Plus ultra. Han pasado ocho años desde que leímos aquellas palabras por primera vez. Seis si nos referimos al anime. En ambos casos hablamos de historia. Historia del manga y evolución. Historia de cómo un shōnen como cualquier otro se acabó arrancando las cadenas del género para ofrecernos una historia violenta, cruda y sin igual. De esto y mucho más os vamos a hablar en nuestra reseña de My Hero Academia n.º 31 y 32.
Sin duda, una de las más especiales. A lo largo del tiempo hemos sido testigos de como Izuku Midoriya dejaba atrás su infancia para asumir el peso del One for All. Poco a poco, aquella joven e inocente criatura se sumergió en un mundo adulto y sangriento. Sin piedad, el peso de la responsabilidad le golpeó una y otra vez hasta dejarle sin aire. No fue el único.
Todos y cada uno de los integrantes de la clase 1-A y no pocos compañeros de la 1-B o la 1-C han sufrido un destino parecido. Aquel sueño de convertirse en héroes se sumergió en una espiral de caos y destrucción cuando, tras muchos años de ‘tranquilidad’, emergió el verdadero mal. Ser héroe parecía una tarea sencilla, pero todo cambió con el auge de la Liga de Villano y Tomura Shigaraki.
Muerte. Con el heredero de All for One y sus aliados recuperamos uno de los conceptos menos explotados del shōnen: la muerte. En actos muy concretos, nos despedimos de algunos de nuestros personajes preferidos. Esto ha ido a más. Con la conclusión del último arco y la puesta a punto de la saga final, My Hero Academia ha dado un paso más hacia la adultez.
Reseña de My Hero Academia n.º 31 y 32 | Portada, edición y sinopsis
Sinopsis volumen 31
Shigaraki escapa y los daños son terribles. Aun así, nuestros héroes siguen firmes con sus convicciones. ¡Hay que seguir luchando! Por los que faltan, por las generaciones venideras… ¡¡Plus ultra!!
Sinopsis volumen 32
Todos los presos fugados de distintas prisiones están campando a sus anchas por las ciudades. Izuku, que está dándolo todo junto a los mejores héroes nacionales, está agotando sus fuerzas, ju, ju… Hay que cargarse este mundo tan miserable en el que se hace tan difícil vivir. ¿Verdad que sí, Tomura?
| Tomo 31 | Tomo 32 | |
| Fecha de publicación | 14/09/2022 | 23/11/2022 |
| Formato | 12,8 x 18 cm |
| Tinta | Integradas en b/n. (216 páginas ambos) |
| Presentación | Rústica sin solapas con s/cub |
| Frecuencia | Bimestral |
| Precio | 7,95 € |
| Reseñas anteriores | Reseñas volúmenes anteriores |
No obstante, antes de ahondar en este tema, queremos acordarnos de nuestros compañeros de Planeta Cómic, ya que sin ellos esto no sería posible. A fin de cuentas, es su editorial la que se ha encargado de recopilar y vender el manga en España. Junto con la traducción de Ayako Koike, hemos vivido decenas de aventuras.
Y nos disculpamos por ponernos sentimentales hasta en un aspecto tan formal como la edición, pero es inevitable. La conclusión del tomo #31 y el inicio del #32 suponen un nuevo «antes y después» en el que podría ser… No, perdón. Supone un nuevo antes y después en uno de los mejores shōnen de la actualidad.
Lo acompaña, por suerte, una edición a la altura en donde la traducción destaca por su calidad. Con algún que otro corte exterior que no empaña el resultado final, My Hero Academia sigue siendo una lectura casi obligatoria para los fans del género. Dicho esto, seguimos con nuestras impresiones.
El shōnen que dejó ser shōnen para ser algo más
¿Y qué mejor forma de hacerlo que el cierre de una de las mejores sagas de los últimos años? Porque, sin duda alguna, la guerra abierta entre Tomura Shikaraki e Izuku Midoriya, junto con el resto de héroes y villanos que les acompañan, ha sido simplemente espectacular. Su lucha a vida a muerte no solo ha encendido las llamas del arco final, sino que nos ha dejado francamente patidifusos.
En una guerra, como se suele decir, no hay vencedores, solo vencidos. En este caso no ha sido así… Aunque ambos bandos han sufrido perdidas irreparables, la ‘gesta’ de los villanos ha puesto en jaque a la sociedad tal y como la conocemos. Los héroes, antes venerados como deidades, han perdido todo aquello por lo que lucharon.
