Es curioso que, lo que para muchos es un clásico entre clásicos, para otros es poco más que una anécdota o un recuerdo efímero. Esta dicotomía es relativamente habitual y, más allá de ciertas obras que han marcado un antes y un después, suele haber bastante debate. Inclusive, hasta los más grandes se enfrentan a él. Hoy, en cierto modo, me he enfrentado a uno de sus trabajos mientras preparaba mi reseña de Video Girl Ai y su volumen 1.
Curiosamente, mi caso no ha sido ninguno de estos. A título personal, aunque conozco relativamente bien a Masakazu Katsura, nunca le había dado una oportunidad al que dice ser uno de sus trabajos más importantes. Es por esto mismo que, mientras leía Video Girl Ai, lo hacía desde el prisma inédito. No tenía expectativas demasiado concretas, ilusiones marcadas por la morriña ni precedentes en los que basarme.
Más allá de Zetman, un tebeo ilustre donde los haya, o DNA², no había leído nada relacionado con su autor. Ahora me arrepiento. Sin ser perfecta, Video Girl Ai me ha dejado muy claro porque es considerada —por muchos— como uno de los grandes romances nipones de los años noventa. Publicada originalmente entre 1989 y 1992, recibió muchos elogios allá en su momento. Es comprensible, la verdad.
No obstante, antes de explicaros el porqué, me gustaría detenerme un poquito en la edición. A fin de cuentas, hablamos de un clásico que ha regresado en formato kazenban mediante una colección de nueve volúmenes. Hoy día solo disponemos del primero, pero esperamos completarla en poco menos de un año y medio. Y aunque parece mucho tiempo, no lo es. Menos todavía cuando hablamos de este tipo de ediciones.
Reseña del manga Video Girl Ai n.º 1 | Portada, sinopsis y edición
Yota Moteuchi es un tímido chico de secundaria bastante negado para los temas del corazón. Tras descubrir que la chica que le gusta está enamorada de su mejor amigo, se desanima tanto que comienza a deambular por la ciudad sin rumbo fijo hasta que encuentra un extraño videoclub que llama su atención y decide entrar. Allí alquila una película y, una vez en casa, inserta la cinta en el reproductor y lo que sucede lo deja sin palabras… ¡De la pantalla de la televisión sale la chica del vídeo! La joven se presenta como Ai Amano y confiesa ser una “video girl”.
| Colección | Video Girl Ai vol. 1 de 9 |
| Autoría | Masakazu Katsura |
| Género | Ciencia ficción, comedia, drama, ecchi, romance, slice of life |
| Formato | Rústica sin solapas con s/cub. |
| Tamaño y páginas | 14,8 x 21 cm con 336 páginas en b/n |
| Precio | 16,95 € |
| Maquetación | Planeta Cómic |
| Traducción | Geni Bigas y Sayuri Suzuki |
| Fecha de lanzamiento | 29/09/2023 |
En general, la edición de Planeta Cómic destaca por la calidad de todos los elementos que la componen. Tanto la maquetación como la impresión son de gran nivel, al igual que la traducción. En líneas generales, es un producto que cumple con todos nuestros estándares como consumidores. No obstante, hay un par de viñetas en el que se repiten los diálogos, por lo que perdemos alguna que otra frase, cosa que no gusta. Por su parte, el formato kazenban le sienta de maravilla, puesto que al ser una serie antigua, es mucho más grato leer un buen puñado de episodios del tirón. Todo sea dicho, es raro el manga al que no le siente bien.
Un manga clásico que ha sabido envejecer muy bien en (casi) todos los aspectos
Lo primero que debo mencionar, ahora que ya os he contado qué me ha parecido la edición, es que Video Girl Ai es un manga clásico, tanto para lo bueno como para lo malo. Este último sentido es el que más destaca cuando hablamos de su situación temporal, sobre todo en el humor. Es un poco verde en determinados momentos, cosa que tiene especial importancia cuando recordamos que sus protagonistas son chicos de instituto.
Ahora bien, creo que su autor, pese a no hacerlo bien en ese contexto, es consciente de la realidad. Tanto es así que cuando quiere ofrecer una escena ecchi, siempre lo hace con Ai, nuestra protagonista. No sabemos qué edad tiene, puesto que en realidad no es ni humana. Fue creada por los dioses, entre otras, para ayudar a las buenas personas que sufren por mal de amores. De hecho, es por esto mismo que acaba conociendo a Yota Moteuchi, el protagonista masculino.
