¡Hola, muy buenas amantes de los videojuegos! Gamergy 10.ª edición ha llegado a su final, mas no por ello debemos olvidar su paso por la ciudad de Madrid. Celebrado en el reciento ferial de IFEMA, tuvo lugar uno de los eventos de e-sport y videojuegos más grandes del país. Con la sempiterna presencia de LVP y la de no pocos invitados de todo tipo, el evento se las prometía todas. Por suerte, al menos desde mi experiencia personal, cumplió con creces. Era mi primera vez en una Gamergy, mas he de decir que he salido encantado. No exento de ciertos errores, durante todo el fin de semana (21 al 23 de junio) tuve el placer de disfrutar de un evento con mucho que decir. Con todo, los grandes protagonistas fueron, sin lugar a dudas, los invitados.
GY10 rozó el excelente en no pocas de sus facetas. Por un lado, la distribución del espacio fue genial. El acceso principal daba paso a un primer pabellón repleto de actividades de todo tipo relacionadas con el gaming. Por citar algunos ejemplos, tiendas tan conocidas como Game se ubicaban en este sector; también Nintendo. Pero lo verdaderamente interesante era la gran variedad de estands disponibles. Por un lado, teníamos zonas para probar distintos juegos de VR, zona para jugar a las cartas (con Yu-Gi-Oh! como protagonista) y juegos de mesa. Lejos de lo que uno pudiese pensar, el espacio dedicado a estas zonas era bastante amplio. Al avanzar en esta nuestra visita, la gran cantidad de visitantes que recibió GY10 no fue inconveniente, pues los pasillos eran lo suficientemente grandes para evitar grandes colapsos.
Gamergy 10.ª edición: un evento sobresaliente
Todo se organizó de tal manera que el público pudiese tener referencias de sus juegos preferidos. Fueron no pocos los atractivos del primer pabellón, pues además de las zonas de juego, pudimos disfrutar del circuito tormenta o del duelo de midlaners, entre otras cosas, en el pequeño escenario allí ubicado. Destacó, por méritos propios, la zona de fighting games o, más concretamente, la de Mortal Kombat. Con la colaboración de Warner Bros. Spain, el equipo de BCN Fighters celebraron un épico torneo durante el sábado y no pocas actividades durante viernes y domingo. Es, en realidad, solo uno de los múltiples ejemplos que podría citar, pues hubo de todo y todos lo dieron todo (válgase la redundancia), pero fue el que más me llamó la atención y donde más tiempo pasé.
Otras actividades, como Reta al Gamer, estuvieron muy bien. En especial, me encantó ver como un montón de chavalines de no más de catorce años iban de aquí para allá, con sus padres, disfrutando de la presencia de sus creadores de contenido favoritos. Fueron muchos los que se atrevieron a desafiar a jugadores de gran calibre y, ajeno al resultado, fue muy grato de ver. Porque, para mi sorpresa, los grandes protagonistas fueron los más pequeños. Y no solo por la presencia de muchos invitados, sino por las zonas de freeplay de gran variedad. En general, una gama muy amplia de opciones para saciar nuestra sed de vicio.
Staff y actividades
Mención especial, sin lugar a duda, la zona de Maratón. Las cualidades inherentes de su propio nombre ya indicaban a lo que nos íbamos a enfrentar: una horda de incansables compitiendo los unos con los otros en una frenética oleada de partidas sin fin. Especial dedicatoria a los miembros del staff, que no pararon en todo el fin de semana. Al final, los asistentes tuvieron que demostrar sus habilidades hasta en siete juegos para alzarse con la corona y un premio de lo más jugoso. Cierto es que no dediqué mucho tiempo a dicha zona, pero el poco tiempo que pasé allí fue de calidad.
Enumerar todas y cada una de las actividades disponibles durante el evento sería, por lo menos, digno de una trilogía escrita por el mismísimo Tolkien. La variedad de estands disponibles eran, cuando menos, digna de elogio. Por ello creo que se debe felicitar no solo a los organizadores y a los invitados, sino al staff responsable de que todo funcionase de la mejor manera posible.
En líneas generales, diría que el evento y el equipo aprueban con nota. Con todo, creo que habría estado bien contratar a un mayor número de ayudantes. No digo que fuesen pocos, pero sí que a veces se vio que la situación los superaba un poco. Y no porque no lo pusieran todo de su parte, sino porque había mucha gente. Un pequeño detalle. No más. Dicho esto, mi más sincera enhorabuena por el trabajo realizado.
