Durante años, DnD se ha ido definiendo como uno de los juegos de rol más importantes del mundo. A lo largo de su historia ha dado mucho de sí, produciendo todo tipo de aventuras y contenidos. No obstante, durante sus 50 años de vida no ha cambiado tantas veces de sistema. Hoy día nos guiamos por lo que llamamos 5e, mas lo cierto es que esta lleva ya —quizá— demasiado tiempo entre nosotros. Por suerte, las cosas están cambiando, y es que Wizard of the Coast ha empezado a lanzar sus nuevos manuales de juego. El protagonista de mi reseña del día es, precisamente, el primero de ellos, pues hoy quiero hablaros del nuevo Player’s Handbook 2024 (o Manual de Jugador) de Dungeons and Dragons.
Lo primero que debemos aclarar es que, en efecto, se trata de una revisión del Manual de Jugador original. Así pues, podemos decir que es la evolución del manual que todos conocemos, pero con muy numerosos ajustes. Entre otras cosas, pretende corregir los mayores errores, problemas, contratiempos, etc. que se han ido detectando a lo largo de los años con la quinta edición, pero manteniendo sus principales cualidades. Así pues, en lugar de dar un paso hacia lo que podría llamar 6e, podríamos decir que nos encontramos con algo parecido a una 5.5e.
O lo que es lo mismo, una versión actualizada de la quinta edición que no solo corrige sus mayores defectos, sino que actualiza y/o potencia otros elementos que ya estaban bien, pero que podían dar incluso más de sí. Por lo tanto, es compatible con cualquier campaña o contenido que ya tengas entre tus manos, siempre y cuando sea de 5e, ya que las normas sobre las que se construye son más o menos las mismas.
Reseña del nuevo Player’s Handbook 2024 (o Manual de Jugador) de Dungeons and Dragons
De buenas a primeras, el manual nos ofrece 384 páginas de contenido en inglés. En efecto, de momento solo disponemos de la versión original, pero esperamos que su localización al español llegue durante el primer trimestre de 2025, aproximadamente. O lo que es lo mismo, si no te llevas bien con la lengua de Shakespeare, la versión en castellano llegará tarde o temprano. Volviendo al tema que nos acontece, las ya mencionadas 384 páginas de contenido que incluye se dividen en una introducción 7 capítulos, 3 apéndices y un doble índice: uno al comienzo y otro al final. El primero desgrana el contenido de cada apartado, y el segundo concreta la página de ciertos elementos.
La introducción nos presenta un poco el mundo de DnD y que podemos necesitar, pero enseguida le da paso al primer capítulo. Este es de los más extensos, ya que nos habla un poco de todo. Nos explica como funciona la competencia, el orden de las acciones, conceptos como los viajes y la manera en que se pueden desarrollar las interacciones sociales, el desarrollo del combate, etc., pero desde la perspectiva de un jugador. Es decir, explica todo lo que necesitamos saber como jugadores, que no como narradores, para disfrutar de una partida de Dungeons and Dragons.
El segundo capítulo nos habla de la creación de personaje, mientras que en el tercero encontramos todo sobre las distintas clases básicas que existen. En el 4 nos hablan de los distintos orígenes, así como de algunas descripciones raciales, en el 5 nos muestran las dotes, en el 6 hacen lo propio con el equipamiento y en el 7 cierran con los hechizos. Le siguen los apéndices, con información adicional, y el índice final.
Contenido
A grandes rasgos, podemos decir que el contenido es relativamente similar al del Manual del Jugador original, pero hay cambios muy notables. Para empezar, las descripciones de las clases y las razas, por ejemplo, son mucho más precisas. Aparte, la organización de la información es más coherente y lógica, por lo que resulta más fácil de entender desde la perspectiva de un novato. Ahora, crear un personaje es mucho más fácil, por lo que los primeros pasos resultan más sencillos.
