
Resulta complicado ofrecer una introducción adecuada para el análisis de un juego como Soul Hackers 2. A fin de cuentas, su precuela se publicó hace nada más y nada menos que 25 años. Asimismo, es una subserie dentro de otra subsaga. O lo que es lo mismo, es una suerte de spin-off de la franquicia Devil Summoner, la cual funciona como juego complementario de Shin Megami Tensei.
Como muchos de vosotros ya sabréis, a ATLUS le gusta complicarlo todo, pero en el buen sentido. Con Soul Hackers 2 nos encontramos algo del estilo, pero desde una perspectiva bien diferencia. Es decir, que podemos disfrutar de este nuevo JRPG sin necesidad de haber disfrutado de otros juegos relacionados. No obstante, y antes de comenzar, nos gustaría lanzaros una advertencia: SH2 es un juego de digestión difícil.
Si nunca has probado nada del estilo, Soul Hackers 2 es un juego más bien áspero al que cuesta cogerle el ritmo por las limitaciones presupuestarias. Como bien hemos indicado anteriormente, se podría definir como una especie de juego secundario. Consecuentemente, la inversión de recursos es netamente inferior al de otras sagas como Persona o la propia Shin Megami Tensei.
Análisis de Soul Hackers 2 | El mundo de los datos… y los demonios

De base, podemos tomar estas referencias para enfocar un poquito el análisis. ¿Por qué? Pues porque Soul Hackers 2 toma referencias de ambas franquicias y coge un poquito de la una y de la otra, pero haciéndolo suyo. Consecuentemente, se presenta como un título de corte más bien oscurantista en donde la introspección de la psique humana jugará un papel vital en la narrativa.
Sea como fuere, no debemos confundir conceptos. Soul Hackers 2, tal y como su propio nombre indica, juega mucho con la digitalización de conceptos como el alma y los recuerdos. Es por esto que podemos decir que valora y explora la psicología humana desde perspectivas muy novedosas, pero sin recurrir al grandilocuente sistema de relaciones de Persona. Aquí podremos profundizar con la relación de Ringo, nuestra protagonista, y la del resto de sus compañeros.
Y en lo que respecta a Shin Megami Tensei, podemos decir que toma prestado ese gusto por el carácter apocalíptico de la saga. Es por ello que recurre a viejos amigos de la franquicia: los demonios. En Soul Hackers 2, siendo esta una costumbre de la franquicia, pelearemos junto con y contra demonios de toda clase. De hecho, serán viejos conocidos, pues volverán a emplear criaturas que ya hemos visto en otros juegos del estudio.
Una narrativa made in ATLUS

Sabiendo esto, cabría preguntarse —una vez más— cómo de importante es haber jugado a la primera entrega y/o a otros juegos de ATLUS y la franquicia SMT. La respuesta es 0. Si bien es cierto que los avezados en la materia disfrutarán de ciertos cameos y referencias, no es necesario conocer el universo de Persona o Tensei para disfrutar de Soul Hackers 2. Es independiente, como viene siendo costumbre.
Todo sea dicho, no creemos que sea el mejor juego del estudio para introducirse en su mundo de almas y demonios. Como ya hemos comentado, es un título bastante áspero tanto en la narrativa como en la jugabilidad. De buenas a primeras, el equipo creativo nos presenta a una extraña entidad informática llamada Aion. Al parecer, Aion es una suerte de consciencia virtual que funciona como Inteligencia Artificial. Su capacidad cognitiva es casi omnisciente, pero ejerce como mero espectador de la realidad humana.
Al menos es así hasta que descubre una serie de acontecimientos que desenvocarán en el fin del mundo. Los predice con cierto margen, así que decide crear a dos nuevas entidades artificiales a partir de su propia existencia: Ringo y Figue. Entre otras cosas, les otorga personalidad propia, capacidad para tomar decisiones propias y, en resumidas cuentas, un carácter individualista muy marcado.
Evita el fin del mundo

