¡Hola, muy buenas amantes de los videojuegos! Regresamos con una nueva ración de farming simulator con nuestro análisis de Harvest Moon: Light of Hope Special Edition. Hablamos, por consiguiente, del nosecuantogésimo título de la franquicia, aunque en esta ocasión se trata de una edición especial de Harvest Moon: Light of Hope, lanzado originalmente en noviembre de 2017. En ese mismo sentido, esta nueva versión fue puesta a la venta el pasado 22 de noviembre de 2019. Por el momento se encuentra disponible tanto para Nintendo Switch como para PlayStation 4, aunque solo cuenta con textos en ingles.
Al igual que sus predecesores, Harvest Moon: Light of Hope Special Edition hace las veces de simulador de granja. Con un estilo y un diseño desenfadados, entra dentro de la categoría de los archiconocidos family friendly. En otro orden de cosas, ha sido desarrollado por el estudio Natsume con Rising Star Games en la producción; Koch Media se ha ocupado de su distribución. Así pues, la nueva entrega de Light of Hope incluye nuevos tipos de decoración, paquetes de actualización de herramientas de trabajo, nuevos personajes casaderos y las ediciones especiales de Melanie y Doc.
Harvest Moon: Light of Hope Special Edition
Para variar, y esto es algo que resaltamos como positivo, la mecánica sigue siendo la misma de siempre. Nuestra granja se distribuye en secciones ya sea de cosecha o ganadería. Tendremos que ampliar nuestro domicilio y reconstruir los edificios recogiendo materiales y ganando dinero, el cual iremos generando a través de nuestros cultivos. Tendremos que arar la tierra, plantar semillas y regar las plantas bajo un marco de cuadriculas que harán las veces de segmentos de terreno. A nuestro juicio queda decidir que plantamos, en qué momento y de qué manera.
Podremos relacionarnos con nuestros vecinos, los cuales irán creciendo en número y amistad y/o romance en función de nuestras acciones. Mantendrá, entre otras cosas, la opción de casarnos y formar una familia con distintos personajes, por lo que quedará a nuestra elección que hacer. Pescar, recolectar recursos, comprar y vender, etc. será el pilar de esta nuestra aventura. Habrá que saber gestionar bien nuestro dinero, por cierto, aunque la verdad es que es relativamente fácil recuperarse de una mala situación; la sensación de peligro o precariedad económica no será un verdadero problema en ningún momento.
A lo sumo, y en el peor de los casos, tendrás un juego algo más lento de lo que gustaría, pero nada del otro mundo. Eso sí, hay que tener en cuenta que las primeras horas de partida suelen ser algo tediosas, y más en estos casos, pues empezamos casi desde cero y con los recursos mínimos.
Al rescate de la isla
Para variar, Harvest Moon: Light of Hope Special Edition nos pone en la piel de un joven recién llegado a la isla de turno, aunque con el añadido de que podremos jugar en cooperativo con un segundo jugador en modo local. Tomando como referencia el arquetipo más frecuente del género, tendremos que levantar una granja desde cero. Al mismo tiempo, habrá que expandir nuestras actividades para y por el beneficio del resto de la isla, pues esta se encuentra peligrosamente despoblada. De esta forma nos convertiremos en los adalides de la reconstrucción sociopolítica de un pueblo dejado de la mano de Dios y abandonado por aquellos quienes se decían sus habitantes.
Dicho esto, ¿qué nos ha parecido, en líneas generales, Harvest Moon: Light of Hope? Tengo que confesar que me encuentro entre la espada y la pared, pues siempre he sido un ferviente admirador de la franquicia, mas no está pasando por sus mejores momentos. Si bien es cierto que se agradecen ciertos cambios en las mecánicas de juego, la entrega carece del impacto de los anteriores. El sistema será parecido al de antaño, pero pierde fuerza con el transcurso de la historia. Al mismo tiempo, los personajes carecen de carisma y, salvo contadas ocasiones, nos encontraremos con un guion más bien flojito.
Por si fuera poco, el apartado técnico deja algo que desear. No obstante, el rendimiento es bueno, el juego es estable y, en resumidas cuentas, hablamos de una experiencia con un buen acabado. La ejecución es correcta, pero el apartado artístico no me ha terminado de convencer. Lejos de inspirar ternura, los personajes son… extraños. No sucede de igual forma con los escenarios, que sí me han gustado bastante más. Al final —incluyendo el movimiento corporal, algo errático— nos encontramos con un título que no supera las expectativas generadas.
La siembra pierde fuerza
Esto se debe, en gran medida, a que los cultivos pierden gran parte de su relevancia. Su lentitud inicial no casa con las recompensas que termina generando; por momentos parecía que nuestros esfuerzos no estaban debidamente recompensados. A ese respecto, ganan importancia otras áreas de trabajo, las cuales sí que nos han parecido no solo más reconfortantes, sino divertidas y entretenidas. Empero, no deja de ser curioso que un juego de granjas pierda en temas de cosecha y gane en otros apartados A ese respecto, el juego sigue funcionando sobre los mismos preceptos de siempre.
Aunque ya no sea necesario sembrar, al uso, una de las actividades más placenteras sigue siendo azar y regar nuestros cultivos. Lo que sí nos ha encantado ha sido el sistema mediante el cual organizamos nuestro inventario y utilizamos nuestras herramientas. Este, además de poseer una interfaz bastante bien lograda, goza de un sistema pseudoautomático que acelera mucho las cosas y nos permite disfrutar de nuestra experiencia de juego con menos pausas. El juego ha logrado evolucionar de tal manera que, a la hora de cultivar o hacer cualquier tipo de tarea, todo sea más consecuente. Hay más cohesión entre todos sus elementos.
Por el contrario, no nos ha convencido tanto el inventario limitado. Y no porque no podamos transportar tanto como queramos, sino porque el sistema de avisos no funciona de la forma en que debería. Al final, en ciertos puntos del juego, nos tocará perder alguna recompensa o hacer un viaje extra al no controlar los objetos de los que nos decimos dueños. Por desgracia, se puede decir lo mismo de la música. No es que sea mala, pero tampoco es nada del otro mundo. Inclusive, nos puede dejar algo fríos. No sucede de igual forma con los cambios de estación, los cuales están muy logrados.
Conclusiones
Harvest Moon: Light of Hope Special Edition incluye contenido adicional bastante interesante, pero no tiene la fuerza de entregas anteriores. En cierto modo, podemos sentir que estamos ante un proceso de cambio de la generación anterior a los tiempos actuales. Harvest Moon: Light of Hope Special Edition nos ha parecido un juego sencillo y entretenido, divertido y con sus cosas buenas, pero con una serie de deficiencias bastante importantes. El apartado gráfico, salvo en ciertos puntos, es —cuando menos— cuestionable. Al mismo tiempo, los personajes y el guion (con permiso de los espíritus) carecen del carisma que nos habría gustado. A su favor, el sistema de cambio de herramienta y los efectos del entorno, así como la profundidad del sistema y la amplia variedad de actividades a realizar.
Análisis Harvest Moon: Light of Hope Special Edition. Clave de juego para PS4 cedida por Koch Media.