
Lo bueno de que haya cada vez más editoriales en España es que, poco a poco, somos capaces de descubrir series que, de otra forma, jamás habrían llegado a nosotros. Eso es —precisamente— lo que me ha ocurrido mientras me preparaba para escribir mi reseña del manga La reencarnación del Yakuza y su primer volumen. Licenciada por Distrito Manga, no había escuchado hablar nunca de ella. Ahora no puedo esperar a que publiquen el segundo tomo.
Esto, seguramente, ya os diga mucho de lo que me ha parecido su estreno, pero sería quedarse bastante corto. Es por eso mismo que, y a modo de presentación, me gustaría hablaros de sus autores. Sí, he dicho autores. Al igual que Death Note o Blue Lock, Ninkyou Tensei: Isekai no Yakuza Hime es el trabajo de dos personas diferentes. Por un lado, podemos hablar de Hiroki Mayashita.
Hiroki Miyashita es, a grandes rasgos, el dibujante, aunque también ayuda con la historia. No es un autor precisamente novel, pues ha trabajado en varios proyectos desde 2008. Sin embargo, esta dice ser una de sus obras más populares. Por su parte, Takeshi Natsuhara es el guionista principal. Al igual que Hiroki, es un autor relativamente experimentado que lleva varios años en la industria, pero que parece haber alcanzado un nuevo estatus con aqueste su nuevo trabajo.
Por supuesto, no hablamos de dos mangakas especialmente populares, pero sí de dos muy interesantes y con una buena idea entre manos. De hecho, por formato, concepto y estilo, no me parecería raro que de aquí a unos meses se anunciase una adaptación animada.
Reseña de La reencarnación del Yakuza n.º 1 | Portada, sinopsis y edición

Ryûmatsu es un yakuza cincuentón chapado a la antigua… ¡Y menuda fama se gasta en los bajos fondos de la ciudad! Sin embargo, todo cambia cuando cae en la trampa de unos jóvenes matones que le tienden una emboscada. En el transcurso de la pelea y a las puertas de la muerte, Ryûmatsu cae al río y queda inconsciente. Cuando despierta, descubre que se halla en el cuerpo de Ryû, la delicada princesa del reino de Lundberg, en lo que se asemeja a un mundo de fantasía sacado de un cuento de hadas. Ahora es una chica joven, rebosa energía y debe acostumbrarse a las etiquetas de palacio, aunque parece que una misteriosa orden quiere acabar con su vida a toda costa, pues, como dicta una antigua profecía, solo aquella persona que porte el símbolo de la Diosa de la Protección en la espalda podrá salvar al reino de una inminente catástrofe. Ryû puede que ahora tenga el delicado cuerpo de una princesa, pero en su interior se halla el alma ferviente de un yakuza. ¡Ha llegado la hora de que este mundo mágico pruebe el sabor de sus puños!
Colección | La reencarnación del Yakuza vol. 1 de 11 (en publicación) |
Autoría | Hiroki Mayashita y Takeshi Natsuhara |
Género | Seinen, aventura, comedia, drama, fantasía, isekai |
Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 13,1 x 18 cm con 192 páginas en b/n |
Precio | 8,95 € |
Maquetación | Guillermo Bionin (Drac Studio – Daruma) |
Traducción | Patricia Ridao (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 07/09/2023 |
Sea como fuere, ese es otro tema, pues lo que verdaderamente nos interesa (en estos momentos) es el manga. Más concretamente, de su licencia en España. Sobre esta puedo daros un feedback bastante positivo, algo ya habitual con Distrito Manga. Para variar, pienso que la editorial ha hecho un buen trabajo tanto en materia de producción como de edición o traducción. En general, diría que cumple con los estándares de calidad de casi cualquier tipo de consumidor.
Un isekai que se siente diferente de verdad

Vale, ¿pero qué podemos esperar de la historia? De buenas a primeras, un isekai. Sí, La reencarnación del Yakuza es un manga en donde un hombre cualesquiera es transportado a un mundo de fantasía después de un evento determinado. En este caso, ese «cualesquiera» es un yakuza y ese «evento» es una traición y un intento de asesinato que, siendo parcos, no sabemos cómo termina.
Ryûmatsu, nuestro protagonista, es un hombre de cincuenta años chapado a la antigua y muy querido en su barrio debido a su lema de «caballero honorable». Así pues, lejos de la extorsión y el crimen organizado, es una suerte de justiciero antagónico que vive en las sombras de la sociedad, pero que cuida de los suyos. Esto, por desgracia para él, no encaja en los nuevos estándares de la sociedad, por lo que es traicionado por otro yakuza más joven y sediento de poder.
Esto acaba con un enfrentamiento en el muelle y un intento de asesinado que termina con una reencarnación. No obstante, nuestro protagonista reaparece en el cuerpo de la princesa de un mundo de fantasía. Su nombre es Sanaria Ryuu y, a grandes rasgos, es una joven de buen corazón, pero demasiado inocente. Al menos eso inferimos al avanzar un poco durante la historia.
Una lectura agradable desde el principio

