendo al tema que nos acontece, la expansión viene con una nueva comarca (que no región) para Paldea: Noroteo. Ubicada al pie de una cadena montañosa, nos lleva a descubrir zonas inéditas. En general, es un viaje divertido, aunque creo que han perdido una buena oportunidad para crear todavía más Pokémon aprovechando el cambio de zona. Por lo demás, me ha gustado esa idea de viajar a un lugar diferente, pues es algo que le sienta especialmente a una franquicia como Pokémon. Sin más, creo que usar algo tan sencillo como un viaje escolar le ha dado a Game Freak la oportunidad de innovar un poco más.
Análisis del primer DLC de Pokémon Escarlata y Púrpura: una expansión que merece mucho la pena

Así que sí, si me preguntáis, os diré que me ha gustado mucho este primer DLC de Pokémon Escarlata y Púrpura y que estoy deseando que salga el siguiente. Y no porque innove demasiado en jugabilidad, sino porque sabe contarnos bien una historia.Ahora bien, entended que no es un contenido excesivamente largo, puesto que lo podremos completar en menos de 15 horas. Bueno, al menos si no contamos a las nuevas criaturas, porque 200 nuevas unidades de Pokémon no son ninguna tontería.
Menos todavía si tenemos en cuenta que todas y cada una de ellas han llegado con nuevas animaciones. Recordemos, pues, que una de las grandes bazas de Escarlata y Púrpura fue que se renovaron esas animaciones. En el DLC han seguido por el mismo camino, por lo que la sensación es netamente positiva. Sin más, creo que van por el buen camino. Es más, ya he dicho en muchas ocasiones que, para mí, la novena generación ha sido una de las mejores.
La posibilidad de explorarlo todo a tu ritmo, en el orden que quieras, es algo que le sentó a las mil maravillas. Esta sensación de libertad sigue creciendo, y es que el nuevo DLC nos vuelve a dar el control casi total de la aventura. Esta vez es algo más guiada, pues el contenido es menor, pero al sumar una nueva campaña corta con una misión adicional y tantos Pokémon… Pues lo cierto es que el sabor de boca que se te queda es muy bueno.


- El mito de los nuevos legendarios entra muy bien. Encajan muy bien y son llamativos.
- La historia y la narrativa nuevas son realmente interesantes.
- La sensación de libertad sigue creciendo.
- Incluye 200 Pokémon no disponibles anteriormente, aunque no muchos son nuevos.
- Es, ante todo, un DLC divertido y entretenido.
- La nueva comarca, Noroteo, es llamativa y agradable de explorar.

- Sigue teniendo los mismos problemas técnicos.
- Más Pokémon inéditos le habrían sentado bien.