Aion les asigna la tarea de evitar el fin del mundo. Su primera misión es salvar a dos humanos, pero fallan. Más bien llegan tarde. Es así como conoceremos a Arrow. Ringo, la protagonista de la historia —y el personaje al que controlamos— se encontrará con él tirado en el suelo y con un agujero de bala en la cabeza. Sabiendo que el destino de la humanidad está en juego, ejecuta un proceso extremadamente complejo: Soul Hack. O lo que es lo mismo, desgrana el alma de Arrow en datos para devolverle a la vida.
Esto provoca que sus almas se fusionen parcialmente y tengan que trabajar juntos. Por suerte no ningún problema, pues comparten objetivos. Enseguida descubrimos que Arrow es un agente secreto de la Yatagarasu, una agencia que vela por la seguridad del mundo en temas demoniacos. Se enfrentan a la Sociedad Fantasma, otra organización. Sus objetivos, no obstante, son muy distintos: provocar el fin del mundo. Sabiendo esto, Ringo decide colaborar con Arrow, y viceversa.
Así nos integramos en un mundo en donde ciertas personas conocidas como Invocadores de Demonios se enfrentan las unas a las otras con motivaciones muy bien diferenciadas. Por lo tanto, Soul Hackers 2 se define a sí mismo como un juego en donde la tecnología, la psique humana, la moralidad, la ética y la comunión entre humanos y demonios juega un papel vital.
Un juego de rol japonés muy, muy japonés

¿Qué información podemos sustraer de esto? Pues que la trama es compleja y enrevesada. Podéis esperar que SH2 sea un juego japonés muy japonés con una narrativa muy nipona. Es decir, un juego con premisas rebuscadas y un desarrollo con grandes giros de guion y una tendencia a exagerarlo todo un poquito más de la cuenta. Por suerte, en este caso funciona muy bien y ATLUS nos ofrece un JRPG con una historia muy bien construida, unos personajes con mucho carisma y un desarrollo extremadamente entretenido.
Sin más, el argumento funciona muy bien. Eso sí, esperad muchas secuencias de vídeo y muchas conversaciones. Aquí el diálogo tiene una importancia capital, siendo esta una constante del estudio. Para bien o para mal —en nuestro caso, para bien—, vamos a tener que leer mucho. Es todo un JRPG en ese sentido. No se esconde. Ahora bien, dentro de esa dinámica no podemos esperar la solvencia de Persona 5 Royal, por ejemplo, puesto que los recursos son muy diferentes.
Aquí, el preciosismo de títulos como Royal o el último Shin Megami Tensei está desaparecido. El juego es abyecto en el sentido de que los gráficos están menos trabajados, los escenarios se construyen de manera menos consistente y, en general, el mundo es más escueto. Las animaciones son algo más toscas y, aunque no podemos decir que sean malas, hay un salto de calidad. También en la construcción general de su universo, el lore interno y el desarrollo ambiental.
Análisis de Soul Hackers 2 | Mazmorrear como estilo de vida

En Soul Hackers 2 vamos a encontrar mucho mazmorreo con cámaras fijas. Es más, diría que la cámara es uno de los aspectos más negativos de un juego que roza el notable en todo momento. ¿Por qué? Pues porque es incómoda. Utiliza una suerte de perspectiva en tercera persona que enfoca a nuestra protagonista, Ringo, desde abajo. Y no porque busque un plano moralmente cuestionable, sino porque busca una perspectiva diferente.
No funciona cómo debería. Tanto es así que también nos resulta incómodo cuando intentamos modificar el punto de vista. Se puede hacer, pero no está bien planteado. Esto no impide que el juego sea disfrutable. Simple y llanamente, tenemos que acostumbrarnos. Tanto a eso como a su ritmo narrativo, el cual es un poco más lento de lo que nos gustaría en ciertos segmentos de la historia.
Más allá de eso, el concepto de Soul Hackers 2 nos ha parecido muy atractivo. Engancha y atrapa, aunque esto no serviría de nada sin una jugabilidad interesante. Y en ese sentido, ATLUS no decepciona. De buenas a primeras, presenta un sistema simple de combate por turnos no aleatorio en donde controlaremos a varios personajes.
Un JRPG que no se aleja de los preceptos del género ni de la franquicia

