El pasado mes de noviembre tuvo lugar el 29 Fancine, edición de este 2019 del Festival de Cine Fantástico de la Universidad de Málaga. Se trata de un evento donde, además de múltiples actividades, se proyectan películas mayoritariamente de género fantástico, misterio, ciencia ficción y terror. En nombre de esta redacción, tuve el placer de acceder como pase de prensa para disfrutar las cintas presentes en el festival.
29 Fancine: una mirada al anime del certamen
El Fancine es conocido por ofrecer un catálogo de lo más variopinto: cintas independientes —muchas de ellas no llegan a cines generales— con argumentos y personajes bizarros y con un estilo bastante separado de lo que podríamos considerar como mainstream. Se trata de una experiencia, como cinéfilo, muy enriquecedora, pues descubres autores e historias fuera del audiovisual más consumido. Y este año no iba a ser menos. No obstante, en esta entrada nos centraremos, exclusivamente, en los títulos anime presentes en el festival. Como cada año, hubo varios filmes que merecerían una reseña o mención, pero, al final, uno tira más a lo suyo.
El 29 Fancine nos ofreció un total de 3 películas anime: Los niños del mar, Okko, el hostal y sus fantasmas y Human Lost. Aunque Okko se proyectó doblada al castellano, las otras dos fueron disfrutadas por el público en versión original subtitulada. Sin más dilación, a continuación os dejamos con una breve reseña de cada una de ellas.
Los niños del mar
Abrimos las puertas de esta entrada con Los niños del mar, una cinta dirigida por Ayumu Watanabe y basada en el manga homónimo de Daisuke Igarashi. Se trata de una obra un tanto complicada de abordar: su argumento es extraño y su desarrollo, más aún. Lo que comienza como la típica historia de una joven incomprendida deriva en una narración muy enigmática, con un realismo mágico desconcertante y fascinante a partes iguales.
El filme se nutre de numerosas alegorías y metáforas —esto, quizás, distancie a muchos espectadores— haciendo uso de una animación espectacular. Studio 4ºC realiza un trabajo magnífico y muy inmersivo, donde priman las sensaciones y emociones sobre aspectos más «realistas». Esto es, en realidad, un acierto y un problema: el misticismo que rodea al argumento y los personajes puede provocar una desconexión o, más bien, una cierta frustración ante el desconcierto.
Sin duda, es una película que merece más de un visionado. Su preciosisimo y estilo —que se emula con fidelidad al de Igarashi—, junto a un argumento críptico, hacen de Los niños del mar una obra diferente y bastante arriesgada. De hecho, su tramo final presenta escenas insólitas y pocas veces vista en un filme anime. Y, además, ¡cuenta con banda sonora compuesta por Joe Hisaishi! El maravilloso compositor de Studio Ghibli se aleja un poco del estilo al que nos tiene acostumbrados, para acercarse a un producto ciertamente atípico.
Os recordamos que la película se estrenará en cines en España el próximo 24 de enero, gracias al trabajo de Selecta Visión.
Okko, el hostal y sus fantasmas
La siguiente película anime que pudimos disfrutar fue esta cinta infantil dirigida por Kitarō Kōsaka, y producida por los estudios Madhouse y DLE. Este proyecto surge como reboot de la serie anime Waka Okami wa Shōgakusei! (2018), basada en el manga homónimo publicado en 2006 —y aún en curso—.
Al contrario de las otras dos, Okko se proyectó en castellano y además estuvo precedida por una actividad infantil/familiar del Fancine: el cuentacuentos. Rafa Castillo narró, con ayuda del público, un cuento infantil —moraleja incluida— antes de la proyección. ¿Tenía dicha historia algo que ver con Okko? Lo cierto es que no. Una lástima, ya que, en mi opinión, le habría hecho ganar enteros al espectáculo en su conjunto.
Okko, el hostal y sus fantasmas nos cuenta la historia de una pequeña que, tras un accidente de coche que acaba con la vida de sus padres, comienza a vivir en la posada regentada por su abuela. Allí, tras un encuentro con un fantasma, comenzará a aprender el oficio con vistas a regentar en un futuro el negocio familiar. A modo episódico, Okko se enfrentará a numerosos retos mientras conoce a carismáticos personajes.
Si bien es evidente que se trata de un producto destinado a los más pequeños, Okko, el hostal y sus fantasmas tampoco se olvida de los adultos. Para empezar, la joven protagonista arrastra un trauma por la muerte de sus padres, y también viviremos con ella momentos con tintes trágicos y alguna subtrama interesante. La animación y el colorido son muy llamativos, aunque nunca parece desprenderse de una especie de etiqueta de «producto menor».
Por desgracia, la protagonista cuenta con un desarrollo errático, evidenciado por una construcción de su personalidad atropellada y algo repelente. Algo parecido ocurre en el elenco de personajes secundarios: entre sus filas encontramos carácteres diversos, pero también clichés que no terminan de funcionar. Algunos tramos se mueven entre lo sentimentaloide cursi y la lágrima fácil, pero, en definitiva, se trata de un producto bonito, que se disfruta con facilidad y que encontrará su hueco entre todo tipo de públicos.
Human Lost
Llegamos al final de la selección del 29 Fancine, con una nueva adaptación de la novela Indigno de ser humano, del legendario Osamu Dazai. Human Lost fue dirigida por Funimori Kizaki (Afro Samurai) y producida por Polygon Pictures. Se trata de cinta animada en 3D que adapta la novela de Dazai y la traslada a un futuro próximo en Japón.
Este acercamiento cyberpunk, aunque en principio chocante, resultaba una oportunidad para reformular el clásico literario y ofrecer una visión más moderna y refrescante. Desgraciadamente, acaba siendo una oportunidad fallida a varios niveles. Para empezar, el CGI de Polygon no termina de encontrar su camino. El estudio tiene experiencia con otras obras —véase Ajin—, y vista Human Lost podemos atestiguar que aún no ha conseguido dotar a su obra de la naturalidad deseada. Aun así, sí hay algo que podemos rescatar de Human Lost: sus tramos de acción desenfrenada. Las persecuciones y los combates se viven con interés, incluso teniendo en cuenta que la animación no luce todo lo bien que debería.
Asimismo, la historia y personajes se desligan bastante del material original, con un tono más parecido a franquicias como Tokyo Ghoul. Más que una obra existencialista, Human Lost parece un shōnen de acción más: con peleas, monstruos y chicas monas. Al final, la sensación que queda es que, pese a los esfuerzos por ofrecernos un universo —en principio complejo— y un objetivo tan grande como salvar la humanidad, se trata de una adaptación genérica e incluso mediocre.