
Tras algunos años de ausencia, los chicos de Omega Force están listos para devolvernos a su saga más emblemática y que dio vida a un género, llega Dynasty Warriors Origins y tras muchas horas de vicio, ya tenemos listo nuestro análisis.
Tras experimentar con otras franquicias tales como One Piece, Zelda e incluso la saga Persona, si hay algo que reconocerle a este estudio, es que son los reyes del musou. Un género poco explotado pero con cada vez más adeptos, cosa que siempre tendremos que agradecerle a Omega Force.
Y es que tras aprender tanto con otras sagas, ya era hora de que volvieran a la suya propia. Eso sí, en esta ocasión se han introducido cambios muy sustanciales a la obra original, siendo quizás esta, la entrega menos continuista de todas.
Un enfoque mayor en la trama, jugabilidad centrada en un personaje más versátil y un acabado gráfico más gratificante se dan la mano en una experiencia perfecta para ir abriendo el nuevo año.
Análisis de Dynasty Warriors Origins: vuelve el Romance de los Tres Reinos
Aunque tras más de 20 años como franquicia de videojuegos deja una larga legión de personas que han probado esta saga. Muy poca gente conoce realmente los orígenes de su trama. Y es que el clásico literario el Romance de los Tres Reinos ha dado vida a varias sagas, siendo una de ellas, la propia Dynasty Warriors.
En Origins, estamos ante un nuevo enfoque de la misma, adaptando de esta manera, la época más oscura de China, donde grandes naciones y uniones se enfrentaban en una guerra que duró casi 100 años. Así pues, Origins no es ni una precuela ni una secuela de las otras entregas ya vistas. Es un nuevo enfoque, y como tal, no hace falta haber jugado al resto de partes para poder disfrutar de su trama, que por cierto, está más enriquecida que nunca.
Ya puestos en situación, en el juego nos pondremos en la piel de casi todos los bandos, por lo que viviremos todas las batallas importantes de esta época. La primera de ella, será la Revuelta de los Turbantes Amarillos, aunque le seguirán muchas otras, donde amigos se volverán enemigos, y haremos aliados inesperados.
La trama está compuesta por cinco capítulos, donde nosotros interpretaremos a un personaje tan reservado como amnésico. Si bien es cierto, este queda ensombrecido ante tantos personajes, tramas y situaciones, aunque cuenta con su propia trama, la cual da una motivación nunca vista para la saga, nuestra propia guerra.
Elige tu bando y a las armas, la batalla te espera

A nosotros nos ha parecido un acierto que hayan puesto el foco sobre un único personaje principal que acaba en todos los «fregados». Aunque admitiremos que algo más de personalidad al personaje principal nos habría invitado a meternos más de lleno en la historia.
Y es que habrán decenas de personajes importantes con los que interactuar, por lo que será habitual que consultemos el registro del juego. Además, llegado cierto punto habrá que apoyar a algún bando, por lo que la historia se alarga de un modo poco sutil pero efectivo, nos esperan decenas de disfrute.
Que el desarrollo se haya centrado en un único personaje, lógicamente también repercute en la jugabilidad. Y es que esta saga casi siempre se ha caracterizado por permitirnos jugar con decenas de personajes, enfocados en cada grupo.
Esta vez han decidido apostar por un único personaje (aunque de forma temporal, podremos controlar a otros), siendo en esta ocasión mucho más volátil. Esto significa, que nuestra estrella podrá elegir entre los nueve tipo de armas distintos que hay, cada una con grandes variaciones y una larga lista de combos.
A nosotros nos ha parecido un acierto, pues le dota de más capaz de profundidad a la jugabilidad, que ahora cuenta con más toques de rol. Equipo, árbol de habilidades, incluso la posibilidad de elegir un compañero. En definitiva, un abanico de posibilidades para que nuestro personaje sea mucho más único que en cualquier otra entrega.
Una aventura cargada de grandes batallas

Pese a contar con elementos de rol, Origins nos pone rápidamente en faena, y es que los combate serán el elemento más abundante de todos. Además, difícilmente veremos dos contiendas iguales, y no lo decimos por la variedad de escenarios, sino por todos los modos de juego que se recogen dentro del modo historia. Además de las típicas contiendas de la saga, donde tendremos que ir conquistando territorios para achicar las reservas de nuestro adversario, contamos con muchas otras opciones.
Esto podría reducirse en batallas más pequeñas, como escaramuzas. Aunque también tendremos que realizar encargos de otros personajes, lo cual fortalecerá nuestras relaciones con ellos. Incluso volverán los combates de 1 contra 1, por lo que hay una enorme variedad de situaciones sumado a la gran personalización de nuestro héroe.
Por otra parte, para darle un toque más aventurero, la trama trascurrirá en un «no tan enorme» mapamundi, donde tendremos que desplazarnos por las distintas localidades que conforman la historia. Aquí visitaremos ciudades y destacamentos, donde podremos prepararnos, explorar y reunir recursos e interaccionar con otros personajes. No en vano, consideramos que es la entrega que más novedades incorpora a la saga, y sin ser ninguna revolución, todo resulta muy acertado.
Resolviendo el gran problema de los Musou