Siendo parco en palabras, se caracteriza por seguir la idiosincrasia propia del género: personajes con estadísticas propias que pueden modificar parte de su equipo para alterar sus parámetros. Hasta ahí todo bien. Donde Soul Hackers 2 difiere respecto a otros JRPG —siguiendo la dinámica de SMT y Persona— es en que utiliza demonios para modificar nuestro historial de habilidades y estadísticas.
Básicamente, mientras exploramos el mundo, podemos conseguir nuevos demonios. Cuando equipamos un demonio a un personaje, se modifican sus características y sus resistencias. También se modifican las habilidades de las que disponemos. Es por esto que es muy importante saber adaptarse a las circunstancias y al entorno, puesto que el demonio más poderoso no siempre es el mejor.
En Soul Hackers 2 existe un sistema de resistencias y debilidades marcadas por elementos y tipos de ataque. Al cambiar de demonio, podremos usar ataques con distintas capacidades, pudiendo atacar —o no— el punto flaco del enemigo conforme lo descubramos. Si conseguimos golpear esta debilidad utilizando a un demonio, iniciaremos un Sabbat. ¿Y qué esto? Pues, básicamente, cuando termine nuestro turno, todos los demonios que hayan golpeado por habilidad ejecutarán un combo final. Así todos los turnos.
Análisis de Soul Hackers 2 | Un sistema que conocemos de otros SMT o Persona

Esto se puede hacer algo repetitivo, aunque nos lo podemos saltar si queremos. Por el lado contrario, esta sensación de repetición es paliada por la enorme cantidad de enemigos diferentes que nos vamos a encontrar. Si bien es cierto que esto no nos quita la sensación de que el combate es un poco lento de más, ayuda a que disfrutemos más de la experiencia.
A esto debemos sumarle que los demonios asociados a nuestros personajes también suben de nivel y evoluciona. De esta forma se engendra un sistema interesante que se complementa bastante bien con la exploración de escenarios. También con las diversas tareas secundarias que irán surgiendo a medida que vayamos jugando.
Esto cobra especial relevancia cuando vayamos al Axis, una variante de las mazmorras convencionales construida mediante la psique de nuestros compañeros y mediante la cual podemos profundizar en la relación con nuestros compañeros. Lo malo es que tanto estas como el resto de mazmorras son bastante reiterativas, siendo uno de los mayores defectos del juego.
Soul Hackers 2 pasa desapercibido, pero es un gran juego de rol

La dirección artística y visual es muy potente, pero flaquea al repetir demasiados elementos escenográficos. La gran calidad en el diseño de los personajes, tanto en su desarrollo como en su apariencia, no está acompañada por los escenarios. Las mazmorras, siendo el grueso de la jugabilidad, no acompañan tanto como nos gustaría. Y es una pena, porque los primeros diseños nos han gustado. Lo malo es cuando son siempre los mismos.
Esta es la gran pega que le ponemos a Soul Hackers 2, puesto que por lo demás cumple con nuestras expectativas de muy buena manera. Tanto por el apartado visual como por la jugabilidad o la misma banda sonora. También por la traducción: el juego viene con textos en español, y esto es algo que agradecemos. Parece que, finalmente, ATLUS ha dado el salto definitivo y que, a partir de ahora, todos sus títulos llegarán con localización española. Esto es algo nos encanta.


- La narrativa es interesante y el argumento engancha.
- La dirección artística es muy buena.
- Los personajes son carismáticos y la premisa funciona.
- Su banda sonora tiene un punto muy peculiar.
- Es original dentro del espectro de los juegos de rol, aunque no tanto en la gama ATLUS.

- La cámara no nos termina de convencer.
- Las mazmorras se hacen algo repetitivas.