Rocketman ha llegado a nuestras salas para tratar de revalidar el éxito cosechado por Bohemian Rhapsody, ¿lo habrá conseguido? Te damos todos los detalles en esta review sin spoilers.
Sinopsis
Biopic que relata la vida del cantante, compositor y pianista británico Elton John (Taron Egerton). Desde sus comienzos, como niño prodigio del piano y estudiante en la Academia Real de Música, pasando por su juventud y su carrera como cantante, cuando se dio cuenta de que lo suyo no era la música clásica sino la música rock, hasta convertirse en una superestrella internacional, incluyendo su influyente y perdurable asociación musical con el letrista Bernie Taupin (Jamie Bell).
Rocketman, un musical notable
Está claro que aún no estamos preparados para dar el siguiente paso hacia adelante en términos de sociedad. Que hay una clara falta de corrección y de empatía es evidente pero, por si no quedara claro, el mundo de la música siempre se ha encargado de recordárnoslo. Cantidad de estrellas incomprendidas, de individuos aparentemente asociales y que han sido tratados con la punta del pie. ¿La culpa es de ellos por distanciarse tanto de lo que se considera ‘normal’ o nuestra por la más que denostada incapacidad para aceptar al diferente? Habría que hacérselo mirar.
Bohemian Rhapsody (Bryan Singer, 2018) pulverizó todos los récords habidos y por haber en nuestro país el año pasado, un éxito internacional que abrió la veda para que la maquinaria hollywoodiense mostrara su intención de crear biopics musicales con más asiduidad. Así pues, y con apenas seis meses de diferencia, llega a nuestras pantallas Rocketman (Dexter Flecher, 2019) para contarnos la vida de otro genio de la canción, Elton John.
Para ser justos, y dada la inevitable comparación con Bohemian Rhapsody, cabe destacar que Rocketman no es un drama como el que envolvió a Freddie Mercury sino más bien un musical con todas las de la ley. Esta no es una cinta sobre Elton en la que suena su música, esta es una propuesta en la que el protagonista canta en situaciones de su vida, que el progreso de la historia lo marca directamente el ritmo de sus canciones.
De hecho, puedo entender la buena acogida que ha tenido el film entre la prensa especializada dado que Fletcher aborda aquí todo lo que Bryan Singer no trató en Bohemian Rhapsody; una orgía de sexo, drogas y rock & roll. Algo que no necesariamente me ha parecido un acierto, pues vaya por delante que, personalmente, dudo que esta Rocketman pueda acercarse tan siquiera al éxito cosechado por la película centrada en Queen.
Taron Egerton, la estrella de Rocketman
No creo que pueda replicar los números de Bohemian Rhapsody porque, pese a la gran vis dramática de la que hace gala la cinta, Rocketman no tiene esa energía que parecía desprender la historia de Freddie. Puede que incluso ésta, como película, sea mejor que aquella, pero las sensaciones que deja, el poso que transmite al abandonar la sala, no es ni parecido al subidón que dejó el asistir al Live Aid de 1985 con la famosa banda británica.
Y no será porque no se esfuerce por lograrlo, pues Taron Egerton tiene aquí el mejor papel de su carrera. El que fuera Eggsy en la impecable Kingsman: servicio secreto (Matthew Vaughn, 2015) da aquí el do de pecho, dibujando un personaje repleto de matices y al que, además, se ha encargado de interpretar musicalmente hablando -no obviemos que Rami Malek no cantó las letras de Queen en Bohemian Rhapsody-. Una actuación tremenda que probablemente no obtenga ni nominación a los grandes premios del año, paradójicamente.
Rocketman también sobresale en los aspectos técnicos con una música maravillosa y un diseño de producción casi perfecto. Mención aparte merece todo lo relacionado con el vestuario, una proeza sensacional que hace lucir en pantalla todas aquellas excéntricas indumentarias que no dudaba en enfundarse Elton cada vez que saltaba al escenario.
Veredicto
Si algo no se le puede negar a Rocketman es su empeño por ofrecer un musical notable, algo que ineludiblemente consigue. Sin embargo, el resultado final deja algo frío tras presenciar lo que vimos en Bohemian Rhapsody. Ni Elton John es Queen ni la crítica especializada es la masa popular cinéfila que no verá en esta cinta lo que disfrutó en aquella.