En una preciosísima edición, Batman: Victoria Oscura regresa a nuestras estanterías a través de ECC y su adaptación DC Black Label, uno de los sellos editoriales más destacados de los últimos años. Así pues, el cómic reaparece en único volumen recopilatorio de formato cartoné con 408 páginas a color y con un precio de 41 euros. No obstante, no es su primera aparición en tierras hispanas, pues ya hemos gozado de su lanzamiento en otras ediciones; Jeph Loeb (guionista) y Tim Sale (dibujante) son viejos conocidos.
Y es que otra cosa no, pero desde su lanzamiento en 1999, Victoria Oscura ha hecho las delicias del lector en más de una ocasión. No por nada, Batman es —sin lugar a dudas— uno de los personajes más emblemáticos del universo DC; su polivalencia ha permitido que múltiples autores explorasen los más recónditos recovecos de su personalidad. En este caso, Loeb buscó explotar el lado más humano de quien dice ser el protector Gotham. Y no, no hablamos de Bruce Wayne, sino de su alter ego. De esta forma, y a través de una introspectiva aventura detectivesca, nació la serie de trece partes que hoy llamamos Batman: Victoria Oscura.
Asimismo, ECC se dice conocedor de quien, a día de hoy, es uno de sus productos estrellas. Así lo hemos creído ver en una edición que ha resaltado desde el primer minuto las cualidades inherentes de un grandioso tebeo. Para empezar, la portada —de tapa dura— es preciosa. Juega muy hábilmente con una sencilla combinación de colores muy potente que realza su encanto a tenor del excepcional baño en negro de sus páginas. Sí, el tomo es negro por sus laterales; tiene un encanto oscuro impresionante. Al mismo tiempo, incluye bocetos preliminares y una suerte de entrevista con el guionista. Siendo breve, la edición es de diez.
Sinopsis
Tras desentrañar el misterio de Festivo, Batman observa la repetición de un patrón criminal similar que se está cobrando como víctimas a integrantes del Departamento de Policía de Gotham. Apodado el Ahorcado, este nuevo asesino en serie pondrá en jaque al Caballero Oscuro, preocupado por la escalada de violencia que asola la ciudad… y por la atención que requiere su nuevo pupilo: Dick Grayson, llamado a convertirse en Robin, el Chico Maravilla.
Batman: Victoria Oscura
Batman: Victoria Oscura nos transporta a una ciudad de Gotham triste, oscura y taciturna. Tras los eventos acaecidos en Batman: The Long Halloween —su precuela directa—, nuestro hombre murciélago se enfrenta a una nueva diatriba moral. Su antiguo Harvey Dent es un hombre roto que atenaza su sentido de la moral y la justicia con su mera existencia. Al mismo tiempo, una nueva fiscal del distrito amenaza la relación entre el justiciero y su amigo James Gordon. No solo eso, sino que sus métodos se oponen directamente a los del dueto. Entretanto, aunque de manera más circunstancial, un joven Dick Grayson comienza a requerir de la tutela de su maestro.
En sus no menos de 400 páginas, el cómic nos ofrece un relato introspectivo sobre la situación de Batman. El héroe, quien no abandona su celebérrimo sentido del deber, comienza a desdibujarse al sentir que su identidad como Bruce Wayne es no más que una reminiscencia de lo que una vez fue; el hombre que se oculta tras la máscara se enfrenta a sus demonios personales. Poco a poco, Batman se convierte en su verdadera identidad, cosa que no parece preocuparle y que, al mismo tiempo, le rompe por dentro. Como tal, Batman: Victoria Oscura se presenta como una historia muy adulta en donde la individualidad del personaje resalta más que nunca.
Entonces, Batman: Victoria Oscura se presenta como un relato de introspección personal. Y no solo eso, sino que funciona como thriller de detectives y novela negra de suspense. Dejando a un lado las escenas de acción —que las hay—, descubriremos una línea narrativa muy potente en donde las sorpresas y los giros de guion están a la orden del día. Loeb, a pesar de incurrir en alguna que otra incoherencia, nos regala una trama súper interesante y que nos mantendrá enganchados al libreto en todo momento. En su contra, un ritmo quizá demasiado lento en sus primeras páginas y que no termina de arrancar hasta el tercer capítulo. Sea como fuere, es una lectura muy satisfactoria que destaca por su solidez y su atractivo argumento.
Un asesino anda suelto en Gotham City
Seguir arrastrando núcleos narrativos del cómic a esta nuestra reseña podría ser contraproducente, pues terminaríamos desvelando aspectos concretos de la historia; no queremos spoilers. Sin embargo, lo que sí os puedo decir es que os encontraréis con un gran número de personajes muy emblemáticos y diálogos muy llamativos. Además, nuestro justiciero se verá atormentado por los fantasmas del pasado, lo cual siempre le da su puntillo a quien dice ser uno de los héroes más oscuros de toda la franquicia DC. Indudablemente, en ello interviene un dibujo al cual no puedo darle otra nota más que un notable.
Inclusive, podría decir que es sobresaliente, pero mis conocimientos sobre el tema me impiden hacerlo. Si queréis que sea subjetivo y sincero, diré que me ha encantado. Se nota que Tim Sale procede de la vieja escuela o que, al menos, se inspira en ella. Lo mismo sucede con Gregory Wright, el colorista, quien se aprovecha de las virtudes de una paleta de colores exigua, limitada y oscura. Los tonos negros y grises predominan, pero le sientan de maravilla al estilo de Sale. Si bien es cierto que peca de no poseer un estilo especialmente definido y carente de grandes detalles, encaja a la perfección con la novela negra.
La primera capa estética es simple y sencilla, pero oculta un entramado mucho más complejo de lo que muestra. Ahora bien, no considero que sea apto para todo tipo de lectores; no entra por los ojos desde un primer momento. Requiere algo de tiempo, lo cual tiene sentido si tenemos en cuenta su ritmo narrativo. De cualquier forma, el maquetado de las viñetas, la edición y el dibujo encajan a la perfección y nos ofrecen un cómic impresionante y que merece ser leído. Ahora bien, si no te has leído la precuela, pues te perderás muchos detalles importantes. En cualquier caso, tampoco es 100% obligatorio.
Conclusiones
Batman: Victoria Oscura es un fantástico cómic —o novela gráfica— que vale su peso en oro gracias a la estupenda edición de ECC, el sobresaliente guion de Loeb y el muy destacado dibujo de Sale. Su historia es muy adulta, así que se aleja del prototipo de héroe justiciero que se lanza a la aventura sin miedo alguna. La derrota, la frustración y el dolor son entes muy reales, así que no se presenta como una lectura idónea para quienes busquen algo más ligero. Su ritmo es lento, lo cual no tiene porque ser un inconveniente; depende del gusto de cada uno. Asimismo, el arte merece ser examinado con cuidado para ver si casa con aquello que, como lectores, buscamos. En mi caso, por ejemplo, sí que lo he disfrutado.
Si buscáis una conclusión más breve, os lo recomiendo encarecidamente si sois fanes del caballero oscuro en sus variantes más funestas.