Origins ha cambiando el planteamiento de muchos elementos de esta franquicia no solo en pos de innovar, sino que también quiere resolver uno de los mayores problemas a los que se enfrenta este género. Aunque los musou ofrecen diversión a raudales a la par que resultan desestresantes (nada como matar a 3000 personas en una batalla tras un largo duro día de trabajo), se enfrentan a un gran handicap, la repetitividad.
Por mucho que podamos cambiar el estilo de combate de nuestro personaje, no deja de ser un título donde tenemos que abrirnos camino a palos para acaban con grandes grupos de enemigos de una sentada. Esto no tardará en hacerse de notar, pero Omega Force ha pensado un plan maestro para paliarlo.
Y es que han mejorado la variedad de situaciones dentro de las batallas, dando situaciones tan épicas y divertidas como los rescates de comandantes. De esta manera, no solo tendremos que estar atentos a la acción en pantalla, sino también en el mapa, acudiendo a los aliados que necesiten nuestra todopoderosa ayuda.
Por ejemplo, en batallas más amplias, a medida que liberemos fuertes iremos incrementando las unidades de nuestros aliados. Cuando estemos preparados, podremos iniciar un ataque combinado contra la mayor resistencia de nuestros enemigos, lo que se resumen en un batallón enorme.
A esto vamos a sumarle que la moral también cuenta, y hechos como perder territorios o comandantes, diezmará nuestras fuerzas. Esto hará que los rivales se vengan arriba y se vuelvan peligrosos e imparables, por lo que siempre compensará seguir una estrategia más laboriosa en la que conquistemos territorios antes de pasar al plato fuerte.
Técnicamente es todo un salto para la saga y para sus creadores

En definitiva y aunque intenta paliarlo, el juego puede volverse repetitivo y no hay más que hacer. Sin embargo, es de esas sagas a las que le puedes dar un descanso y volver al tiempo para despejarte. Además, la curva de aprendizaje es muy corta, por lo que ni si quiera notarás que has desconectado.
Otro apartado donde el juego ha evolucionado a lo bestia es a nivel gráfico consiguiendo acabados muchos más realistas pero sin romper el molde. Y es que donde verdaderamente podemos decir que se sale, es en rendimiento, con una experiencia muy estable a 60 fotogramas.
El juego ofrece también la posibilidad de jugar a 120 fotogramas, pero no nos engañemos. Nosotros hemos realizado pruebas en PS5, y lo cierto es que a 120 fotogramas estables solo se muestra en las escenas de vídeo y los menús. En el mapamundi que os comentábamos fluctúa entre 80 y 90 fotogramas, y sin embargo en las batallas, donde más debe destacar, mantiene unos 60 fps tremendamente estables.
Por otra parte, la banda sonora es todo lo épica que una gran batalla podría esperar, con grandes temas dentro y fuera de las contiendas. Además, el juego hace un buen uso de las posibilidades del DualSense en PS5, con una vibración háptica muy lograda pero omitiendo el uso de los gatillos adaptativos.
Análisis de Dynasty Warriors Origins: conclusiones



Dynasty Warriors Origins es un salto cualitativo para la saga en muchos factores donde destaca la diversión y el hecho de que ofrece una experiencia con varias capas más de profundidad. En un marco puede parecer que una historia muy enriquecida es su mayor cualidad, pero nada más lejos de la verdad, ahora el juego es más grandes, más divertido y mucho más profundo.
Técnicamente, también ha evolucionado, aunque por desgracia, no podemos negar que pueda ser repetitivo. Tenemos un título que si bien su primera pasada puede durarnos unas 30 horas, completarlo al 100% buscará que le echemos más del doble, por lo que prepararos para eliminar a muchos, muchos enemigos.
Nosotros ya lo hemos disfrutado, por lo que solo nos queda pedirle al público que no solo evolucione el juego, sino también su recepción, cosa que estamos seguiros que no le costará dado que cada vez tiene más adeptos en occidente, y con motivos.


- Una jugabilidad mucho más profunda para la saga.
- Que se centre en un único personaje ha sido todo un acierto.
- La libertad a la hora de realizar tareas secundarias y elegir bando.

- Puede hacerse repetitivo pese a los intentos por mejorarlo.
- Algunos aspectos técnicos podrían estar más pulidos.
- La historia está llena de conceptos y nombres que pueden hacer que nos perdamos.