Un manga histórico con mucho que ofrecer. Reseña de InuYasha n.º 9 y n.º 10

Siempre lo digo y siempre lo diré: Rumiko Takahashi es una leyenda en la industria del manga por muy diversos motivos. A lo largo de la historia nos ha dado obras muy, muy importantes e interesantes. De hecho, la suerte ha querido que os pueda hablar de algunas de ellas. Hoy, por ejemplo, he regresado a uno de sus mundos más icónicos a través de mi reseña de InuYasha n.º 9 y n.º 10 y os advierto que ha envejecido muy, muy bien. No es la primera vez que os digo algo así, pero por algo será.

Por supuesto, no es perfecta, y aspectos tales como el dibujo pueden sentirse demasiado sencillos, pero he ahí parte de su magia. En aquellos tiempos era más difícil hacer correcciones, la cantidad de herramientas a disposición de los mangaka era muy inferior a la actual y, por ejemplo, no podían traspasar sus dibujos a ordenador para luego hacer correcciones. Había muchos límites si lo comparamos con el presente, siendo este uno de los motivos por los que debemos aprender a entender el contexto temporal. De hecho, ya que estoy hablando de contextos, también importante tener en cuenta el socio-cultural, puesto que vemos ciertos comportamientos que hoy día no estarían con buenos ojos.

Hay ciertos dejes de toxicidad en la manera de ser de ciertos personajes, mas no todo es negativo en ese sentido. Aceptando que las cosas han cambiado, también debemos valorar que esos caracteres evolucionan a lo largo de la serie y dejan atrás parte de esas conductas más nocivas. Es por esto mismo que InuYasha es más que un simple manga, pues nos demostró que la gente —incluso en un mundo de fantasía— siempre puede crecer y cambiar, adaptando su forma de ser a un constructo más adecuado.

Reseña del manga InuYasha n.º 9 y n.º 10 | Portada, sinopsis y edición

InuYasha n.º 9: El grupo de Inuyasha está en problemas. Se enfrentan a Kanna y Kagura, las fieles seguidoras de Naraku, que siguen utilizando a Koharu, el hermano de Sango, como arma. Naraku hace también su aparición para regodearse del fracaso de Inuyasha, que está herido de gravedad. ¿Conseguirán nuestros héroes sobreponerse en esta difícil situación?

InuYasha n.º 10: En este volumen, Inuyasha se enfrenta a Kageromaru, un demonio que había conseguido atrapar a Kagome. Después de una feroz batalla, con la ayuda de Sango y los demás consiguen rescatarla. A pesar de la insistencia de Kagome, las diferencias entre Inuyasha y Koga son cada vez más notables y no consiguen tener una conversación sin discutir, lo que propicia que Kagome se enfade y decida volver al Japón actual. Mientras tanto, Naraku sigue urdiendo terribles planes..

Ahora bien, ¿cómo sigue la edición? Aunque podamos decir que la historia siga progresando adecuadamente, ¿está Planeta Cómic a la altura de las circunstancias? La respuesta es sí, pero con varios peros. En general, está bien, pero hay detalles que nos están fastidiando la experiencia. Algunos tomos vienen con errores de impresión serios tales como, por ejemplo, zonas en las que aparecen «manchas» blancas o palabras con el orden alterado.

Ahora sí se nota el paso del tiempo

Dicho esto, ¿qué podemos esperar de la historia a estas alturas de la película? Pues, en realidad, un detalle muy importante: he sentido que los personajes han comenzado a evolucionar de verdad. Aunque Kagome e Inuyasha ya habían dado muestras de crecer como individuos tomo a tomo, en estas dos últimas entregas han dado un paso hacia delante de verdad. Y si bien es cierto que siguen habiendo cuestiones en la que podrían mejorar, es igual de verdad que por fin están aprendiendo a entenderse el uno a la otra, y viceversa, poniéndose en su punto de vista.

Por supuesto, Kagome siempre ha sido bastante más madura en ese sentido y, más allá de ciertos comportamientos propios para una muchacha de su edad, es la que mejores escenas nos ha dejado en el plano sentimental. Es un personaje bastante mejor construido desde el primer momento, por lo que podemos decir que es InuYasha quien más debe aprender. ¿Lo hace? Sí, a su ritmo, y en algunos casos de aquella manera, pero lo hace. Al principio era mucho más agresivo, miraba a la gente por encima del hombro y tenía comentarios bastante despectivos.

