
Si tiempo atrás le diste una oportunidad a la remasterización de las tres primeras aventuras de Lara Croft, seguramente estés deseando saber qué nos depara lo nuevo de sus creadores. En efecto, Aspyr y Crystal Dynamics acaban de publicar Tomb Raider IV-VI Remastered, y hoy os traemos nuestro análisis sobre él.
Lo primero que os puedo decir es que no debéis esperar grandes novedades respecto a la primera trilogía de Aspyr, puesto que son muy parecidos. Incluye, eso sí, algunas mejoras adicionales, por lo que podemos decir que es la evolución natural de la misma.
Teniendo en cuenta que la fecha de publicación entre una y otra es de tan solo un año, lo cierto es que se agradece. No es la única diferencia. Como ya os habréis imaginado, el contenido es diferente, ya que esta segunda trilogía se compone de Tomb Raider: The Last Revelation, Tomb Raider: Chronicles y Tomb Raider: The Angel of Darkness.
No me adentraré en las cualidades, bondades o circunstancias de cada uno, puesto que hablamos de juegos con mucho tiempo en el mercado. Lo que sí os diré es que todos y cada uno de ellos han llegado con un muy meritorio lavado de cara.
Análisis de Tomb Raider IV-VI Remastered: Lara Croft está de vuelta

El estudio, además de ofrecernos la opción de jugar con los gráficos originales, ha remasterizado la mayoría de texturas para ofrecernos una aventura que se sienta algo más contemporánea. Por supuesto, palidece frente a otras obras más recientes.
En otras palabras: no podemos esperar unos gráficos demasiado pulidos, ya que entonces estaríamos hablando de algo más que un remaster. Pese a ello, podemos valorar de manera positiva el resultado final, ya que los tres juegos se ven bastante bien.
De hecho, creo que les sienta mejor un upgrade parcial más que una puesta a punto definitiva. De otro modo, tal vez perderían buena parte de su esencia, siendo este uno de los aspectos que más agradecemos que se conserve.
En efecto, es como jugar a las aventuras originales, pero con una nueva capa de pintura premium. Estas mejoras han llegado junto a nuevas opciones de calidad de vida: controles más modernos, guardado rápido, la opción de saltar cinemáticas e, inclusive, material inédito en consolas.
En la mayoría de casos, podemos decidir revertir nuestras decisiones, pudiendo alternar —por ejemplo— entre controles clásicos y modernos sin problema. Gracias a esto, podemos manejar el grado de nostalgia vs. modernidad.
Tres títulos, muchas mejoras y contenido para dar y tomar

Todo sea dicho, una apuesta algo más agresiva con un poco más de cariño en ciertos aspectos le habría sentado bien. La cámara sigue siendo un tanto problemática y los controles modernos a veces no encajan del todo con la experiencia original.
El movimiento, aunque más fluido, puede desentonar con los escenarios y provocar situaciones algo incómodas. El sistema de plataformeo de los juegos originales estaba bien medido, pero para los controles de antaño, por lo que la comunión de mapas antiguos con controles modernos a veces no resulta del todo efectiva.
La sensación de que los saltos no funcionan como deben o de que la cámara no nos sigue el ritmo puede ser un tanto desesperante, aunque tampoco es el fin del mundo. Es por esto mismo, y porque la morriña me ha podido, que he jugado —principalmente— con los controles originales.
Sí, son obtusos y han envejecido mal, pero siguen siendo bastante buenos teniendo en cuenta la época en la que se desarrollaron los juegos. Son divertidos y es, desde mi perspectiva, la mejor manera de disfrutar de los Tomb Raider. Sea como fuere, y como se suele decir, para gustos, colores.
Todo sea dicho, no todas las texturas han sido actualizadas, por lo que a veces el contraste entre Lara y el escenario o los enemigos es demasiado exagerado. Por suerte, podemos cambiar entre modos gráficos con apretar casi solo un botón, por lo que no supone un problema.
Además, considero que las mejoras en la calidad de vida compensan sobradamente todos estos aspectos, haciendo que esta segunda trilogía sí se sienta bien con el mando entre las manos. Además, añadidos como el mejorado modo fotografía son un extra que valoramos muy positivamente.
Conclusiones

En conclusión: si sois fans de la saga y queréis explorar una vez más el universo de Lara Croft, esta segunda trilogía mantiene el nivel de lo visto anteriormente. Los pros y las contras de cada juego siguen siendo los mismos, por lo que no debéis esperar una gran mejora en ninguno de ellos.
Por ejemplo, si el sexto juego os pareció malo —como a la inmensa mayoría— allá en su momento, eso no va a cambiar. Por el lado contrario, si Tomb Raider: The Last Revelation os parece uno de los mejores de la franquicia, esa sensación se mantiene.
En consecuencia, este Tomb Raider IV-VI Remastered es una carta de amor a los juegos originales. Y sí, Aspyr podría haber hecho mejor algunas cosas, pero el resultado final es bueno y eso es con lo que me quedo. Como seguidor de Lara, estoy satisfecho con la trilogía.


- Fiel a la esencia original.
- Alternancia rápida entre gráficos originales y remasterizados.
- Controles modernos y clásicos disponibles.
- Mejoras en calidad de vida como guardado rápido y omisión de cinemáticas.
- Modo foto mejorado para capturar momentos icónicos.

- La cámara sigue siendo problemática.
- Los controles modernos no siempre encajan bien.
- Algunas texturas no han sido actualizadas.