Sin duda alguna, lo nuevo de Eremite Games y Hooded Horse ha sido una de las sorpresas más gratas que me he llevado durante las últimas semanas. Desconocido para mí, se publicó en noviembre de 2022 mediante una versión de acceso anticipado muy llamativa. Con un producto bastante bien construido, se presentaba como uno de los indies más llamativos de finales de año. Yo, por desgracia, no lo conocí hasta hace poco, siendo este el motivo por el cual he tardado ‘tanto’ en ofreceros un análisis de Against the Storm y su early acces.
Como se suele decir, pues más vale tarde que nunca. En este caso, la espera está más que justificada, puesto que hablamos de un juego con un potencial enorme y una base muy, muy sólida. Y es que, aunque el juego todavía no está terminado, lo más importante funciona. O lo que es lo mismo, el equilibrio y la funcionalidad son de calidad. Ahora bien, ¿por qué destacamos estos dos puntos?
Pues porque estamos frente a un constructor de ciudades con mecánicas de roguelite y rejugabilidad ‘infinita’. Dos puntos que, sin duda alguna, llamarán mucho la atención de no pocos jugadores. A fin de cuentas, es raro que un city builder tome de referencia los roguelite para construir su jugabilidad, pero en este caso les ha salido muy, muy bien.
Análisis de Against the Storm [early acces]
¿Y cómo lo hace? Pues lo cierto es que lo justifica todo a través de una narrativa sencilla, pero bastante efectista. Nada más empezar, se nos explica que somos Adelantados, una suerte de sirvientes de la Reina Abrasada que tienen la misión de asegurar la supervivencia de la ciudad central. Tal y como nos cuentan, el mundo es de carácter cíclico y, cada cierto tiempo, una tempestad colosal lo destroza todo. Todo menos la ciudad central.
Es por esto mismo que, como Adelantados, tenemos que ‘explorar’ los alrededores y crear núcleos urbanos y pequeñas ciudades de carácter temporal mediante las cuales obtener recursos y existencias para la ciudad central. De esta manera, en lugar de hacer crecer una única ciudad, iremos construyendo pequeños enclaves estratégicos, los cuales abandonaremos una vez cumplamos una serie de objetivos. Si lo conseguimos, obtendremos ciertas recompensas. Si fallamos, también, pero serán menores.
Con estas recompensas podremos mejorar la ciudad central, lo que facilitará nuestras futuras incursiones al obtener ventajas permanentes y temporales en cada nuevo pueblo que desarrollemos. Cuando llegue la tormenta, todos los colonos que han viajado hasta nuestras urbes regresarán a la ciudad central solo para observar como todo se va al garete. Y vuelta empezar.
Y aunque pueda parecer frustrante, lo cierto es que el diseño de los objetivos y la dinámica de juego hace que sea justo lo contrario. Es decir, superar un desafío es realmente gratificante. Más que nada porque es muy fácil que todo se vaya a la porra al tener que gestionar decenas de características. Complejo como él solo, Against the Storm nos exigirá lo mejor de nosotros mismos.
Borrón y cuenta nueva
Bien acompañado de un apartado gráfico bastante bonito que nos ha recordado mucho a Warcraft III, Against the Storm nos ayuda a entender desde el primer momento que todo nuestro progreso en un pueblo es temporal, pero que las mejoras que adquiramos son para siempre. De esta manera, aunque tengamos que empezar una y otra vez, la sensación de progreso es muy real. Además, cada vez que realicemos una incursión, podemos modificar la dificultad justo antes de empezar.
De esta manera, la curva de entrada es bastante buena, aunque es bastante complicado aprender a jugar. Seguramente, este es su mayor defecto: cuesta mucho adaptarse a él. Aunque personalmente tengo bastante experiencia con los city builder, en el caso de Against the Storm me he encontrado con un juego bastante denso que requiere un proceso de aprendizaje amplio. Es un título algo lento que cuesta dominar y que funciona a base de prueba y error.
