
A estas alturas de la película no sorprenderé a nadie si en esta reseña de Shikimori es más que una cara bonita n.º 7 confieso que la licencia de Distrito Manga me está encantando. Allá cuando la descubrí gracias al anime licenciado por Crunchyroll, me encontré con una comedia romántica, cuando menos, singular. No obstante, cuando apareció en mi vida la obra original, vi que era mucho más y que, en realidad, el anime no le hacía justicia. Y no porque fuera malo, sino porque en tan pocos episodios era imposible que pudiese transmitir tanto tan bien.
De hecho, este último es uno de sus mayores atractivos. A través de una narrativa tipo slice of life, y sin que apenas ocurra nada que interrumpa la cotidianidad de nuestras vidas, es capaz de engancharnos. Divertida, carismática y singular, el trabajo de Keigo Maki —mangaka responsable del arte y la historia— te atrapa para luego no soltarte. Al menos ese ha sido mi caso. Y si bien es cierto que no podemos decir que sea una lectura perfecta, tiene virtudes más que suficientes como para ser una gran adición a casi cualquier estantería.
No obstante, esta sensación no surge única y exclusivamente por un único tomo. Aunque es cierto que esta séptima entrega ha sido una de las que mejores momentos nos ha dejado, la gracia del manga está en su construcción general y en su evolución como comedia romántica. Algo que, por supuesto, no tendría mayor atractivo si la edición no fuese lo suficientemente buena como para disfrutar de su lectura. Spoiler: Distrito Manga ha vuelto a hacer un gran trabajo, pero esto ya no nos sorprende. Nos tienen muy malacostumbrados, en el buen sentido.
Reseña de Shikimori es más que una cara bonita n.º 7 | Portada, sinopsis y edición

El primer encuentro entre Izumi y la madre de Shikimori se convierte en toda una prueba de valor: ¡tendrá que confesar que están en medio de una relación! Pero hay un problema, porque Shikimori está ausente e Izumi no sabe si conseguirá no flaquear durante este momento tan tenso. Tras esta situación, Izumi y Shikimori se ponen manos a la obra para preparar los exámenes finales. La naturaleza competitiva de Shikimori se dispara cuando se apuestan quién sacará la mejor nota. Por otra parte, a medida que se acerca la Navidad, Kamiya se prepara para disfrutar de las fiestas en paz, pero Nekozaki la invita a una celebración que la saca de su zona de confort. ¿Quizá la verdadera alegría navideña implica rodearse de buena compañía?
Colección | Shikimori es más que una cara bonita vol. 7 de 20 |
Autoría | Keigo Maki |
Género | Comedia, romance, slice of life, vida escolar |
Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 13,1 cm x 18,1 con 144 páginas en b/n |
Maquetación | Olivia Sanz (Drac Studio) |
Traducción | Eduardo Ozores Díez (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 06/07/2023 |
Reseñas | Reseña de volúmenes anteriores |
Respecto a esta misma edición, yendo directamente al grano, os podemos decir que la editorial ha hecho un gran trabajo. Tanto en la maquetación (viene con márgenes interiores para facilitar la lectura) como en la traducción o la propia impresión, podemos decir que Distrito ha realizado una gran labor. En general, el producto responde a todas nuestras exigencias como consumidores, lo cual ya es decir.
Grandes momentos, pero un ritmo (romántico) demasiado lento por momentos

Dicho esto, el contenido. Anteriormente os comenté que, al menos desde mi perspectiva, este era uno de los volúmenes que mejores momentos nos había dejado. ¿Y eso por qué? Por desgracia, no quiero deciros qué ocurre, ya que os estaría estropeando la sorpresa. No obstante, lo que sí os puedo decir es que —poco a poco— la relación entre Izumi y Shikimori avanza. Ahora bien, a veces sigue siendo un poco desesperante.
Sin más, el ritmo y el concepto del romance japonés puede ser frustrante. Desde la perspectiva de un occidental, es extraño que una pareja con varios meses todavía sienta vergüenza al tomarse de las manos o plantearse, siquiera, un beso. Y aunque cada uno funciona a su propio ritmo, es tan habitual que ya empeiza a cansar. En ese sentido, Shikimori es más que una cara bonita no es diferente a los demás, por lo que puede ser exasperante.
Dejando eso a un lado, también es cierto que estamos empezando a ver algunos progresos. Como pareja, Izumi y Shikimori están creciendo y evolucionando de manera paralela, por lo que el proceso estás siendo muy bonito. Ambos, cada uno a su manera, inspiran mucha ternura y, ciertamente, da gusto ver como interaccionan el uno con la otra, y viceversa. Sobre todo cuando se dejan llevar un poco más y nos recuerdan que lo puro e inocente que puede llegar a ser el amor adolescente.
Al menos cuando las hormonas no lo controlan todo. Este no es el caso, lo que nos permite disfrutar de un romance (ciertamente) idealizado en donde lo que mejor de todo es lo sano que es todo. En efecto, si nos tenemos quedar con algo de Shikimori e Izum es que son una pareja muy sana.
Una obra simplemente muy buena


Teniendo en cuenta cómo funciona la novela romántica oriental, esto es un soplo de aire fresco en muchos sentidos. Por suerte, no es la única obra similar en ese sentido, pues cada vez hay más así. Esto no le quita mérito a Keigo Maki, puesto que el mangaka nos está dejando con una historia muy bonita de la que podemos sustraer unas cuantas lecciones. Una de ellas, y de las más importantes, es no querer aparentar ser perfecto.
Esto le pasa especialmente a Shikimori, quien tiene ‘miedo’ de mostrar algunas de sus facetas. Izumi, como es lógico, le dice que le gusta ella con todo lo que eso implica, por lo que no debe esconder nada de sí misma. Y aunque parece algo que todo el mundo tendría que tener más que aprendido, no es tan habitual. La sociedad se ha perdido mucho en ese sentido, por lo que es algo que agradecemos.
Más allá de estos bonitos detalles, y de alguna que otra escena que nos ha hecho agarrarnos el pecho con emoción y ternura, podemos seguir alabando la calidad narrativa del manga como una de sus mayores virtudes. Sin más, leer Shikimori es más que una cara bonita no solo es agradable, sino que además es divertido y entretenido.
En general, funciona muy bien. Y si bien es cierto que aún necesitamos un poquito más de los secundarios, sigue progresando adecuadamente en ese sentido. Por lo demás, nos mantenemos en nuestra dinámica habitual: Shikimori nos gusta mucho. Más con cada volumen, pues el progreso tanto del autor como de la historia y el manga en general es cada vez más evidente.


- Divertido y fácil de leer. La narrativa está progresando.
- Buena edición.
- Entretenido y simpático. Su concepto del amor es tierno y llamativo.
- Ignora los llamados «roles de género».
- Buena construcción de personajes principales.
- Los secundarios empiezan a dar más de sí mismos.
- Dibujo limpio, diseño adecuado y ritmo dinámico.

- Los fondos no están demasiado trabajados.
- El concepto de romance japonés es tan lento que a veces es exasperante.