Wasteland 2. Palabras mayores. Esta tercera entrega de Wasteland tiene mucho que superar. Hablamos de una icónica entrega que hizo la entrada de una saga pasada a la era moderna. ¿Estará a la altura Wasteland 3 de su segunda entrega?
Quitando por aquí, añadiendo por allá…
Empecemos por un punto quizás polémico. Wasteland se ha hecho más a las nuevas generaciones, lo cuál está bien para que más gente pueda llegar a la franquicia. No obstante, quizás esa falta de dificultad también añade una perdida de profundidad. Esto es complicado de explicar. Antes, el jugador tenía un nivel de habilidad y, si la prueba era dos niveles superior, te bajaba el porcentaje de superar la prueba y aumentaba el nivel de pifia. En este caso, si no tienes el nivel necesario para realizar la prueba, simplemente no puedes realizarla. Es posible que este método haya sido a causa del famoso quick save por el cual los jugadores cargaban la partida una y otra vez hasta que conseguían el acierto. ¿Esta justificado? No sé hasta que punto, pero desde luego lo hace más plano.
Por otro lado continuemos con una de las novedades que han llegado a la franquicia: las armas elementales. Si bien suena como algo novedoso, y que puede dar mucho juego, realmente no hemos notado un cambio drástico que te obligue a jugar en torno a este añadido. Es más bien anecdótico y bastante secundario.
Más personalización, más diferenciación, más rolero
La personalización ha mejorado de forma sobrada, sobre todo teniendo en cuenta que, en el juego anterior, esto era un apartado más bien nulo. Tanto los modelos de personaje como las armaduras ahora corresponden a un cambio físico y no solo de stats. Los perks y habilidades han aumentado mucho, y ello conlleva a una mayor inmersión y diferenciación entre personajes. Más rolero, en resumen, y eso siempre es de agradecer.
Gráficamente, es obvio que el salto de calidad es más que apreciable. Teniendo detrás a Microsoft como inversor ha ayudado; se agradece mucho ese salto de calidad. También hemos tenido la sensación que el juego ha perdido dificultad en favor de la diversión. Al final, depende de a quién se sentirá como algo bueno o malo.
También comentar el hecho de que se ha doblado el juego y han metido voces a todos los personajes. Como comentábamos antes, y reiterando, se nota que tener a Microsoft apoyando detrás ha permitido mimar esta entrega con cariño. Además de todo ello, el juego no pierde ese estilo gamberro y humorístico tan similar a Borderlands del que hace gala.
Eso sí, hay algo que no podemos perdonar
En Wasteland, cuando hablabas con la gente, había que preguntar palabras clave para poder sonsacar información privilegiada. Luego, en Wasteland 2, la cosa estaba más guiada porque los tiempos cambian, pero seguían existiendo palabras que podías escribir y los personajes te comentaban. Al final, no es que falte información. Acabas sabiendo todo ya que esta mecánica ha sido removida. Por ello, la forma de conseguirlo es mucho más masticada, más simplificada y eso le resta valor como juego de rol. Y más en una saga tan significativa como Wasteland la cual este apartado lo llevaba a las mil maravillas.
Conclusiones finales
Wasteland 3 es un gran videojuego. Es cierto que releyendo el análisis quizás parece que el juego no nos ha atrapado y faltaría más. Nos hemos divertido sobradamente en nuestras más de 60 horas. Hay elementos que cambian, como ya hemos dicho hay ciertos aspectos que se han potenciado y otros se han simplificado. No podemos negar que se entiende que la empresa ahora apunta a vender más e intentar salir de ese nicho en el que la franquicia quizás estaba más encasillada. Aun así Wasteland 3, sin ser tan emblemático como quizás fue el 2, es un digno sucesor de la franquicia y una entrega recalcable a tener en cuenta por los seguidores del rol contemporáneo.
Análisis Wasteland 3. Clave de juego para PC cedida por Koch Media.