
Tres entregas, tres sorpresas. Con cada nuevo tomo, Uma Agri me demuestra que es mucho mejor mangaka de lo que creía. Al menos esa es la sensación con la que me marcho tras plantear la reseña del volumen n.º 3 de Studio Cabana.
Por X o por Y, he disfrutado —y sufrido en algunos casos— con no pocas historias de amor, desde comedias románticas hasta dramas atemporales, pasando por grandes clásicos, series cortas y volúmenes únicos. Gracias a esto, he disfrutado de muchos argumentos, pero muy pocos como este.
Si bien es cierto que no puedo decir que sea único, sí que puedo afirmar que no es nada habitual. Al menos no en España, puesto que el número de licencias disponibles es menor, que no por ello bajo. Sea como fuere, no es el tipo de contenido más mainstream que podemos encontrar.

Por suerte, Distrito Manga suele ‘arriesgarse’ con trabajos menos habituales, saliéndose de la tónica habitual de shōnen tras shōnen tras shōnen. Es algo que agradezco, la verdad, pues de otra forma no habría conocido Studio Cabana, uno de los romances que más estoy disfrutando últimamente.
El primer tomo lo publicaron allá por septiembre de 2024 y, desde entonces, no ha dejado de crecer. Empezó bien, con su segunda entrega mejoró y con esta tercera ya me ha demostrado que es más que un manga cualquiera. Es una forma muy interesante de abordar el concepto del primer amor, el desamor y el amor propio.
También aborda cuestiones no tan habituales como los celos, la toxicidad que se puede esconder detrás de una relación, la dicotomía entre el egoísmo y el altruismo romántico o las relaciones de codependencia.
Reseña del manga Studio Cabana n.º 3 | Portada, sinopsis y edición

Mientras Yûsuke sufre porque su relación con Haruki está estancada, los sentimientos de Yukari hacia él crecen. La chica desea ir un paso más allá de la simple amistad. Con estas emociones aflorando y con el pulso revolucionado, Yukari invita a Yûsuke al festival de verano, y allí se arma de valor y lo coge de la mano.
Colección | Studio Cabana vol. 3 de 7 (serie abierta) |
Autoría | Agri Uma |
Género | Drama, música, romance, vida escolar |
Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 13,2 x 17,9 cm con 160 páginas en b/n |
Precio | 9,95 € |
Traducción | Maite Madinabeitia (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 6 de marzo del 25 |
En otras palabras: se introduce en cuestiones que la industria del manga aborda en ocasiones contadas. Los celos, por ejemplo, son poco más que una cuestión de cariño mal gestionado.
Hasta cierto punto, podemos hasta decir que la obra de Agri-sensei nos presenta una profunda e interesante reflexión sobre la psique humana en el plano romántico desde una perspectiva más oscurantista de lo habitual.
Al menos cuando son Yusuke y Haruki quienes hacen las veces de protagonistas, puesto que Yukari es todo lo contrario: su presencia es como un rayo de sol en una oscura tormenta.
Es interesante, la verdad, pues ella y Haruki son casi un antónimo. La primera se ha ganado fácilmente nuestra antipatía debido a su actitud egoísta y su forma de ser. Parece tratar a Yusuke como poco más que un juguete sexual y una herramienta con la que distraerse.
Por otro lado, Yukari es tan pura que hasta se siente mal por querer ser egoísta; piensa que, si de verdad le quisiese como debe ser, le ayudaría con Haruki y se alegraría cuando las cosas les fueran bien.
El egoísmo en el amor

Sin embargo, es justo lo contrario: una parte de ella quiere que las expresiones de melancolía de Yusuke sean por culpa de Haruki y que esta se acabe cansando de él, pues así tendría más oportunidades de que se fijase en ella.
Esta cuestión se convierte en una parte muy importante de la narrativa del tercer tomo, ya que la propia Yukari expone sus dudas a su mejor amiga para cerciorarse de que, en efecto, es mala persona. Como es lógico, no lo es.
El amor es egoísmo y eso es algo con lo que tenemos que aprender a convivir. Al menos cuando nos basamos en los preceptos habituales del romance tradicional, pues hoy en día se puede entender y concebir de muchas maneras.
No obstante, no quiero adentrarme en este tema y desviarme de lo verdaderamente importante: la manera en la que Agri-sensei cuenta la historia. Si bien es cierto que Studio Cabana no es del otro mundo, está tan bien contado que hasta da un poco igual.
Si os dijese que Studio Cabana es un manga innovador o rompedor, os estaría mintiendo, pues no es así. Su trama es algo que ya hemos visto otras veces, especialmente en la literatura. Pese a ello, tiene ese ‘algo’ que la hace única: el guion.
Tanto es así que podría decir que poco a poco está resolviendo los problemas que vimos en el primer tomo, engendrando una trama cada vez más atractiva y con más gancho. Sin llegar a sorprender, se deja querer gracias a su ritmo.
Una historia cada vez mejor

Los diálogos tienen encanto, son orgánicos, se sienten naturales y producen curiosidad. El morbo (no en un sentido sexual) de saber qué ocurrirá te insta a seguir leyendo, y descubrir nuevas facetas de sus protagonistas es algo bastante satisfactorio. Eso sin contar con su crecimiento.
Sin perder ese defecto de no dejarse llevar del todo para presentar algo más original, Studio Cabana está caminando hacia el frente con una escritura y un dibujo cada vez más sólidos. Como manga, mejora constantemente, siendo una lectura cada vez más recomendable y llamativa.
Personalmente, me gustó el primer tomo, pero me pareció algo más flojito dentro de lo interesante que era. Ahora, tras tres entregas, puedo decir que ha mejorado bastante y que progresa adecuadamente. Me gusta el camino que está siguiendo y cada vez espero más de él.


- Aunque se basa en tópicos, arranca de manera distinta a la habitual.
- El dibujo es realmente bonito.
- La narrativa es buena y genera curiosidad. Te deja con ganas de más.
- Los personajes (de base) parece que están bien construidos.

- La base argumental y de los personajes es un tanto tópica.