SLO, CS:GO y mucho más
Hubo, con todo, otros dos grandes protagonistas. League of Legends sigue siendo, por méritos propios, uno de los juegos del momento. La cantidad de seguidores del MOBA es, cuando menos, espectacular. No resultó extraño que la jornada de Super Liga Orange, de la LVP, gozase de una de las mayores afluencias de todo el evento; por si fuera poco, Gamergy ha vuelto a batir su récord de asistencia. Casi nada. Volviendo al tema, la presencia del siempre carismático Ibai Llanos o el casteo de veteranos tales como BarbeQ siempre da vida. Y no fueron los únicos. Noa y Toad, por ejemplo, en el circuito tormenta, pero no estuvieron solos. En el equipo de análisis volvió un viejo conocido: Kuentin. Y me estoy dejando a un montón de grandes profesionales en el tintero, pero no quiero irme por las ramas. En resumidas cuentas, LoL fue un éxito y debo decir que, aun con los problemas sufridos en eventos tales como la Copa de Hierros, el directo es un espectáculo.
Sin embargo, mi corazón se lo robaron el gran Ulises. En uno de los eventos más emotivos de los últimos años, el veterano comentarista llevó de la mano al legendario FlipiN en su retirada; todavía siento el nudo en el estómago. Porque, aunque la jornada de Counter Strike fue espectacular, el protagonista del fin de semana no podía ser otro. Fue, con todo, uno de los momentos que me llevó del evento. FlipiN se marcha, pero tal y como dijo Ulises, siempre será pasado, presente y futuro del CS:GO.
Todo esto se desarrolló, principalmente, en el segundo pabellón. En este, además de los escenarios más grandes (el evento de Fortnite y los influencers se desarrolló en este pabellón) los equipos dispusieron sus diferentes estands para acoger a sus seguidores.
Gestión de sonido
Uno de los grandes problemas del evento, por desgracia, lo ubiqué en este segundo pabelllón. Si bien es lógico en un evento de tales características, el tema del sonido se llevó mal. Cada puesto ponía la música o el micrófono al volumen que quería provocando una vorágine de ruido indescifrable. Era imposible prestar atención a un equipo u otro, pues la acústica era mala. Lo mismo sucedía —en menor medida— con los escenarios. El sonido era mejor, pero se seguía mezclando con el ruido ambiente.
Es cierto que aislar los escenarios es tarea imposible, pero reduciendo el nivel de ruido engendrado por la música de los equipos se habría logrado un mejor resultado. Silenciar al público es imposible, pero sí que se puede controlar mejor tu producción. De hecho, si no acudía a algún evento concreto, mi reacción era huir del pabellón. Con todo, creo que no estuvo mal, pues lo verdaderamente importante, los directos de escenario, se podían escuchar con fluidez y soltura.
El problema de las colas
Si bien es cierto que nunca llegue a hacer mucha cola, hubo cierto descontrol a nivel de organización en el paso de la gente. El viernes fue el día más caótico a ese respecto; sábado y domingo, sin perder la esencia, fueron algo mejor. Por un lado, prensa, VIP y visitantes en líneas generales hicieron una misma cola. Al preguntar, de hecho, durante el primer día no supieron decirnos, con exactitud, por dónde debíamos pasar los de prensa.
No me importa hacer cola, no me malinterpretéis, pero es cierto que es raro; nuestro objetivo, mas que visitar y disfrutar del evento, es cubrirlo. Esa incertidumbre inicial, pese a no ser un verdadero impedimento, era complicada de digerir. Sin embargo, el principal problema de las colas fue la marabunta. Porque, en efecto, el primer día de evento la gente no entendió ciertas decisiones provocando que, al abrir las puertas del recinto, todo el mundo intentase entrar a la vez. ¿Resultado? Avalancha. No pasó nada, pero podría haber sido peligroso.
Conclusiones de Gamergy 10.ª edición
Con todo, y aun a pesar de esos pequeños problemas, me ha encantado Gamergy. Era mi primera vez asistiendo al evento y, sin lugar a dudas, pienso repetir. Es cierto que no sé si podré ir el año que viene, pero me encantaría hacerlo. Pese a la magnitud del evento y a ciertas fallas en la organización, la sensación en general ha sido muy buena. Me gustaría una mayor presencia de otro tipo de juegos, como los mismos fighting, pero al final no deja de ser gusto personal. Creo que el evento destaca por su buen hacer y las múltiples opciones que ofrece. Es difícil aburrirse durante todo el fin de semana, sobre todo si vas con amigos y tu objetivo es pasar el día. No quiero extenderme mucho más, así que seré breve: un evento sobresaliente, con ciertos errores, pero que merece muchísimo la pena.