Ya no son héroes, sino personas con poderes que intentan ayudar a la sociedad. El pueblo ha perdido la fe y los héroes han perdido su combustible. Debido a los destrozos y perdidas que el mundo ha sufrido tras los actos de los villanos, el ciudadano de a pie se ha comenzado a preguntar si las cosas deben seguir tal y como estaban.
La respuesta es «no». Ya nada es igual. El mundo, sumido en una suerte de ambientación postapocalíptica, ha perdido todo su brillo. Kohei, autor del manga, lo refleja a la perfección con un estilo mucho más oscurantista. El manga, de hecho, ha adquirido un matiz mucho más sombrío que antes; el arte acompaña a la escena.
Héroes vs. villanos, un reflejo social mortal
Gracias a esto somos capaces de empatizar con ese cambio de paradigma mientras lamentamos la perdida de algunos de nuestros personajes preferidos… otra vez. Lejos del buenismo de otras grandes series como One Piece, aquí la muerte es real. Pensar lo contrario es hacerse falsas esperanzas. Esto lo sabemos nosotros y lo saben los personajes.
No obstante, quien más sufre toda esta situación es Izuku. El joven, que ha dejado atrás el concepto de «niño», se ha convertido en hombre. La responsabilidad le aplasta, pero el responde con fuerza. Se lanza de frente al desafío a costa de su propia salud mental. Esto también lo vemos reflejado en su traje.
Siempre impoluto, ahora es una sombra. Una sombra con un diseño bestial que nos ha dejado con la boca abierta. La única manera que tenemos de describir lo que estamos sintiendo es simple: «¿¡PERO ESTO QUÉ ES!?». Horikoshi, en un alarde creativo sin igual, ha roto todos los esquemas con un nuevo concepto simplemente increíble.
Sin perder el brillo de siempre, Izuku se ha convertido en un heraldo de la paz que trabaja desde las sombras. Es por eso que ha perdido su sonrisa, pero no es el único. Sus compañeros, con Bakugo y Todoroki a la cabeza, están ‘desesperados‘. Han comprendido la realidad de la manera más dura posible.
Reseña de My Hero Academia n.º 31 y 32: uno de los mejores mangas contemporáneos
No obstante, no se han rendido, y quieren ser ellos quienes guíen a su compañero. Toda la clase 1-A, en realidad, está desesperada por brindarle apoyo al joven que, sin darse cuenta, se convirtió en su luz. Y es aquí donde el mangaka saca toda la artillería. Todavía quedan lo mejor, todo sea dicho, pero ya es un no parar. Su gigantesco elenco brilla con luz propia y la historia ha entrado en su mejor parte.
Para quienes llevan el manga gracias a Manga Plus sabrán que, desde este mismo momento, My Hero Academia solo va hacia arriba. Cada episodio es mejor que la anterior y esa sensación de «saga final» se hace cada vez más fuerte. Bien cargada de epicidad, gestiona el drama y la tensión casi a la perfección. Con algún que otro desliz entre medias, nos presenta la caída de la sociedad.
Pero no hay luz sin oscuridad. Aunque las tornas han cambiado, esa diatriba entre ambos conceptos se mantiene en todo momento, recordándonos que los héroes no se rinden. No todos, porque el peso de cada acción y cada error ahora tiene más impacto que nunca. El idilio se ha terminado, demostrándonos que, en realidad, los héroes estaban sobreprotegidos.
Eran casi divinidades, pero eso no podía ser. Así pues, con la caída de la sociedad, también atisbamos una luz todavía más potente: renacimiento. Los errores de hoy son el progreso de mañana. Con esa filosofía siguen trabajando muchos héroes, quienes ahora ven a Izuku como uno más. Dicho esto, nos despedimos con una simple conclusión: My Hero Academia ha logrado ascender al Olimpo convirtiéndose en uno de los mejores mangas contemporáneos.
- La trama ha adquirido un matiz mucho más adulto. Se aleja del shōnen convencional para presentar una historia mucho más cruda.
- El dibujo sigue evolucionando y el nuevo diseño de algunos personajes es una pasada.
- El cierre del arco anterior y el comienzo de la nueva saga son una auténtica brutalidad.
- Los personajes se siguen desarrollando y la brutalidad de la historia hace que la tensión y la epicidad alcancen cotas nunca vistas.
- Se presentan algunos nuevos personajes con una gran carga dramática, pero su presentación es tan repentina que cuesta empatizar con ellos.
