
Históricamente, los shojo románticos siempre se han caracterizado por darle una importancia capital al romance. Reduciendo todo al mínimo denominador común, la trama suele dividirse en varias fases en las que siempre aparece un tercero para removerlo todo. De buenas a primeras, parecía que Una historia de almas gemelas podía seguir este mismo esquema, pero durante la lectura y reseña del tomo n.º 5 del manga me he dado cuenta de que no es así.
De hecho, diría que ha sido esta sexta entrega la que me ha permitido verlo con más claridad que nunca. Hasta hace poco, pensaba que buena parte de la premisa se resumía en el romance de Yuki e Iori, con alguna que otra desavenencia de Seno en el camino.
No obstante, a medida que Distrito Manga fue publicando más tomos, me di cuenta de que pensar así era reducirlo todo al absurdo. En realidad, es todo lo contrario. Si bien es cierto que a Anashin-sensei le gusta jugar con los triángulos amorosos, hay mucho más.
Y menos mal, la verdad, porque este tipo de narrativa no le habría sentado demasiado bien, teniendo en cuenta que todos sus protagonistas son adultos. Recordemos que hablamos de un manga protagonizado por jóvenes adultos, no adolescentes.
Reseña del manga Una historia de almas gemelas n.º 5 | Portada, sinopsis y edición

Iori por fin se ha reencontrado con su hermano Ibuki, a quien estuvo buscando tanto tiempo. También parece que han podido hacer borrón y cuenta nueva de las expectativas frustradas del uno y del otro, pero… Mientras tanto, tras escuchar la verdad por boca de Mikage, el compañero de Airi en la peluquería, Yûki no puede ocultar cierta angustia a pesar de saber que Ibuki la ha aceptado.
Colección | Una historia de almas gemelas vol. 5 de 6 (serie abierta) |
Autoría | Anashin |
Género | Shojo, romance, slice of life |
Formato | Tapa blanca con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 128 x 180 mm con 192 páginas en b/n |
Precio | 9,95 € |
Traducción | Marta Moya (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 6 de marzo del 25 |
Reseñas | Volúmenes anteriores |
Al plantearlo de esta manera, es necesario que sus dudas vayan más allá de la primavera del amor. Los celos, las inseguridades o el concepto de amor propio necesitan una perspectiva más madura de lo habitual… y en este manga sucede precisamente eso.
Siendo realista, es algo que ya se viene anunciando desde hace tiempo, pues incluso en los primeros tomos se vislumbra algo parecido. No obstante, no ha sido hasta estas dos últimas entregas —especialmente la quinta— cuando se ha hecho realmente evidente.
Aquí el mal de amores se expresa de manera mucho más humana. Lejos del buenismo habitual de ciertas obras, el «yo» gana importancia. Véase, por ejemplo, el caso de Yuki. Ella siempre ha tenido el amor muy idealizado, por lo que su primera relación supone un choque con la realidad.
El amor es más que un cuento de hadas

Tiene un lado maravilloso, pero las dudas están ahí. Su primer encuentro con Iori no fue un cuento de hadas, sino una experiencia —que, además, no acabó del todo bien— en una discoteca. Aquel contacto inicial no fue idílico.
En cambio, cuando Airi e Iori se conocieron, fue casi como en una película. A través de varios flashbacks, exploramos la primera vez que se vieron e, incluso, la verdad tras la relación entre Airi y el hermano de Iori, Ibuki.
Aquí la historia empieza a enredarse, dando lugar al nudo argumental con el que —probablemente— Anashin-sensei sostenga la historia durante varios volúmenes. En realidad, o eso parece, Ibuki y Airi nunca salieron juntos.
No obstante, él sí estaba enamorado de ella, pero estaba convencido de que Airi quería a su hermano sin darse cuenta. Por eso desapareció: para que ambos fueran felices. Sin embargo, parece que Airi sí lo quiere a él.
¿O en realidad no? Todas estas dudas constituyen un drama que se habría resuelto por la vía rápida en caso de hablar bien las cosas, aunque ni en la vida real es tan fácil. Hablar de tus sentimientos es una tarea complicada, especialmente cuando afecta a personas que aprecias.
El caso es que Yuki, al empezar a salir con Iori, se ve envuelta en toda esta trama casi sin darse cuenta, convirtiéndose en un foco de inseguridad con él, algo que ella misma sabe que debe afrontar. Al mismo tiempo, Iori debe lidiar con los celos que siente por Seno.
El pasado siempre vuelve

Al agregar todos estos ingredientes, lo que nos queda es el típico drama romántico, pero a la vez no. La realidad es que la fórmula, la manera de contar las cosas y la forma en la que cada personaje actúa hacen que Una historia de almas gemelas se sienta diferente.
Curiosamente, no necesita una historia demasiado original para lograrlo. Si nos remitimos a los hechos, esto es algo que ya hemos visto en otros mangas. Pese a ello, la narrativa de Anashin-sensei consigue que no se sienta de esa manera.
A su modo, es un manga refrescante que sabe cuándo y cómo golpearte para que no te alejes. Logra ser atractivo e interesante. De hecho, está tan bien escrito que hasta tú mismo, como lector, dudas de cómo acabará todo.
Aunque la relación entre Iori y Yuki es bastante fuerte y hay amor entre ellos, el manga está construido de tal manera que hasta me creería —y me encajaría— que no acaben juntos. O sí. Ahora mismo, todas las posibilidades están abiertas.
Y bien, no es que la trama vaya a dar un giro imprevisto rompiendo con todo lo preestablecido. El guion está lo suficientemente bien escrito como para que casi cualquier desenlace se sienta orgánico, natural y coherente.
En cierto modo, ahí radica su encanto, pues se siente como la vida misma. Por desgracia, nunca sabremos qué nos deparará el futuro, y Una historia de almas gemelas juega con esa incertidumbre. Todo sea dicho, esto solo funciona porque sus personajes son jóvenes adultos.
Reseña de Una historia de almas gemelas n.º 5: un manga con buenos cimientos

La autora mezcla con habilidad la madurez propia de quien ya no es un niño con las dudas habituales de quien sigue siendo joven. A través de ello, construye un elenco sólido y llamativo que, eso sí, a veces peca de melodramático.
Como es habitual en el género, en ciertos momentos todo es demasiado dramático, aunque parte de su encanto reside precisamente en eso. Todo sea dicho, creo que está logrando establecer un buen ritmo y que la historia tiene una base sólida.
Si te gustan este tipo de historias, considero que puede ser una buena adición a tu biblioteca. Y si ya la conocías y la estabas leyendo, te adelanto que sigue tan bien como empezó.


- La premisa es bastante original. No hay muchos mangas que hablen sobre juegos de mesa.
- Las tres protagonistas tienen una construcción más interesante de la que parece de buenas a primeras.
- El arte es muy bonito. Es agradable a la vista.
- La lectura es dinámica y sencilla. Es fácil seguirle el ritmo.
- La narrativa funciona bien.

- Al centrarse tanto en los juegos de mesa, si no te llaman la atención, no tiene tanto gancho.
- El dibujo es bastante simple.