Imaginad una versión alternativa de la Segunda Guerra Mundial en la que los personajes son animales humanoides y niños. Una especie de Deca-Dence, pero llevado al campo de los RPG y estrategia. Esta propuesta indie del estudio CyberConnect2 nos sitúa en este mundo distópico y hostil en el que tendremos que hacer frente al ejército enemigo subido en un tanque.
Un planteamiento sencillo a priori, pero que sorprende conforme avanza, atrapando al jugador y proporcionando buenos retos. Fuga: Melodies of Steel ha sido una grata sorpresa y de los juegos que más me han enganchado últimamente quedando claro que para contar buenas historias no se necesita un despliegue de medios excesivo.
Análisis de Fuga: Melodies of Steel. Una caja de sorpresas
En un primer momento, lo que llamó mi atención no fue otra cosa más que el apartado artístico y la estética de los personajes. Es más, me ha recordado series como Beastars o, siendo más clásicos, Montana. En cualquier caso, en Fuga vamos a encontrar un entorno dieselpunk y sencillo. No obstante, está bien elaborado y hay espacio para cierto toque anime, casi chibi, durante algunas partes más narrativas. Atraída por el diseño, tenía curiosidad por saber qué ofrecía este título. Lo cierto es que no esperaba que consiguiera sorprenderme.
Los primeros minutos en Fuga no hacen justicia a la esencia de un título que poco a poco se va ampliando. Llegados a cierto punto, nos muestra que es mucho más complejo a todos los niveles de lo que en un primer momento se podía pensar. Como tal, el juego nos muestra una historia que, en un principio, se centra en la huida de 6 niños a bordo de una fortaleza-tanque. Con el tiempo, sin embargo, cobra mucha más fuerza gracias a estupendos plot twists y situaciones impactantes que nos dejan claro que no estamos ante una historia infantilizada, sino en un verdadero escenario de guerra cruenta.
Preparándonos para el combate
Dentro de este contexto conocemos a unos personajes obligados a madurar antes de tiempo, cada uno con una forma de ser y unos pensamientos que les aportan una personalidad propia. Si bien el peso del juego reside en los combates, las relaciones entre personajes son fundamentales y tienen relación con estos: cuanto más exploremos los diálogos entre ellos mejores técnicas y afinidad tendremos en la batalla. Por si fuera poco, en los intermedios de la acción podremos controlar a todos los niños potenciando estas conexiones, pero esto no es gratis; incluso a la hora de hacerlo tendremos que establecer una estrategia, ya que dependemos de puntos que se consumen cada vez que iniciamos una conversación.
Una vez armados, es el momento de luchar. En un primer momento tendremos que seguir una ruta con el tanque prefijada, pero más adelante podremos seleccionar entre rutas más peligrosas que otras al estilo rogue. El ritmo del combate viene marcado por una barra BTA al estilo Final Fantasy o Child of Light, de la que tendremos que estar pendientes para ver cuando llegan los ataques del enemigo e intentar retrasarlos o defendernos en consecuencia. Sin embargo, la complejidad reside en las características de los enemigos, contando con bloqueos, defensas que tumbar o diferentes habilidades que anular en primera instancia. En este juego cada elección puede marcar el combate, además a niveles que afectan a la historia incluso, así que hay que tener una estrategia muy definida, porque cada detalle cuenta.
Un arma de doble filo
En función de personaje encontraremos distintas habilidades de cada uno de ellos; algunas golpean a varios enemigos, otras pueden quemar, etc. A la hora de atacar los niños se dividen en 3 grupos de 2 personas y en función de su posición los stats de ataque, defensa o suerte se ven afectados, así como la habilidad pasiva de cada grupo. En cada combate ganaremos experiencia que podremos usar para mejorar el tanque o incluso a los propios personajes.
Por si fuera poco, el tanque también tiene sus propias habilidades. Eso sí, no os voy a hablar mucho de ellas, puesto que sería destripar demasiado. Lo que hay que saber es qué todo poder tiene unas consecuencias… que quedan en la mano del jugador. Todo este sistema elaborado de combate es el que me ha mantenido pegada a la silla, incluso cuando he perdido, proporcionándome un reto mucho más profundo del que esperaba. Sobre todo cuando se pasa la primera franja del tutorial y derrotamos al primer jefe, el juego mejora sustancialmente.
Una banda sonora maravillosa
Las sorpresas no quedan ahí y es que los amantes de buenas bandas sonoras van a disfrutar de la de Fuga: Melodies of Steel. No solo rezuma dramatismo y emoción, sino que el juego sabe perfectamente cuando situarla para que el efecto de lo que estamos viendo tenga más impacto. Aquí no vamos a ver grandes cinemáticas. De hecho, la mayoría de escenas las vemos a través de viñetas estáticas. Al final, gracias a esto se consigue transmitir perfectamente la intencionalidad del mensaje.
No tengo problema en admitir que ya tengo temas como Silence of the Requiem o Chasing Wind en mi lista de reproducción. El repertorio musical del juego es una maravilla, contando incluso con temas vocales espectaculares, tanto en francés como en japonés. Y hablando de idiomas, el juego está perfectamente traducido con textos en español, pero también destaca el doblaje de las voces. Yo lo he jugado en japonés y, aparte de tener multitud de diálogos, la interpretación es increíble.
Análisis de Fuga: Melodies of Steel | Conclusiones
Fuga: Melodies of Steel me ha parecido toda una sorpresa dentro de una propuesta que en un principio no parecía ofrecer demasiado. No solo la historia y desarrollo de personajes son buenos, sino que el detalle de todos sus apartados deja atrás el hecho de que los medios sean comedidos. Me he divertido jugando y he empatizado mucho con los personajes. La sensación que me queda es la de haber entrado en un anime distópico en el que, para ganar la guerra, ante todo hay que ser estratega.
Análisis de Fuga: Melodies of Steel. Clave de juego para PC cedida por CyberConnect2 Co., Ltd.