Si bien es cierto que dispone de un tutorial relativamente bien incrustado, sigue siendo bastante complejo. Seguramente, jugadores menos avezados lo tengan bastante complicado. Empero, es un título bastante recomendable tanto para novatos como para expertos, tanto por su precio (19,99 € en estos momentos) como por su durabilidad. Teóricamente infinito, nos ofrece horas, horas y más horas de entretenimiento.
Gestión al límite
Sobre todo porque cada pueblo es un mundo. Conforme nos vamos adaptando, seremos capaces de aumentar enormemente su rendimiento. Lo que al principio podía ser una odisea y un desorden total, poco a poco se convierte en un gestor en donde hay mucho orden dentro del caos. Algo especialmente valioso si tenemos en cuenta la ingente variedad de recursos que podemos encontrar.
Cada vez que llegamos a una zona, tendremos que determinar que construcciones necesitamos para empezar a recolectar comida (hay varios tipos), madera y combustible, piedra, etc. Hay muchos tipos y todos ellos pueden procesarse en materiales más complejos que, en muchos casos, nos pedirán para cumplir con las misiones del mapa. A todo esto tenemos que sumarle un sistema de felicidad y confort que puede aumentar el rendimiento de nuestros colonos o provocar que se marchen.
Si se apaga, abandonaremos el pueblo y perderemos. Por si fuera poco, al empezar un pueblo, tendremos una porción de mapa muy pequeña que tendremos que ampliar explorando. Al hacerlo podremos encontrar áreas con una especie de neblina. Son los llamados claros y en ellos podemos encontrar diferentes tipos de recursos, además de eventos. Algunos de ellos, marcados con una calavera, son especialmente ‘peligrosos’ y pueden afectar negativamente a nuestra ciudad si no los solventamos pronto.
En ese sentido, lo que tenemos es un city builder clásico, pero con una variedad de recursos bastante amplia, y una plantilla de obreros con ciertas exigencias para su bienestar. Nada que no hayamos visto, pero que se complica bastante si tenemos en cuenta las circunstancias de cada mapa. Además de necesitar un suministro constante de combustible para mantener encendido el fuego de nuestro centro de mando.
Análisis de Against the Storm y su early acces: conclusiones
Con todo esto, pues nos encontramos con un city builder que nos exige lo máximo y con las suficientes herramientas como para resultar innovador e interesante a su manera. Con mucho potencial, destaca pese a su estado de acceso anticipado. No obstante, no podemos obviar el hecho de que la dificultad incluso en los niveles bajos es demasiado exigente y que la curva de aprendizaje es errática.
Su mayor defecto es que aún tiene que realizar varios ajustes de equilibrio, mas su condición de early acces es bastante favorecedora en ese sentido. Además de disponer de una hoja de ruta preestablecida, también son capaces de obtener feedback directo por parte de los jugadores para solventar sus diversos errores. Esto es algo que nos hace tener bastantes esperanzas de cara al futuro, aunque habrá que ver cómo progresan.
Dicho esto, os recomendamos encarecidamente que le echéis un vistazo al gameplay tráiler que os hemos dejado al principio de esta misma entrada, puesto que os ayudará a entender mucho mejor todo lo que hemos comentado. Ahora, sin más, nos despedimos, pero con unas últimas palabras. Against the Storm es un indie con un enorme potencial y una base jugable muy notable, siendo una de las mayores sorpresas que nos hemos encontrado en ese 2023.
- El apartado gráfico nos ha recordado mucho a Warcraft 3 y es realmente bonito.
- La base es potente pese a ser un early acces.
- Es un city builder muy inteligente con un eje dinámico y una buena dinámica.
- La cantidad de contenida es llamativa.
- Sigue pudiendo mejorar con el feedback de los jugadores.
- La curva de aprendizaje y la dificultad son densas.
- Tiene ‘errores ‘fallos’ de equilibrio.
