Análisis de ‘Death’s Door’

Os traemos nuestro análisis de Death's Door, una propuesta independiente de Acid Nerve y Devolver Digital muy, muy buena.

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Un día más en la oficina. Abres la puerta, saludas al compañero que gasta la misma broma todos los días, te quitas el sombrero y te preparas para otra jornada de trabajo. Así pues, agitas tu pequeño cuerpecito para dejar que las plumas sobrantes caigan al suelo mientras te equipas con tu ya habitual espada de neón rojizo. El curro es el curro y, como no podía ser de otra forma, los segadores de almas se deben por y para su labor; la vida de cuervo es la vida mejor. En caso contrario, que se lo digan a Death’s Door, uno de los juegos más bonitos que he probado en muchísimos años.

Y eso que Devolver Digital nos tiene bien acostumbrados a juegos de este estilo. Es decir, desarrollos independientes de estudios poco conocidos que nos terminan conquistando sin remedio. Son los cazatesoros del siglo XXI; encuentran equipos creativos donde nadie más los ves. Vale, no son los únicos, pero sí uno de los que más variantes ofrece a ese respecto. Sea como fuere, sería injusto hablar de Devolver y no de Acid Nerve. Es decir, de la desarrolladora. La verdad es que no los conocía, pero ya os aseguro que no pienso olvidar su nombre. No obstante, no me quiero ir por las ramas; vayamos al grano. ¿Qué nos ha parecido Death’s Door?

Death’s Door

Análisis Death's Door
Análisis de Death’s Door | Las puertas nos permitirán viajar entre «mundos»

La historia comienza con un simpático cuervo en su puesto de trabajo. Siguiendo la rutina de todos los días, se prepara para afrontar su jornada laboral cosechando las almas de los muertos. Puede no parecer mucho, pero es un trabajo tan honrado como cualquier otro. Así pues, tras una escueta conversación con algún que otro compañero de oficina, atravesamos una Puerta de la Muerte y regresamos al Mundo de los Vivos. En cuestión de un par de minutos encontramos el alma que hemos venido a recoger, pero una misteriosa figura nos deja fuera de combate y nos la roba.

Derrotados, regresamos a la oficina; nos explican que estamos metidos en un buen problema. No es solo que hayamos perdido un alma, sino que mientras la puerta de dicha alma esté abierta envejeceremos. Como segadores somos teóricamente inmortales siempre y cuando no estemos trabajando. Es decir, una puerta abierta significa que el tiempo pasa. Entendemos, pues, que el concepto de la vida y la muerte dan sentido al término «Death Door» como título del videojuego y eje central de la historia.

Ahora sí, empieza nuestra aventura. La premisa parte con un enfoque muy original en donde, abusando de un tópico explotado hasta la saciedad, se redibuja el concepto de la vida y la muerte. Acid Nerve, con gran habilidad, desfigura el miedo por lo desconocido y transforma su mundo en una historia muy simpática. Cargada de humor, ya sea a través de sus propios personajes o el diseño de escenarios, Death’s Door nos enamora desde el primer momento gracias a todo esto y mucho más. Curiosamente, lo hace sin un guion demasiado complicado.

Un cuervo por y para la eternidad

Análisis de Death’s Door | Muchos personajes, como caravasija, aportarán el toque de humor

Es más, la narrativa es parca y escueta; comprendemos qué está pasando a través de diálogos muy directos y concisos. Serán los propios secundarios quienes nos aporten la información contextual que necesitamos para entender la historia. De hecho, nuestro propio agresor termina haciendo acto de presencia más pronto que tarde para decirnos que le ha llevado a robarnos el alma… y qué tenemos que hacer para resolver la encrucijada. La comicidad de la situación es absoluta.

A decir verdad, la mayoría de interlocutores —desde un hombre con una vasija por cabeza hasta un tabernero cuya espalda está gobernada por un calamar— se recrean en la inverosimilitud para hacer de la risa cómplice un arte. Sea como fuere, Acid Nerve no se olvida en ningún momento de cual es la línea principal: la muerte. Esta es una constante durante toda la experiencia y, aunque parezca muy desenfadada, aborda temas tan complejos y perversos como la búsqueda de la inmortalidad… a cualquier costo.