Yota es un chico muy normal, con sus virtudes y defectos. Se nota que está en esa edad, pero que —ante todo— tiene mucho corazón. Está enamorado de una joven llamada Moemi, pero a ella le gusta su mejor amigo. Dolorido, solo le desea lo mejor; quiere que sea feliz, aunque no sea con él. No obstante, este mismo amigo es quien le insta a intentar conquistarla, dejándonos con una suerte de triángulo amoroso con un cuarto personaje menos relevante.
Una trama que sabe enganchar desde el principio
Por supuesto, esto solo es el gancho inicial. El verdadero atractivo de la trama recae en la relación de Ai, la chica de la cinta, y Yota, el joven de buen corazón. Este la descubre accediendo a una suerte de videoclub secreto regentado por dioses que solo se aparece ante buenas personas. El problema es que cuando Yota acepta llevarse una cinta (sin saber bien qué es en realidad) y la pone en su reproductor, este se estropea, lo que produce que Ai nazca con defectos.
Haciendo demasiado hincapié en que sus pechos son más pequeños de lo normal, entendemos que, en realidad, no son defectos. Ai sale del vídeo rota, pero se le hace sentir como una humana normal. Así pues, en lugar de ser una suerte de autómata sin alma edificada para consolar el alma de un buen samaritano con el corazón roto, se convierte en una chica normal y corriente. Por supuesto, esto tiene sus inconvenientes, pues los dioses no la crearon para ello y le pondrán más de una traba.
Con algún que otro rival amoroso (al que resulta muy fácil odiar por su repulsivo carácter para con las mujeres), Yota no tardará en adentrarse en un pozo de dudas. Dice amar a Moemi, pero intenta renunciar a ella. Entretanto, Ai está con él siempre, y no sabe si está malinterpretando la situación o si de verdad está empezando a sentir algo por ella. Lo mismo sucede con Ai, quien está dejando de lado su teórica misión y se está dejando llevar.
Un romance muy tierno con dos grandes protagonistas
En una narrativa que recuerda a otros grandes trabajos como Chobbits, Video Girl Ai demuestra ser un manga mucho más interesante de lo que podría aparentar de buenas a primeras. Sobre todo porque, aun con sus fallas, construye un pequeño elenco de personajes realmente interesantes. Además, parece entender muy bien lo que es el amor. Al menos dentro de su concepto, pues cada uno puede entender esto último como quiera.
Pese a ello, creo que Masakazu lo hace bastante bien. Sin grandes alardes, diseña una historia bastante tierna que te llega hasta lo más hondo del corazón desde el primer momento. Sin engaños ni medias tintas, muestra las fortalezas y debilidades de sus personajes. No tiene miedo de hacerles llorar, reír, gritar o celebrar. Son seres humanos y, como tales, sienten y padecen.
Sin duda, esta es una de sus más grandes virtudes. Es capaz de hacernos creer que sus personajes tienen vida propia. Empatizamos con ellos muy fuerte incluso desde el primer volumen. Además, define una trama que genera curiosidad desde el primer momento. Engancha y entretiene. En general, logra sobresalir.
Reseña del manga Video Girl Ai n.º 1 | Conclusiones
Gran parte de la culpa la tiene el dibujo. Aunque el trazo es simple, Masazaku dibuja muy bien. Sus personajes son muy expresivos y el manga es fácil de seguir. Transmite muchísimo y eso no es nada sencillo. Aparte, aunque a veces es ecchi y enseña los pechos de Ai —siendo sincero, creo que esto sobra, pues realmente no aporta nada a la trama— no se siente tan sucio como en otros trabajos contemporáneos.
Siendo sincero, estoy un poco cansado de las proporciones irreales y los diseños sacados de contexto. Video Girl Ai, sin dejar de ser un manga con fanservice, establece un límite bastante más sensato que la mayoría. Por eso, aunque sobre, no se siente tan fuera de lugar. No hace que desconectemos tanto de la lectura. Es algo que, aunque no comparta, agradezco, pues me ha permitido disfrutar de principio a fin de un manga que me ha encantado.
En efecto, si queréis mi conclusión más sincera, Video Girl Ai me ha encantado. Me gustan mucho los mangas de romance, lo confieso, y este me ha dejado con ganas de más. De mucho más. Sin duda, es una lectura muy interesante y con mucho potencial. Tengo ganas de seguir leyendo mientras Ai y Yota descubren cuáles son sus sentimientos.
- El dibujo es realmente bonito.
- Es un manga clásico que ha envejecido muy bien.
- La edición le sienta de lujo.
- El romance funciona y la historia es muy tierna, pero tiene sus dramas.
- La lectura es entretenida y dinámica.
- Usa el ecchi sin necesidad y su humor a veces es un poco verde.