Del mismo modo, ahora ofrecen sugerencias y consejos con relación, por ejemplo, a las estadísticas que nos pueden venir bien con ciertos personajes, o descripciones más precisas de los objetos. En general, pues, el nuevo Player’s Handbook de Dungeons and Dragons no solo se organiza de manera mucho más eficaz, sino que corrige muchos detalles y ofrece más datos interesantes. Por desgracia, esto ha provocado que también surjan algunas nuevas preguntas. Los conceptos de clase, raza y estadísticas están tan ligados los unos a los otros que la ausencia de mayores explicaciones en algunos de estos puntos provoca que haya algunas lagunas.
Esto ya pasaba en el manual original, y solo se puede resolver completando la información con el manual de DM. Ese fallo sigue siendo muy real, y es que su resolución es demasiado compleja por la forma en la que se organizan los manuales de DnD. Aparte, al realizar tantas puntualizaciones que antes no estaban, es cierto que se pierde un poco de libertad creativa a la hora de diseñar a nuestros propios personajes. Por suerte, la última palabra la sigue teniendo el narrador, así que eso podemos solventarlo fácilmente.
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En general, eso sí, puedo decir que estoy contento con lo que han conseguido. En ese sentido, el mejor representante de casi cualquier buena palabra que pueda tener son las clases. Aunque siguen siendo las mismas, se han corregido y cambiado muchos aspectos. Ahora sentimos que todas y cada una de las clases tienen más personalidad y pueden abordar más rutas diferentes. Es decir, los caminos son menos cerrados y podemos mejorar su construcción para reducir el factor suerte en muchos casos.
Por ejemplo, ahora los Druidas pueden usar más veces su forma salvaje, se ha clarificado la forma en la que funciona Canalizar Divinidad y los Monjes pueden recuperar más puntos, por lo que son más divertidos que antes. Los puntos de hechicería son más accesibles, los smites son más estables y, en general, todo funciona (o eso parece) de mejor manera. Aparte, se han modificado muchas habilidades, actualizando su coste de acción a acción adicional, haciendo que todo se sienta mucho más orgánico. Incluso algunas ahora son gratis.
El resumen es que siento que ahora podremos hacer mucho más por turno, por lo que podremos olvidarnos de esos combates (por ejemplo) en los que nos limitamos a golpear una o dos veces por economía de acciones y recursos, haciendo que muchos turnos se sientan aburridos. Ahora tenemos más que hacer y podremos ser más imaginativos, cosa que me gusta muchísimo. Esto es lo que hace que el manual merezca muchísimo la pena, entre otras cosas.
Reseña del nuevo Player’s Handbook 2024 (o Manual de Jugador) de Dungeons and Dragons: conclusiones
Por supuesto, no es oro todo lo que brilla, y es que clases como el explorador parecen seguir un paso por detrás cuando lo comparamos con el resto. No obstante, será cuestión de probarlo y verlo, puesto que aún no he tenido tiempo de experimentarlo todo de manera calmada. A todo esto debemos sumarle que las descripciones visuales y escritas de las armas, los hechizos, etc. han sido ampliadas, por lo que ahora se siente más manual que nunca.
También se nos dan más opciones con el tema de las dotes y subidas de estadísticas mediante nivel, así como opciones tan interesantes como las maestrías de armas. Estas permiten que los especialistas sean más especialistas que nunca, haciendo que DnD sea mejor juego que nunca. Al menos con este Player’s Handbook en las manos, pues todavía necesitamos ver el nuevo manual de narrador.
Es cierto, eso sí, que a veces simplifican demasiado ciertos aspectos, lo cual nunca es muy de mi agrado, pero tiene potencial. En general, pues, puedo decir que este nuevo manual me ha dejado con un sabor de boca bastante positivo. Todo sea dicho, creo que se ha perdido una oportunidad para ampliar el set básico, ya que han dejado fuera clases como el artificiero, cuando es muy popular. Pese a ello, estoy deseando ver la edición española para seguir profundizando incluso más en él, pero por el momento diré que —personalmente— me ha gustado mucho.