Con esto ya tenemos, pues, parte del contexto, pero falta ir más allá. Con esto en mente, podemos decir que La reencarnación del Yakuza es un manga de contrastes en donde una joven, hermosa y delicada princesa se convierte en una violenta máquina de justicia para el débil. Bien intercalado con una criada y un caballero que juraron servir y protegerla, entendemos todo esto muy rápido mediante una secuencia muy natural y sencilla.
Encaminado con buenas dosis de humor, sus autores tienen el don de migrar de un mundo a otro con mucha naturalidad. O lo que es lo mismo, que le pillamos enseguida el punto y entendemos todo de manera muy rápida y orgánica. Y si bien es cierto que aquí abusan de ciertos tópicos como el de «lo mismo ha perdido la memoria, así que se lo explicaré todo», en general podemos decir que funciona bastante bien.
En consecuencia, La reencarnación del Yakuza es un manga sencillo de asimilar y con una lectura bastante afable con el usuario desde el principio. Y si bien es cierto que bebe de un género con demasiados exponentes y alternativas, en esta ocasión podemos hablar de un soplo de aire fresco gracias a su construcción general. Sin llegar a ser verdaderamente innovador, tiene ese «algo» que la distingue de las demás.
Fantasía yakuza con tópicos propios del género

Probablemente, tiene mucho que ver que nuestro protagonista es un chaval de quince años que vivía en la infelicidad y que, al reencarnar de repente, no solo obtiene poderes al nivel de un Dios, sino que se convierte en un fenómeno de masas para todas las mujeres de su alrededor. Ciertamente, escapar de ese absurdo tópico que no dejamos de ver es algo ciertamente agradable. Tal vez sea por eso que he disfrutado tanto del primer tomo de La reencarnación del Yakuza.
En general, me gusta el isekai. Es un precepto que me llama la atención de buenas a primeras, pero que me ha cansado al abusar del mismo tipo de personaje y argumento una y otra vez. Siempre es lo mismo, pero la nueva licencia de Distrito Manga es diferente. Aquí tenemos a un yakuza de cincuenta años en el cuerpo de una hermosa princesa que, a partir de ahora, lo resuelve todo a puñetazos.
Por supuesto, todo esto, que tiene su deje de originalidad, está edulcorado en la típica profecía que habla de un «héroe» que un gran tatuaje en la espalda que, casualmente, coincide con el que él tiene. Sabemos que es una suerte de elegido o guerrero predestinado, y ese tópico no nos lo quita nadie, pero por lo menos se rodea de otras ideas más refrescantes de lo habitual.
Reseña de La reencarnación del Yakuza n.º 1 | Conclusiones

Esto solo funciona, por supuesto, porque tiene un dibujo que encaja muy bien con la línea narrativa general y el estilo del manga. Así pues, y aunque son dos autores diferentes, podemos afirmar que se sincronizan muy bien. Es una obra con mucha sinergia entre texto y dibujo. Sin más, es muy disfrutable en ambos sentidos. Además, aunque no son perfectos y tienen ciertos aspectos que pueden mejorar, se nota que tienen talento y experiencia a partes iguales.
Si tuviese que destacar uno de estos puntos, lo haría con el arte, pues creo que es el elemento más diferencial. Aunque vemos reminiscencias de otros autores, en general podemos decir que tiene bastante personalidad y que no abusa de los estilos más tópicos. No es hiperrealista, no emplea el ecchi como instrumento ni cree en las hiperproporciones. Con cierto deje de cómic americano, diseña fisionomías y personajes realistas.
Es un estilo bastante sobrio, pero con dejes de fantasía, que encaja muy bien con el carisma de su protagonista. Porque esa es otra. Aunque los secundarios que hemos visto hasta ahora no han destacado y que el buenismo de ciertas escenas está demasiado cogido con pinzas, nuestro protagonista (por partida doble, tanto su versión original como su reencarnación) tiene mucho carisma. Y eso es algo que me encanta.


- El estilo artístico.
- Aunque es un isekai, se siente más novedoso de lo habitual.
- El diseño de los personajes, tanto personalidad como arte.
- El ritmo narrativo. Es divertido y agradable desde el principio.

- Como isekai sigue bebiendo de algunos tópicos algo trillados.