Decir que nos hemos enamorado de la obra de Keigo Maki al igual que sus protagonistas se quieren el uno al otro es quedarse cortos, pues con cada tomo nos sentimos todavía más atraídos por su premisa y su buen hacer. Y es que en aquesta nuestra reseña de Shikimori es más que una cara bonita n.º 5 no solo sigue fortaleciendo sus virtudes, sino que —poco a poco— está corrigiendo sus ‘mayores’ errores.
Tomos atrás explicábamos que la narrativa era algo difusa y que los personajes secundarios no estaban brillando con luz propia. Bueno, pues eso es historia, porque el autor ha decidido darle un buen giro al argumento. Sin romper la idiosincrasia de los volúmenes anteriores ni la hegemonía de Izumi y Shikimori, ha sabido encontrar el enfoque adecuado para que personajes como Hachimitsu, Nekozaki o Kamiya tengan sus momentos de gloria.
Todo ello sin dejar de lado a la pareja protagonista de la historia, que siguen despertando la misma ternura de siempre. Y aunque todavía hay pequeños detalles en los que puede mejorar, el mangaka está creciendo a pasos agigantados. Pese a que ya tenía experiencia previa con otras historias, es aquí donde está demostrando de lo que es verdaderamente capaz. Nosotros, por supuesto, estamos encantados.
Más todavía si tenemos en cuenta que Distrito Manga, editorial española que se está ocupando de su publicación, está realizando un trabajo soberbio. De esto os hablaremos a continuación, mas no queremos cerrar esta presentación sin destacar la más que continua evolución de un manga que, eso sí, ya ha terminado en Japón. En efecto, ya sabemos que la historia tendrá un total de 20 volúmenes. Ni uno más, ni uno menos. ¿Serán suficientes? Eso solo nos lo dirá el futuro…
Reseña de Shikimori es más que una cara bonita n.º 5 | Portada, sinopsis y edición
Ya ha terminado el festival cultural del instituto y, tras un pequeño bache, Izumi y Shikimori están más enamorados que nunca. Ahora es el turno del festival de deportes, y la clase se dispone a formar equipos de cinco para competir en la carrera de relevos. Izumi se juntará con sus amigos y Shikimori para crear un grupo, pero deberá entrenar duro si no quiere resultar una carga para sus compañeros.
Con la ayuda de las extraordinarias habilidades de su novia, Izumi se dejará la piel para ganar la carrera y llevar el equipo a la victoria. Con Shikimori a su lado, ¡los días grises de Izumi, siempre perseguido por la mala suerte, han quedado atrás y por delante solo se vislumbra felicidad!
Colección | Shikimori es más que una cara bonita vol. 5 de 20 |
Autoría | Keigo Maki |
Género | Comedia, romance, slice of life, vida escolar |
Formato | Rústica con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 17,9 x 13 cm con 144 páginas en b/n |
Maquetación | Montse Muñoz y Jordi Codina (Drac Studio) |
Traducción | Eduardo Ozores Díez |
Fecha de lanzamiento | 02/03/2023 |
Reseñas | Reseña de volúmenes anteriores |
Volviendo al presente, la edición. Ya empieza a ser costumbre alabar el trabajo realizado por Distrito Manga, mas nos encanta que este tipo de repeticiones se den una y otra vez. A fin de cuentas, esto significa que se están haciendo bien las cosas, motivo por el cual no nos quejaremos. En el caso de Shikimori y su quinto volumen, pues lo cierto es que no podemos ponerle pega alguna. El resultado general es de gran calidad.
No importa si hablamos de la maquetación de Montse Muñoz y Jordi Codina o de la traducción de Eduardo Ozores Díez, pues en ambos casos hablamos de un acabado que roza la excelencia. En esta ocasión no le hemos encontrado ‘pega’ alguna a la impresión, por lo que estamos muy contentos con el resultado final. Respecto a la adaptación idiomática, es orgánica y natural.
O lo que es lo mismo: no se siente como una adaptación del español al japonés, sino como un texto nativo con modismos menos frecuentes en nuestra lengua. No le podíamos pedir más a un manga, la verdad, puesto que esto es sinónimo de calidad; si sentimos que es algo tan natural y tan propio como para no ‘distinguir’ su origen, más que mejor. Más allá de las expresiones de sonido, las terminaciones en los nombres, la forma de llamar a los conocidos, etc., no parece ‘extranjero’.
Los secundarios ganan fuerza
Dicho esto, y como viene siendo habitual, ahora nos toca hablar del contenido. En esta ocasión queremos centrarnos en un pequeño cambio que se le ha dado a la narrativa. A fin de cuentas, hasta la fecha, esta última era algo difusa, puesto que casi todo el manga se construía con historias cortas interconectadas por sus personajes.
