
Debo confesar que, aun siendo uno de los tomos más tranquilos de todos, ha sido uno de los que más he disfrutado. Es más, tenía muchas ganas de escribir la reseña del volumen n.º 7 de Don’t Call it Mystery. De hecho, podría decir —casi— que hasta le hacía falta. Tras involucrarse en toda clase de crímenes, Totono realiza una suerte de viaje junto a un compañero de su facultad y un profesor asociado de su universidad. Este último es quien les invita bajo la excusa de trabajar para él durante unos días. Al final, ambos aceptan, pero desde el primer momento notan que hay algo extraño.
El profesor, cuyo nombre es Amatatsu, les explica que se reunirá con varios amigos en una casa rural para resolver un misterio. No es mentira, puesto que todo empieza con lo que parece ser un crimen… pero en realidad no lo es. O al menos eso parece, puesto que esta pequeña farsa esconde una verdad mucho más triste tras de sí. El caso es que en esta ocasión, aunque sigue manejando altas dosis de drama y psicología, todo es mucho más tranquilo.
La historia se desarrolla en un ambiente relativamente controlado cuyo misterio surge por ‘azar’, aunque en realidad no es así. Amatatsu es perfectamente consciente de las habilidades tanto de Totono como de su otro alumno, por lo que en realidad es todo una ‘trampa’ para que le ayuden a resolver otro misterio distinto de hace cinco años. Poco a poco, vamos descubriendo las motivaciones reales de todos los involucrados. Así pues, nuestro protagonista vuelve a involucrarse en un nuevo crimen, pero ahora entendemos por qué lo hace.
Reseña del manga Don’t call it Mystery n.º 7 | Portada, sinopsis y edición

El profesor asociado Amatatsu le propone a Totono realizar un trabajo durante el fin de semana en su caserón de montaña. ALlí tiene planeado celebrar un juego de detectives, pero, de forma inesperada, se verá envuelto en un incidente. ¡En esta ocasión, Totono, el joven detective que resuelve casos, deberá desvelar el misterio en el caserón! ¡Se abre el telón del séptimo tomo!
Colección | Don’t call it mystery vol. 7 de 14 (en publicación) |
Autoría | Yumi Tamura |
Género | Josei, drama, misterio |
Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 13,1 x 18 cm con 192 páginas en b/n |
Precio | 9,95 € |
Traducción | Maite Madinabeitia (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 03/10/2024 |
Reseñas | Volúmenes anteriores |
Antes de seguir, eso sí, me gustaría ofreceros un breve repaso de la edición. En general podríamos decir que es buena, mas hay unas cuantas viñetas en donde el moiré es un tanto evidente. O lo que es lo mismo, algunas páginas no tienen toda la calidad que nos gustaría. Más allá de esto, el resto del tomo sí que cumple bien con nuestras expectativas, por lo que no podemos decir que el resultado final sea malo. Como esa moiré es algo puntual y no una constante, no llega a ser tan molesta, por lo que podemos disfrutar igualmente de la lectura sin mayor contratiempo. Dicho esto, empezamos con nuestra reseña del manga Don’t call it Mystery n.º 7.
¿Por qué Totono siempre acaba metido en líos?


Volviendo al manga como tal, debo decir que una de las cosas que más me ha gustado es que, en cierto modo, la autora ha intentado ‘justificar’ cómo es posible que Totono siempre acaba metido en líos. Y lo ha hecho porque ha escogido la manera más simple: «Yo diría que tiene un sexto sentido para estas cosas. No es que vaya encontrando cadáveres por la calle. Sencillamente, se da cuenta de los detalles que los demás no vemos», comentan en comisaría después de enterarse de que ha estado involucrado en un nuevo crimen.
Y tiene sentido, la verdad. Durante los seis primeros volúmenes, Totono ha demostrado tener algunas carencias muy grandes, pero también algunas virtudes y habilidades muy especiales. Es capaz de ver y entender al ser humano de manera muy diferente a lo habitual. Es muy detallista, se fija en las pequeñas cosas y detecta pautas, comportamientos, manías o palabras que esconden un significado más profundo del que cabría esperar de buenas a primeras.
En cierto modo, me recuerda a El mentalista, pero sin llevarlo al extremo. Así pues, podríamos decir que Totono es más sensible de lo normal, siendo esta la razón por la que es capaz de ver lo que nadie más ve. Esta explicación, muy sencilla en su base, esconde una muy buena reflexión. Además, nos demuestra que no es necesario hacer nada raro para encontrar una buena justificación ante algo así. No es un policía ni un investigador, pero es ese «sexto sentido», junto a su curiosidad, lo que le provocan que acabe involucrado en tantos misterios.
Un gran manga de misterio con grandes personajes


Este simple detalle, sumado a las muy buenas sensaciones que me ha ido dejando el manga a lo largo del tiempo, es lo que hace que valore tan positivamente Don’t call it mystery. Sin más, creo que sus personajes están realmente bien construidos más allá del propio protagonista. Inclusive, los secundarios que solo aparecen durante uno o dos volúmenes están muy bien definidos. Sus historias son interesantes y quieres saber más de ellos. Su presencia no es una excusa para generar un nuevo misterio, sino que se integran muy bien en la historia.
Este séptimo volumen es un nuevo ejemplo de esto. Los personajes que aparecen son mayormente inéditos, pero conectamos muy rápido con ellos por lo bien escritos que están. Sus motivaciones, acciones, gestos y reacciones son muy naturales. Gracias a esto podemos disfrutar de una lectura orgánica, entretenida y atractiva, bien cargada de ganchos narrativos. Aparte, dispone de muy buenos diálogos, siendo esta su mejor baza. Lo único malo de todo esto es que acabas echando de menos a esos secundarios, pues te gustaría que hubiese algo un poco más constante.
Al aparecer tan poco tiempo, te quedas con ganas de saber más sobre ellos. Y es una pena, la verdad, pero también tiene su gracia. Te quedas con ganas de más porque están bien diseñados, pero son figuras que no son verdaderamente importantes en la vida de Totono. Por eso es normal que no aparezcan tanto. Solo hay unos pocos más o menos recurrentes, lo cual también tiene su encanto. En resumen, que Don’t call it mystery es un muy buen manga de misterio y una obra muy humana.


- El protagonista tiene un carisma brutal.
- El desarrollo de la historia tiene mucho gancho y la historia es entretenida.
- Los diálogos son muy potentes.
- La introspección psicológica, humana y social que realiza es simplemente brutal.

- El dibujo puede seguir mejorando.
- Se sigue extrañando a un elenco de secundarios más constante.