Análisis de The Eternal Cylinder | Un mundo extraterrestre con mucha personalidad

Os traemos nuestro análisis de The eternal Cylinder, un juego muy original en el que una raza alienígena tendrá que salvaguardar su mundo.

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Hay juegos raros… y luego está The Eternal Cylinder. Diferente, único y con mucha personalidad, sorprende desde el primer momento. Esta es, sin lugar a dudas, la mejor carta de presentación que os podemos ofrecer del juego de ACE Team, estudio chileno que lleva años trabajando en la industria y que se caracteriza por su particular visión del mundo. Así son ellos.

Si le echamos un vistazo a su currículum, vemos que casi todo lo que tocan lo hacen suyo. No importa si es un encargo, un mod o una obra propia. El estudio tiene mucho carisma. Su temperamento es irrepetible. Al menos desde nuestra perspectiva. Por eso nos ha gustado tanto The Eternal Cylinder. Porque nos ha sorprendido desde el primer momento.

Lo ha hecho con una jugabilidad muy particular, una dirección artística diferente y mucho espíritu. ¿Cómo? Pues a través de unas extrañas criaturas con una capacidad evolutiva sin parangón y un concepto de la anatomía extraterrestre incomprensible, pero en el buen sentido. Estrafalarios e irreverentes, lo hacen todo a su manera. Y eso nos encanta. ¿Os ha llamado la atención? Os lo contamos con más detenimiento.

Análisis de The Eternal Cylinder

De buenas a primeras, The Eternal Cylinder nos transporta a un extraño mundo repleto de diseños estrambóticos y muchos colores. Visualmente llamativo, lo primero que nos llama la atención es su encantadora —a su modo— dirección artística, pero más pronto que tarde descubrimos que va mucho más allá de una buena capa de texturas y diseños. En The Eternal Cylinder contrlaremos a un trebhum, una extraña criatura con una capacidad evolutiva sin parangón.

Y quien dice uno, dice muchos, ya que una de las principales premisas del juego es establecer un grupo con la capacidad de colaborar y sobrevivir a muy diversas circunstancias. No obstante, estamos adelantando acontecimientos. Lo primero de lo que queremos hablaros es de la premisa. Esta es simple y sencilla, pero funciona a la perfección. Vale, ¿y cómo lo hace?

Pues a través de una amenaza apática y sin sentimientos. Espera, ¿qué? Lo que habéis leído. Nuestro principal enemigo es una entidad corpórea con forma de cilindro gigante. Sin sentimientos. Sin definición. Es, sin más, un cilindro gigante que hace lo único que se podría esperar de él: girar sin control. El problema es que, cuando lo hace, arrasa todo a su paso, pues cubre la extensión del planeta en su totalidad.

Nosotros, como trebhum, tendremos la misión —de buenas a primeras, parece que esta es nuestra razón de ser y nuestro principal dogma como seres vivos— de ganar tiempo y detener su avance. A fin de cuentas, somos los únicos que tienen la capacidad de activar unas torres gigantes que pueden detener el avance del cilindro, aunque solo de forma temporal.

Una narrativa ausente con un mundo muy rico

Análisis de The Eternal Cylinder
Análisis de The Eternal Cylinder

Esta es, pues, la dinámica que hace que el juego funcione. Su narrativa, por lo tanto, es exigua, pero funciona igualmente bien. Se perfila sobre un constructo tan simple como la supervivencia, siendo este el principal motivo por el cual encaja bien dentro de la dinámica del juego. Por contra, no podemos esperar una trama especialmente compleja. Siendo este uno de sus puntos débiles, tampoco podemos decir que sea un defecto al uso.

Se trata, pues, de una cualidad inherente de su propia premisa, mas es algo que debemos tener en cuenta a la hora de plantearnos si es un juego hecho (o no) para nosotros. Si este aspecto no os importa tanto, el juego es muy entretenido, ya que la construcción de su lore interno y su universo sí que nos parece muy interesante.

En general, pues, hablamos de un juego cuya historia se construye con nuestros propios actos y de la cual vamos obteniendo retazos de información a través de una suerte de narrador y de diversos elementos del terreno. Lo más peculiar, no obstante, es la explicación que subyace dentro de la dinámica del cilindro eterno, ya que nos planteará muchas preguntas que nosotros mismos nos haremos con curiosidad.

Misión: sobrevivir

Análisis de The Eternal Cylinder
Análisis de The Eternal Cylinder

Todo esto, sin embargo, no deja de ser una parte del juego. Al final lo que más nos ha llamado la atención es su jugabilidad, la cual se resume en una suerte de criaturas de forma parcialmente esférica (los trebhum). Estos son los encargados de parar el cilindro de forma temporal, pero para hacerlo deberán recorrer el planeta sin descanso. Y como es lógico, hay diferentes biomas.

Una criatura normal no podría sobrevivir a tantos ecosistemas de forma sencilla, y es por eso que los trebhum tienen una capacidad muy especial: evolucionar en cuestión de minutos en función de aquello de lo que se alimenten. Equipados con unas trompas capaces de absorber y disparar cosas, podrán consumir aquello que elijamos, obteniendo diferentes características como tolerancia al veneno, mayor capacidad de salto, nado más veloz, etc.

¿Y por qué todo esto es interesante? Pues porque al llevar grupos de trebhum entre los cuales podremos intercambiar el control, podremos construir diferentes estrategias, haciendo que cada uno se especialice en unas áreas u otras mediante estas mutaciones. Todo ello mientras tenemos cuidado de nuestra alimentación y nuestras necesidades como seres vivos.

Así pues, el juego nos plantea un puzle sin fin en el que tendremos que adaptarnos a muy diversas circunstancias mediante la improvisación y el aprendizaje. Todo ello en un diseño en el que, cuando el cilindro nos alcance, todo termina y nos toca empezar de nuevo.

Análisis de The Eternal Cylinder | Conclusiones

Análisis de The Eternal Cylinder
Análisis de The Eternal Cylinder

En general, podemos decir que todo funciona bastante bien y que la sinergia entre sus diferentes componentes es algo que no podemos desdeñar. Si bien es cierto que a veces se tropieza con su propio ritmo y puede resultar confuso, en general ofrece ratos muy agradables. Todo ello teniendo en cuenta a qué nos enfrentamos, ya que no podemos esperar un juego de aventura y puzles tradicional.

Es más, podríamos decir que, al ser tan particular, se pone la zancadilla a sí mismo de cuando en cuando. Sobre todo cuando hemos jugado bastantes partidas. A pesar de que es un juego que invita a la rejugabilidad, al cabo del tiempo esa fórmula pierde algo de ritmo y frescura. Nunca llega a ser tedioso, ni mucho menos, ya que es un juego particularmente divertido, pero, a diferencia del cilindro, no es eterno.

  • La dirección artística.
  • Su originalidad.
  • El sentido de la exploración y el concepto de supervivencia en grupo.
  • La idea subyacente detrás del gameplay.
  • A veces se siente un poco repetitivo.
  • Se podría haber aprovechado todavía más el sistema de mutaciones.

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