Crysis, por méritos propios, se convirtió en una de las mayores sorpresas de 2007… y años posteriores. Como shooter en primera persona, encandiló a público y crítica con una puesta en escena tremenda cargada de originalidad y, todo sea dicho, una gráfica espectacular para su época. Crytek, por aquel entonces, acumuló elogios por doquier, y con razón. No resultó extraño que, con el tiempo, no solo se convirtiese en trilogía, sino que se actualizase con nuevas ediciones, expansiones multijugador en algunos de sus títulos, etc. Prolongó su existencia hasta PlayStation 3 y Xbox 360, aunque los resultados no fueron tan notables.
Su otrora éxito se convirtió en un mero recuerdo, pues la competencia era cada vez mayor, mas no así los resultados. El hijo pródigo del estudio perdió la relevancia para convertirse en una suerte de título de culto del cual solo guardaban buenos recuerdos sus primeros jugadores. Sí, solo su obra original logró destacar verdaderamente. Y tal vez fue por eso que nos emocionó saber que tendría un remaster, pero… A veces, y solo a veces, es mejor no tocar nada. Por desgracia, Crysis Remastered ha sido una de esas veces, ya que el resultado dista de ser muchas cosas, y entre ellas ser bueno.
¿Un remake a la altura?
Por un lado, el apartado gráfico. Sin lugar a dudas, la remasterización de Crysis ha supuesto un salto muy evidente en relación a modelados y/o texturas. Simple y llanamente, el juego se ve bien. El acabado es bonito y está repleto de detalles, lo cual siempre se agradece; se asemeja, mucho, a la experiencia original. Así pues, encontramos un entorno muy vivo, muy rico en detalles y con abundantes elementos escenográficos. En consecuencia, la primera impresión es positiva, pero tarda muy poco en venirse abajo. Voy a intentar ser breve, así que omitiré detalles tales como el argumento, la narrativa o las mecánicas al uso. No por nada, hablamos de un regreso, que no de una nueva IP o lanzamiento.
Es por eso que quiero destacar la desastrosa optimización llevada a cabo por Crytek. Lo siento mucho, pues sé el esfuerzo que suponen este tipo de proyectos, pero no lo han hecho bien. Para empezar, nosotros lo hemos jugado en PlayStation 4, y los crasheos y las bajadas de frames han sido una constante. No solo eso, sino que en más de una ocasión la imagen se llegó a congelar por varios segundos antes de poder volver a retomar nuestra partida. En consecuencia, el rendimiento no cumple las expectativas de ninguna de las formas posibles. No sé bien el porque, pero el salto de calidad gráfica no se ha correspondido con su rendimiento.
A esto debemos añadirle un gunplay incómodo y demasiado arcaico. Por un lado, nuestro soldado integra muchas funcionalidades divertidas: resistencia a las balas, invisibilidad… y otras varias. Vale, eso mola, pero no mola que el sistema de apuntado falle más que una escopeta de feria o que la dificultad esté lo suficientemente mal medida como para que nos maten de cuatro disparos en fácil; ni hablar quiero de un nivel de desafío mayor. Volviendo al caso, la sensación de disparo es errática y fallona. Apuntar resulta complicado por el mal funcionamiento de la cámara. Además, el movimiento (y en concreto, el sprint) no están para nada cohesionados con el mencionado gunplay. Se busca el dinamismo y la sensación de velocidad, pero falla al no saber casar ambos elementos con el componente de disparo.
Conclusiones
Por lo pronto, sigue siendo un shooter con mucho a nivel de historia, pues influencio a no pocas generaciones. De igual forma, no debemos asentarnos en el pasado; su relevancia no justifica un mal desarrollo en la actualidad. La trama, aun a día de hoy, sigue siendo entretenida. Sí, no os he hablado mucho de ella, pero puedo deciros que es interesante. Aborda el concepto de guerrilla y conflicto bélico desde un prisma original agregando, en el proceso, terceros protagonistas de lo más inverosímiles. A nivel auditivo responde, pero el gameplay es nefasto.
Análisis Crysis Remastered. Clave de juego para PS4 cedida por Ziran.
