Con el hype de la cinta todavía muy en el cuerpo, hoy nos adentramos en el maravilloso mundo de Monopoly con Super Mario Bros: la película. En efecto, Hasbro ya ha puesto a la venta esta nueva edición del clásico juego de mesa con el que dice ser el filme más exitoso de la historia. Al menos lo analizamos desde la perspectiva de la industria del videojuego. Es ahí donde se ha hecho fuerte.
Y con mucha diferencia, la verdad, porque ya ha superado los 1.200 millones de dólares. Para que os hagáis una idea aproximada, la segunda es Warcraft con tan ‘solo’ 439 millones de dólares. Solo con eso ya nos podemos hacer una idea aproximada del tremendo exitazo que ha tenido. Esto mismo ha provocado que no nos sorprenda tanto que hayan decidido lanzar un Monopoly, aunque eso no quita que nos haga mucha ilusión igualmente.
Sobre todo porque, al igual que ya hemos visto con la variante de Dungeons and Dragons, por ejemplo, aquí hay novedades y diferencias. En este caso, Hasbro ha integrado una nueva dinámica de juego mediante una ficha especial de Bowser, el gran antagonista del filme. Este entrará en juego como elemento disruptor y alterará la mecánica habitual. Gracias a esto, aunque emplearemos las normas habituales del Monopoly, también nos enfrentaremos a un reto distinto.
Reseña del Monopoly con Super Mario Bros: la película
¿Y cómo funciona esto? Pues lo cierto es que es más simple de lo que parece. Cada ronda, tendremos que tirar los dados no solo para mover a nuestro peón, sino también a Bowser. Para moverle a él tendremos que prestar atención a un dado especial de color negro. Cuando lo usamos, junto con el nuestro, primero movemos a Bowser y luego nuestro peón. Tras esto, según nuestra posición, la de él y/o la del resto de jugadores pueden pasar varias cosas.
La más importante de ellas es que destroza todo lo que toca. Así pues, cada vez que cae en una casilla, esta pasa al modo Juego Terminado, por lo que la carta (tenga dueño o no) pasa a estar boca abajo. Estas casillas se pueden recuperar, pero la presencia de la ‘tortuga’ hace que todo sea más caótico, en el buen sentido. Ofrece un mayor grado de aleatoriedad y hace que los jugadores que van por delante no puedan dominar con tanta facilidad al tener más posibilidades de perder sus terrenos de manera temporal.
Dicho esto, si Bowser cae en nuestra casilla o nosotros caemos en la suya, nos tocará pelear contra este. Al hacerlo, tendremos que elegir a un segundo jugador para que forme equipo con nosotros. Hay casos especiales (indicados por las instrucciones) en función del número de jugadores por casilla, pero la cosa es sencilla: si luchamos contra él y vencemos, se marchará a la casilla de salida hasta que todos los jugadores den una vuelta completa. Si gana él, nosotros (no nuestro compañero) vamos a la cárcel.
Como resultado, obtenemos un Monopoly con un alto grado de variabilidad en donde el azar tiene todavía más peso, tanto para lo bueno como para lo malo. Debemos reconocer que, en general, nos ha gustado el sistema. De igual manera, puede llegar a ser algo frustrante. Sobre todo si tienes mala suerte y no deja de ‘destruir’ tus propiedades. Tiene su lado positivo y su lado negativo, pero funciona bastante bien. Y si no nos gusta, pues lo podemos quitar. Las reglas no lo dicen, mas no siempre tenemos que hacer caso omiso de estas.
Un juego mayormente divertido
Con todo esto en mente, podemos decir que el Monopoly de Super Mario Bros: la película es simple y llanamente divertido. Aunque la caja no está dispuesta de manera tan meticulosa a la hora de organizar las fichas, en general cumple con las expectativas. Sobre todo cuando hablamos de homenajear a la que dice ser una de las franquicias con más renombre del mundo. En ese sentido, no decepciona ni en lo más mínimo.
Como tal, incorpora un peón con forma de cabeza de Toad, la gorra de Mario, el barril de Donkey, la corona de Peach, la linterna de Luigi y una sartén la cual, por desgracia, ahora mismo no recuerdo a quien simboliza. Por su parte, el dinero ha sido sustituido por monedas de oro en alusión al propio videojuego, lo cual es un detalle —como poco— interesante.
En lo que respecta al funcionamiento del juego, es bastante simple. Lo decimos en el buen sentido, claro está. Como Monopoly no pretende rompernos la cabeza con mil normas. Más bien lo contrario. La idea es que podamos jugar sin grandes complicaciones y eso lo consigue. En general, podemos decir que cumple con buena nota como material de una película y como juego de mesa. Divertido y entretenido, nos ha parecido una opción más que interesante para echar la tarde.
- Es muy divertido.
- Respeto a ambas franquicias y mezcla bien sus preceptos.
- Bowser y su mecánica de juego ofrecen alternativas interesantes.
- Las ilustraciones son bastante bonitas.
- Es algo sencillo.