Esta sigue siendo la dinámica habitual de los escritos de Keigo Maki, pero ha empezado a incrustar microsagas algo más extensas. Véase, por ejemplo, la interacción de Kamiya con Shikimori y Nekozaki. Antaño, apenas sabíamos nada de ella, pero ahora se ha empezado a profundizar en sus problemas, su personalidad… Todo ello a través de una incipiente amistad desglosada en episodios cortos, pero estrechamente relacionados entre ellos al disponer de un hilo conductor más central.
Mediante esto hemos sido capaces de interactuar más con estos personajes secundarios. Normalmente más ‘olvidados’, están tomando un papel ligeramente más protagónico. Nos parece simplemente genial, ya que aportan muchísimo a la historia; no se debe resumir todo en Izumi y Shikimori. Los demás deben aportar… y lo están haciendo.
Esto no significa que la dinámica general del manga haya cambiado, pues la idiosincrasia del cuerpo narrativo sigue siendo la misma: pequeñas historias ‘autoconclusivas’ que se relacionan por el ambiente escolar, la relación de pareja de nuestros protagonistas, etc. No nos parece mal, ni mucho menos, pero estos breves arcos le dan un plus al hacer que todo sea más consistente.
Una narrativa cada vez más consistente
Esto lo hemos podido comprobar tanto a través de la nueva amistad entre Kamiya y Nekozaki, con Shikimori de apoyo, como del festival deportivo. Es más, este breve arco no termina en el presente tomo, ya que nos tira un pequeño cliffhanger de grupo que nos deja con ganas de más. ¿Cómo? Pues a través de una simple carrera de relevos. Por azares del destino, Izumi y Hachimitsu son seleccionados para la carrera de relevos.
Del grupo son, con diferencia, los que menos aptitudes deportivas tienen, por lo que se ‘deprimen’ ligeramente al saber que otros dependerán de ellos. No obstante, tanto Shikimori como Inuzuka y Nekozaki se presentan voluntarios para correr con ellos. Esto, por supuesto, relaja mucho la ‘tensión’ que los dos primeros sentían, pues se sienten más cómodos con sus amigos de siempre.
A raíz de esto, Hachimitsu, una chica que parece ser bastante apática (pero no lo es), nos enseña un poquito más de ella. Sin dejar de lado ese aire parcialmente inexpresivo que tanto la caracteriza, demuestra que piensa mucho en las cosas; es muy observadora y tiende a fijarse en los detalles, lo que provoca que se preocupe. No quiere ser un estorbo para los demás, por lo que tanto ella como Izumi deciden entrenar para mejorar su rendimiento.
En realidad, entrenan todos juntos, pero son estos dos los que más se ‘esfuerzan’ sabiendo que no son los más rápidos. Sea como fuere, lo que importa es que Keigo Maki, mediante una narración muy acertada, logra transmitir las inseguridades y alegrías de esos secundarios que antes estaban ‘tan’ olvidados. Sin duda, es todo un acierto, pues engrandece la historia y le da un mayor bagaje en casi todos los sentidos.
Reseña de Shikimori es más que una cara bonita n.º 5 | Conclusiones
Con todo esto, podemos afirmar —sin miedo a equivocarnos— que Shikimori es más que una cara bonita podría ser uno de los mangas románticos de la temporada. Obviando el hecho de que el anime gustó muchísimo, la obra original no tiene nada que envidiarle a otras series con mayor recorrido. Y si bien es cierto que sigue siendo pronto para hablar, apunta maneras.
Todo ello sin olvidarnos de que es un slice of life y que no tiene la misma carga dramática que un romance más clásico. Son diferentes, por lo que no debemos compararlos. La idea de este tipo de escritos es ofrecer relatos más relajados y sosegados en donde los cliffhanger no aportan tensión, sino curiosidad. Es más, este es el primero que hemos visto y, en realidad, da igual lo que pase.
Sea cual sea el resultado, sabemos que acabará bien, pues no hay una conclusión negativa. Como es lógico, tenemos ciertas expectativas y preferimos un resultado antes que otro, pero no pasará nada ocurra lo que ocurra. He ahí la diferencia con historias de corte más dramático; no hay problemas aparentes más allá de pequeñas circunstancias concretas.
Inclusive, la tristeza de Kamiya para con su relación con Izumi, tema que ya se vio en el anterior volumen, es tratado de manera menos intensa. El autor no se recrea en el sentimiento de dolor más allá de un par de viñetas, sino que apuesta por el positivismo; hay que seguir adelante. Gracias a esto no sentimos que Izumi, pese a vivir tal situación inconscientemente, sea el centro de atención.
- Divertido y fácil de leer. La narrativa está progresando.
- Buena edición.
- Entretenido y simpático. Su concepto del amor es tierno y llamativo.
- Ignora los llamados «roles de género».
- Buena construcción de personajes principales.
- Los secundarios empiezan a dar más de sí mismos.
- Dibujo limpio, diseño adecuado y ritmo dinámico.
- Los fondos no están demasiado trabajados.