Por cierto, Death’s Door es más bien cortito. Para que os hagáis a la idea, la historia principal nos puede llevar unas seis u ocho horas más o menos. Si buscamos completarlo al 100% la cosa cambia, aunque no demasiado; nos vamos, de forma aproximada, a las diez o doce horas de juego.

La muerte nunca ha sido tan hermosa

Análisis Death's Door
Análisis de Death’s Door | El apartado gráfico, incluyendo las animaciones, es una delicia

De principio a fin, y sin ninguna duda, Death’s Door es uno de los juegos más bonitos que he probado en los últimos años. A través de un cuidado sentido creativo, Acid Nerve nos regala una experiencia maravillosa. Para empezar, las texturas de Death’s Door son planas y de colores sencillos. No destaca por los modelados, pero sí por su presentación. En cierto modo es como un mundo de plastilina hiper definido con grandes detalles escenográficos; el concept art y el desarrollo de las animaciones son increíbles. Por su parte, el juego de luces y sombras es exquisito. Si hay algo importante en un videojuego es la iluminación… y el estudio lo ha bordado. Sin más.

De la misma forma, atacan muy bien la contraposición de elementos. Es decir, juegan con la dicotomía entre la vida y la muerte creando una serie de biomas y escenarios con muchísimo acierto. Es más, cada mapa se siente único y diferente, desde una especie de casa embrujada hasta un campo carcomido por la muerte pasando por una recia fortaleza o nuestra propia oficina de trabajo. Esta última, por cierto, ha sido coloreada en una escala de grises impresionante que evoca un sentimiento de nostalgia sin parangón. Una vez más, el choque entre el Mundo de los Vivos y La oficina de la Muerte pone de manifiesto la buena mano del equipo creativo.

Tampoco me puedo olvidar de los detalles que lo hacen grande. Por ejemplo, una cálida hoguera encendida en un páramo inhóspito que se regocija en su crepitante belleza. A estas alturas ya habréis comprendido que Death’s Door me ha fascinado, pero es que lo pone muy fácil. Otro buen ejemplo son las animaciones, desde un árbol de otoño cuyas hojas se esparcen por el suelo cuando las golpeamos hasta nuestro propio cuervo, activo y nervioso, que mira de lado a lado cuando nos quedamos quietos. ¿Sabéis qué? Seguiría desentrañando sus múltiples bondades, aunque me temo que me llevaría mucho tiempo; será mejor que sigamos con el análisis.

 Meto cuchillo, saco almas

Análisis de Death’s Door | Dispondremos de diversas armas que brillarán en tonos neones

Lejos de lo que cabría esperar, nuestro cuervo sigue siendo una digna representación de La Parca. No por nada, durante nuestra aventuras nos iremos enfrentando a numerosos enemigos. No sabemos bien cuál es su motivación, pero se dejarán los huesos en detener nuestro avance. Ahí entran dos mecánicas muy importantes: las franjas rojas y el regreso por muerte. Lejos de representar la salud rival con barras de vida, Death’s Door va creando líneas rojas en el cuerpo enemigo a medida que desciende su resistencia. Diría, en cierto modo, que es como un cuerpo que se fragmenta y cuyas heridas brillan en luces de neón. Es, para variar, un efecto visual precioso.

Por otro lado, la muerte. Cuando caigamos en combate, regresamos a un check-point infuso. Recuerda a un roguelite, ya que no perdemos nada de lo que hayamos obtenido con anterioridad. Bueno, ¿y qué podemos conseguir? Pues una suerte de esencia de alma que podemos cambiar en la oficina por mejoras para nuestro personaje, semillas de vida que se convierten en plantas curativas cuando las plantamos y objetos con cierta relevancia para la historia o la resolución de acertijos. Sobre estos últimos, por cierto, hay dos caras en la moneda.

