¡¿Qué ha hecho The Walking Dead?! ¡¿Se han vuelto locos?! Si estáis leyendo esto es que o bien sois fans de la serie y seguramente ya habréis visto el esperadísimo primer episodio de la séptima temporada; o bien no la seguís pero os gusta el morbo. Si estáis en el extraño tercer grupo, compuesto por los que ven la serie pero no han llegado al episodio en cuestión, parad de leer aquí.
Lo dicho, tanto si sois seguidores de la serie como si no. Es imposible que seáis ajenos al estupor generado por el primer episodio de esta nueva temporada. Por un lado, la sorpresa de que los asesinados por Negan hayan sido dos y no uno, como se esperaba. Por otro lado, que uno de ellos haya sido Glenn, muy querido por gran parte del público. Pero quizá con lo que más hayan disfrutado unos y sufrido otros sea con la extrema violencia del episodio.
Golpe tras golpe vimos las ansias de Lucille. Este séptimo capítulo se ha convertido en, sin duda alguna, uno de los más brutales de la historia de la pequeña pantalla. Sesos y fragmentos de cráneo desparramados cementados con sangre en un amasijo… Bueno, lo recordáis. Y los que no, os hacéis una idea. Y si os gusta el gore, siempre podéis ver el capítulo aunque sea por curiosidad. De hecho, os recomiendo que veáis la escena en cuestión. Formad vuestra propia opinión respecto a lo que os voy a contar a continuación.
Aquí va. Hasta tal punto ha trascendido la violencia sin parangón del The day will come when you won’t be: Parents Television Council, organización conservadora estadounidense sobre el control del contenido televisivo, ha condenado el episodio con estas palabras de su presidente Tim Winters para The Hollywood Reporter.
La premiere de The Walking Dead de anoche fue uno de los espectáculos más gráficamente violentos que hemos visto en televisión, comparable con la mayor violencia en programas que encontramos en las cadenas de cable premium. No es suficiente con cambiar de canal, como a algunas personas les gusta defender, porque los suscriptores de cable -sin considerar si quieren AMC o ver su programación-, siguen estando forzados a subvencionar contenido violento. Este espectáculo brutalmente explícito es una poderosa demostración de por qué las familias deberían tener un mayor control sobre las cadenas que adquieren en sus proveedores de cable o satélite.
Tim Winters ha sacado a coalición, además, un debate mayor. ¿Debería crearse un filtro más restrictivo aún que el de “mayores de 17 años”?
Entiendo que la violencia es inherente a la historia aquí, pero la forma en la que ha sido representado… Ha cruzado la línea.
Disfrutéis o no de estas escenas, ¿creéis que deben ser más comedidos para el público general? ¿Estáis de acuerdo con Winters en que en The Walking Dead se ha cruzado la línea?