
Os traemos nuestro análisis de Crashalnds 2, un divertido juego de supervivencia y ciencia ficción con un humor sin control alguno.
Cuando Crashlands se lanzó allá en 2016, muchos nos sentimos realmente atraídos por su particular sentido del humor siendo un juego de supervivencia. Ahora, nueve años después, por fin se ha estrenado su secuela. Disponible desde el pasado mes de abril, ya acumula un 86% de críticas positivas en Steam. Y con razón. Os lo cuento en mi análisis de Crashlands 2.
Tras pasar varias horas perdido en este vibrante mundo alienígena, puedo decir que Butterscotch Shenanigans ha entregado una secuela que no solo honra al original, sino que lo supera en ambición y corazón, aunque no sin algún tropiezo.
Dicho esto, ¿qué podemos esperar del juego? De buenas a primeras, más de lo mismo, pero en el buen sentido. La premisa de Crashlands 2 sigue siendo tan encantadoramente ridícula como la del primero. Encarnamos nuevamente a Flux Dabes, la camionera intergaláctica más cabezota del cosmos. Una vez más, regresa a Woanope tras años de ausencia solo para verse atrapada en un nuevo desastre cósmico.
Solo por su trama, creo que ya os podréis imaginar un poco cuál es su idea. Abandona por completo la épica tópica de los survival de ciencia ficción y se sumerge de lleno en el humor más extraño que te puedas imaginar. Repleto de carisma, hace del sarcasmo su principal baluarte. Tiene chispa, gracia y llama la atención.
Eso sí, comparado con el original, la historia se siente más cohesionada. Ahora hace más en las amistades interestelares que añade una capa emocional inesperada. Por supuesto, no puedes esperar un Baldur’s Gate 3 ni un Stardew Valley, pero se defiende. Hay algo conmovedor en cómo Flux forja lazos con criaturas tan estrafalarias como un pollo mutante o un robot con complejo de mayordomo.
Análisis de Crashlands 2

En lo que respecta a la jugabilidad, he visto un avance. Crashlands 2 da un paso hacia adelante a nivel mecánico. No obstante, conserva el espíritu del original. Consecuentemente, nos encontramos con un sistema de crafteo en donde todo resulta útil. Más profundo y más orgánico que antaño, la sensación de progreso es constante.
Cada nueva receta es como una pequeña victoria repleta de posibilidades. Y sí, tendremos las armas y artilugios más estrafalarios que os podáis imaginar. Es una locura, tanto para lo bueno como para lo malo, y es que a veces derrapa un poco más de la cuenta con algún diseño excesivamente absurdo.
Lo bueno es que ahora es más interactivo. A diferencia de su predecesor, aquí el crafteo no llega a sentirse especialmente monótono en ningún momento. Sí, es repetitivo, pero es algo inherente al género. No se puede evitar haga lo que se haga. Más que un defecto, es una cualidad propia a los survival de estas cracterísticas.
En cualquier caso, se siente dinámico. Aquí las interacciones ecológicas del mundo (como usar plantas explosivas contra enemigos) añaden una capa extra de variabilidad que te invita a seguir investigando. No obstante, este sistema provoca que la curva de aprendizaje sea incluso más abrumadora que antes.
El juego te lanza al caos sin demasiadas explicaciones, lo que puede frustrar a los menos pacientes. Por su parte, el combate sigue sin ser su punto fuerte, aunque ha evolucionado. Sigue siendo simple, basado en esquivar y leer patrones de ataque, pero la adición de opciones de personalización y mascotas domesticables (que puedes criar desde huevos) le da un toque estratégico que el original no tenía.
Crafting, combates y supervivencia con mucho humor

Además, mantiene esa extraña mezcla de peligro humorístico. El juego está repleto de criaturas que pueden acabar con tu vida en un instante. Sin embargo, sus diseños son tan extravagantes que son capaces hasta de sacarte una sonrisa mientras observas como tu cadáver ahora forma parte del ciclo sin fin.
Lo bueno es que, comparado con su predecesor, hay un mayor equilibrio. Y sí, el diseño repetitivo de ciertos enemigos y la torpeza puntual de cientos controles hizo que frunciese el ceño, pero mi sensación general fue más bien positiva. Sobre todo porque, pese a que el combate a veces palidece, la exploración lo compensa.
Woanope es un mundo repleto de sorpresas visuales. Si bien es cierto que a veces la banda sonora no acompaña, los biomas destilan vida propia. Es un mundo colorido y muy vivo en donde hay cientos de detalles que admirar. Es muy bonito, la verdad.
Aparte, tenemos mucha libertad. No hay un camino concreto, por lo que puedes vivir la aventura a tu modo. Del mismo modo, el mapa no es pequeño, por lo que sientes que hay contenido para rato desde el primer minuto.
Lo único malo en ese sentido es que el seguimiento de las misiones es más confuso de lo que me gustaría reconocer y algunos diálogos se hacen un tanto pesados. Es un juego en el que destaca más la acción directa, por lo que el ritmo a veces se rompe parcialmente.
Conclusiones

Sea como fuere, estos y otros fallos no hacen que la experiencia se sienta mal. La propuesta de Butterscotch Shenanigans es buena, y aunque no tiene localización al español de España, sí que cuenta con textos con español de Hispanoamérica.
Para ir terminando, puedo deciros que si os gustó el primero, este os encantará, pues da lo mismo, pero más y mejor. Y si no lo jugaste, pero te gustan los juegos de supervivencia, el humor absurdo y la ciencia ficción, este juego tiene muchas cosas positivas para ti.
No es el juego perfecto, pero tiene personalidad, engancha y entretiene. Está muy vivo y tiene carisma de sobra. Si buscas un RPG de supervivencia que equilibre creatividad, exploración y un toque de locura, creo que puede ser el juego que estabas buscando.


- Es un juego con una estética única. Tiene mucha personalidad.
- El sistema de crafteo es entretenido y se siente menos monótono de lo habitual.
- Cuenta con un universo muy carismático y nunca sabes qué te encontrarás.
- Los diálogos, aunque a veces cortan el ritmo, son hilarantes y divertidos.
- El sistema de exploración libre.
- La forma en la que funciona el mundo e interactuamos con él.

- Los controles a veces se sienten algo torpes.
- Las misiones pueden ser complicadas seguir. A veces es confuso.
- La curva de entrada no es la más amable del mundo con jugadores menos avezados.
Hemos podido realizar el análisis de Crashlands 2 tras recibir una clave de prensa en Game Press. Hemos utilizado imágenes de Steam al considerar que eran más adecuadas para ilustrar el presente tema.