Por una parte tenemos puzles muy bien planteados con sentido, coherencia y una resolución bastante orgánica. En el otro lado, hay otros tantos acertijos que carecen de un planteamiento previo adecuado. Véase, por ejemplo, una zona en la que debemos inferir que existen enemigos ocultos en jarrones a los que debemos derrotar para ir abriendo puertas. Sin pistas aparentes. Yo tuve suerte y lo descubrí por accidente, pero sé de más de un conocido que se pasó más de diez minutos intentando descifrar que había qué hacer. Puede parecer una tontería, pero hay varios del estilo.

Un juego de acción con pequeños destellos de RPG

Análisis Death's Door
Análisis de Death’s Door | Podremos aumentar nuestro potencial de combate con 4 parámetros

Sea como fuere, iremos avanzando como buenamente podamos mientras nos enfrentamos a los clásicos enemigos de turno y a más de un jefe final que nos pondrá las cosas difíciles. En ese sentido, ¿es Death’s Door un juego complicado? No, pero tampoco es fácil. Los bosses, seguramente, os pongan en más de un aprieto; es probable que tengáis que repetir alguna que otra batalla en más de una ocasión hasta adaptaros a sus patrones. De la misma forma, hay que tener mucho ojo con los descuidos, pues cualquier enemigo puede dejarnos fuera de combate. No por nada, solo tendremos cuatro puntos de salud.

Seguidamente, el componente RPG. Es nimio, pero existe. Además de la perspectiva isométrica, nuestro cuervo tendrá una serie de parámetros: fuerza, destreza, celeridad y magia. Recuperando la idea de la tienda, podremos mejorarlas gastando esencia de almas, aunque —al menos yo— no he notado demasiado su impacto. Queda ver, entonces, la utilidad de cada una. Siendo prolijo, la fuerza aumenta el daño de nuestros ataques con arma (tendremos cinco) mientras que la destreza y la celeridad nos ayudarán a pegar y esquivar más rápida.

El poder de los detalles

Análisis de Death's Door
Análisis de Death’s Door | Las grietas rojas serán una guía visual para saber como de dañado está el enemigo

La magia, por su parte, aumentará el daño de nuestros ataques especiales. Tendremos cuatro y, por el bien de reservaros una sorpresa, solo mencionaré dos de ellos: arco y fuego. Por cierto, estas habilidades también se utilizan para resolver puzles. Para terminar, pues no son apartados que nos exijan demasiado, quiero hablaros de tres puntos: la banda sonora, el rendimiento y el mapeado. La primera es simplemente espectacular; nos cautivó desde el primer momento si otra opción más que la del elogio. El segundo cumple con lo esperado y funciona con acierto en ordenadores de muy diversa gama. El tercero es el que más nos ha fallado.

Bonito como el solo, ralentiza mucho el ritmo ante la ausencia de un medio de transporte más efectivo que las puertas (conectan la oficina con diversos puntos del Mundo de los VIvos) y la ausencia de un sprint clásico al uso. Todo sea dicho, la esquiva se convierte en un sustituto bastante decente, aunque no es lo suficientemente interesante como sistema de desplazamiento. Eso sí, su presencia, así como el ritmo base del juego, crean una experiencia bastante dinámica en combate.

Análisis de Death’s Door | Conclusiones

Análisis Death's Door
Análisis de Death’s Door | Nuestro lugar de origen ofrece una dicotomía entre la vida y la muerte gracias a su escala de grises

Death’s Door es un videojuego excelente que lo tiene todo para convertirse en una joya de cualquier biblioteca digital. Si bien es cierto que la narrativa o el guion no destacan demasiado, su hermoso apartado gráfico lo compensa con creces. La dicotomía entre la vida y la muerte, así como su peculiar sentido del humor, son buenos como ellos solos. De la misma forma, el combate es fluido y dinámico, muy preciso y con la dosis justa de desafío. Así pues, Death’s Door es una aventura muy interesante y divertida. Diríamos que falla un poco en la originalidad de sus mecánicas, ya que no revoluciona ni aporta nada nuevo. Igualmente, es muy divertido.

Valoración juego - indispensable

Análisis de Death’s Door. Clave de juego para PC cedida por Devolver Digital.

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