Ahora, aunque ese toque abrasivo sigue formando parte de él, se muestra mucho más cercano con sus seres queridos. Ha aprendido a desarrollar su empatía, ve las cosas desde un prisma diferente y entiende que no todo se puede ver desde la desconfianza. Y aunque pueda parecer una obviedad, esta evolución es mucho más importante de lo que pueda parecer. Y no ha sido fácil. Sobre todo porque nos aleja del a veces cansino juego del gato y el ratón para presentar una historia de romance y triángulos (o cuadrados) mucho más interesante.

Todo cambia según las circunstancias

Que Kagome e Inuyasha estuviesen discutiendo por cualquier tontería por culpa de los celos durante los primeros tomos era algo que aceptábamos e, inclusive, disfrutábamos de cierta manera. Sin embargo, con el paso del tiempo, es algo que cansa, pues entiendes que las cosas no funcionan así. Ambos tienen personalidades fuertes y, debido a la situación de cada uno, pues hasta se podía comprender. Es por esto mismo que, llegados a este punto, no solo aprecio que hayan sido capaces de cambiar, sino que hasta pienso que gracias a eso el manga es mejor.

Por ejemplo, en cierto momento, Sango se encuentra con su hermano pequeño, el cual ha sido poseído por Naraku. Su determinación es asesinarle, pese a todo el dolor que esto le provocaría, y luego suicidarse. Antaño, Inuyasha habría optado por esta solución y habría cortado el problema de raíz. Sin embargo, gracias al cariño, la confianza y la amistad de su nuevo grupo, entiende que todo el mundo se merece una segunda oportunidad y que, si se puede, es mejor optar por otro camino.

Por primera vez, es el propio semidemonio el que demuestra el mayor grado de humanidad y busca otra ruta para que no tenga que ver sufrir a su amiga. Porque, en efecto, Inuyasha ha aprendido a querer a los demás. Antes odiaba a todo el mundo, especialmente a los humanos, por culpa del ostracismo al que fue condenado. Le despreciaban, y eso hizo que levantase un muro para defenderse del mundo. Kagome, poco a poco, ha destruido ese muro, demostrándole que hay gente buena y gente que le quiere.

Reseña del manga InuYasha n.º 9 y n.º 10 | Conclusiones

Esto es lo que nos permite decir que InuYasha es más que un simple manga de acción, aventura, fantasía y romance. Por eso es uno de los grandes clásicos de la historia. Y se ve relativamente pronto, pues con estos dos volúmenes ya hemos completado un tercio de la historia. Con eso en mente, es todavía más fácil valorar el manga como lo que es: un indispensable para los que les gusten este tipo de historias.

De una manera u otra, es uno de los isekai más importantes de todos los tiempos. Resulta curioso que una historia tan antigua sea la que más innove en ese sentido, puesto que actualmente parece que si no eres superpoderoso y tienes a un harén detrás de ti, no eres un isekai de verdad, cuando no es así. También nos enseña que el romance se puede entender de muchas maneras y que las personas somos seres complejos que necesitan su tiempo para aprender a entenderse a sí mismas, o a los demás, y evolucionar.

Aunque a veces transmita mensajes negativos, el trasfondo es verdaderamente positivo. Sin embargo, más allá de todo esto, InuYasha no triunfó por eso. No. Lo hizo porque, ante todo, es una historia entretenida y curiosa que te incita a querer saber más. Te mantiene enganchado en todo momento. Te atrapa y no te suelta, exigiéndote cada vez más. Eso es algo que me encanta. Con cada tomo, estoy más dentro de la historia, y quiero saber más… Y esa es la mejor conclusión que os puedo ofrecer.

• Sigue siendo un clásico entre clásicos. Es historia del manga.
• Los personajes son muy únicos y su concepto de isekai es refrescante.
• La edición es de gran calidad y el dibujo, aunque antiguo, tiene mucho encanto.
• La evolución de los personajes principales, secundarios y antagonistas.

• Sigue abusando de ciertas conveniencias de guion.
• Diversos personajes tienen actitudes algo tóxicas.