
De cuando en cuando, y por sorpresa, acabamos descubriendo alguna que otra joyita mientras navegamos por el extenso mar al que llamamos Steam. A veces, por casualidad, nos encontramos con un juego capaz de sorprendernos de manera que no imaginábamos. Algo así me ha pasado con Ship of Fools, un roguelite esencialmente multijugador del que me gustaría hablaros en este análisis.
De buenas a primeras, os puedo decir que no es un juego reciente: se lanzó en 2022 para PC, PS5, Xbox Series X|S y Nintendo Switch. Creado por Fika Productions, tiene un 82 % de reviews positivas en Steam… y entiendo muy bien por qué. Distribuido por Team17, es un pequeño soplo de aire fresco en un género a veces demasiado saturado.
A diferencia de muchos otros, aunque no desde una perspectiva netamente inédita —no es el primer rogue que vemos así—, nos embarca en una aventura marítima que apuesta mucho por el juego en equipo. Por supuesto, la acción frenética propia de este tipo de juegos está muy presente. Tanto como su desenfadado estilo audiovisual.
Análisis de Ship of Fools, una divertida aventura marítima

La premisa es sencilla: el Gran Faro que protegía el Archipiélago se ha roto, provocando una iracunda tormenta que amenaza con destruirlo todo a su paso. Los siete mares han sido corrompidos, por lo que navegar ahora es poco más que una odisea repleta de monstruos y criaturas grotescas.
Nosotros, como buenos marineros, decidimos echarnos a la mar pese a lo estúpido que pueda parecer. De ahí su nombre: Ship of Fools. Es decir, barco de locos/tontos. Dígase como quiera, pero la idea es la misma: estamos lo suficientemente locos como para subirnos a nuestro barco y cruzar el ancho mar.
Confiados en la resistencia de nuestro querido The Stormstrider, nuestro barco, nos proponemos detener el Aguapocalipsis de la única manera que sabemos: yendo directos al quid de la cuestión, atravesando los problemas a toda vela mientras abrimos fuego contra todo lo que se cruce en nuestro camino.

Como os habréis podido imaginar, esta trama no esconde nada demasiado complejo tras de sí. La narrativa es simple, el argumento es sencillo y el guion no tiene nada del otro mundo. Pese a ello, funciona, y es que al final lo único que buscamos es una excusa para abrir fuego.
Además, aunque la trama sea ligera, la manera en la que Fika Productions la presenta es muy agradable. En un marcado tono paródico, es una de esas historias en donde la sátira y la broma están a la orden del día. Es algo que se ve a simple vista desde el primer momento.
Solo con ver el diseño de nuestros personajes, una serie de extraños seres de carácter pseudoanimal con rasgos antropomórficos, nos damos cuenta de que no es un juego que busque ser precisamente serio en lo narrativo. Hasta cierto punto, me recuerda un poco a Oxygen Not Included y The Binding of Isaac.
Ship of Fools, un viaje que se disfruta más con amigos

A nivel audiovisual, es tan desenfadado como el primero, mientras que se parece al segundo al ser capaz de construir una atmósfera con un tono muy paródico sin romper la comunión entre jugabilidad y apartado artístico.
Lo malo es que es bastante más corto, ya sea cuando lo comparas con estos dos o desde una perspectiva individual. Además, algunos logros están bloqueados por los DLC, y tiene unos cuantos. En total son 5 y hay momentos en los que sientes que el juego no está completo sin ellos.
No es algo que me llame demasiado la atención de manera positiva, pero tampoco considero que sea el fin del mundo. Además, cuando no está de oferta, se me hace un poco caro. Ahora mismo está al 30 %, y hasta el 9 de junio lo podemos comprar todo por 27,99 en Steam. En caso contrario, son casi 40 euros de juego.

Personalmente, creo que en esos momentos se va un poco de precio, pero es cosa mía y tampoco quiero desviarme de lo verdaderamente importante: el juego como tal. A fin de cuentas, no hay muchos roguelites que brillen por el cooperativo.
A diferencia de muchos rogues en donde el segundo jugador parece poco más que un añadido secundario, aquí es una parte nuclear de la jugabilidad. Tanto es así que cuando lo juegas solo, está bien. O normal. No obstante, cuando lo juegas con amigos, mejora muchísimo.
Es como jugar a dos títulos completamente diferentes. Ha sido diseñado para disfrutarlo en compañía. Controlar el barco implica manejar cañones, reparar daños, recoger recursos y, en ocasiones, golpear enemigos con un remo en combates cuerpo a cuerpo, algo que se siente un tanto frustrante cuando estás solo.
Un barco de idiotas, pero de idiotas que se lo pasan bien

Lo bueno es que como el juego se ejecuta desde una perspectiva aérea, ni cuando te juntas con todos tus colegas sientes que sea abrumador. Hay orden dentro del caos, y si te organizas un poco, es bastante fácil ponerse de acuerdo con los demás.
Aparte, nuestro barco es más que un vehículo. Es como darle vida a nuestro refugio en un Tower Defense mientras vamos avanzando por un mapa cada vez más complejo y desafiante. Siempre trepidante, nos permite elegir nuestra ruta para ir obteniendo mejoras poco a poco.
No llega a ser un Deck Builder, pero coge un poco de ese sistema de progresión que vemos en títulos como Slay the Spire o Hades a través de un pequeño barco de guerra. Podemos ir mejorando nuestros cañones, agregar escudos, obtener habilidades, etc.

Los anzuelos, la moneda del juego, nos permiten comprar mejoras cada vez más potentes en un orden relativamente aleatorio, provocando que cada partida se sienta diferente. Lo malo es que, como es tan cortito, es inevitable sentir que acabas siempre en la mejor parte.
Me habría gustado ir más allá, volviéndome loco con una construcción y diseño de barco capaz de romper las estadísticas en un juego cada vez más, más y más difícil. Y es una pena que no sea así, porque el juego tiene ideas muy buenas y es realmente divertido.
Todo sea dicho, a veces peca de ser algo repetitivo, a veces se queda corto y no termina de explotar al 100 % todas sus virtudes. Y sí, sé que le estoy pidiendo mucho, porque es un indie, pero es que de verdad creo que tiene capacidad para llegar incluso más lejos.
Conclusiones
Personalmente, he disfrutado bastante con Ship of Fools. Me lo he pasado muy bien mientras me dejaba llevar por el caos y la destrucción. Es hilarante, gracioso y está bien diseñado. Podría mejorar, y no es una verdadera revolución, pero ejecuta muy bien su maestría. Si te gustan los roguelites y tienes un compañero de aventuras, este título es una travesía que merece la pena emprender.


- Su jugabilidad cooperativa. Es divertido y muy gracioso.
- Estilo artístico caricaturesco lleno de personalidad.
- Las mecánicas del barco
- Banda sonora que acompaña perfectamente la acción.
- Variedad de mejoras y objetos que enriquecen cada partida.

- Modo individual menos pulido y desafiante.
- Narrativa superficial, apenas un telón de fondo.
- Duración corta para un roguelite.
- Algunos niveles se sienten repetitivos.
- Textos en español pequeños y difíciles de leer.